El Señor dice: Este pueblo se acerca a mí con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración es solo un mandamiento humano que le ha sido enseñado.
Isaías 29:13. NVI.
Lectura: Isaías 29:1-14. Versículo del día: Isaías 29:13.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor no está
interesado en discursos ni en palabras especiales. Él desea un corazón sincero y
humillado. El Señor busca una oración genuina, llena de veracidad, sin dejar el
más mínimo indicio de mentira porque el Señor lo sabe todo. Además de eso, la
oración tiene que ser coherente con nuestras acciones. porque como dice el
dicho: ‘obras son amores y no buenas razones’. El Señor busca un corazón no de
apariencias sino de verdad; no es fingir que sigue su camino, sino que cumple
su voluntad. No es hablar por hablar con hipocresía que puede engañar a las
personas, pero a Dios no lo podemos engañar. En alguna parte leí que precisamente
ese es el reto de los cristianos: aprender a vivir de acuerdo con los valores
que predicamos. No es suficiente hablar de amor, justicia o verdad, sino que
debemos demostrarlo con nuestras acciones.
Amado Señor: te
pedimos que nos hagas auténticos cristianos, que nuestras palabras demuestren
que somos Tuyos; que nuestro proceder sea coherente con lo que decimos. Aleja
de nosotros la falsedad, la hipocresía y el falso orgullo. Permite que nos
acerquemos a Ti con corazón contrito y humillado. Haznos como tu siervo David,
con un corazón dispuesto para agradarte y hacer tu voluntad. Gracias, muchas gracias,
bendito Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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