Cuando ustedes llegaron a Cristo, fueron ‘circuncidados’, pero no mediante un procedimiento corporal. Cristo llevó a cabo una circuncisión espiritual, es decir, les quitó la naturaleza pecaminosa. Pues ustedes fueron sepultados con Cristo cuando se bautizaron. Y con él también fueron resucitados para vivir una vida nueva, debido a que confiaron en el gran poder de Dios, quien levantó a Cristo de los muertos.
Colosenses 2:11-12. NTV.
Lectura: Colosenses 2:11-11-15. Versículos del día: Colosenses 2:11-12.
MEDITACIÓN DIARIA
Al llegar al Señor todos
los cristianos somos espiritualmente ‘circuncidados’. Todo lo que nosotros podemos
hacer en nuestra propia fuerza no sirve porque es imperfecto y no puede reemplazar
el regalo de la salvación dada por el Señor Jesucristo. Con Él nuestra lucha
contra el pecado no puede detener la obra poderosa del Señor en nuestras vidas.
Fuimos sepultados con Jesucristo cuando nos bautizamos y también fuimos resucitados
para vivir una vida nueva. Lo único que tuvimos que hacer fue aceptarlo y
confiar en Él.
También tú puedes gozar
de este privilegio si tan solo lo aceptas en tu vida y confías en que Jesús
vino a darte una vida nueva con un propósito definido para aquí en la tierra y para
una eternidad a su lado. Te invito a orarle así:
Señor Jesús:
entiendo que me amas y que te necesito. Hoy decido aceptarte en mi vida como
Señor y Salvador; perdona mis pecados, toma el control del trono que yo manejo
y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por morir por mí en esa cruz,
por perdonarme, limpiarme y darme el gozo de la salvación a tu lado. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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