lunes, 21 de octubre de 2024

Mujeres: construyamos hogares cimentados sobre la Roca que es Cristo Jesús

Más vale habitar en un rincón de la azotea que compartir el techo con mujer pendenciera. 

Proverbios 21:9. NVI.


Lectura: Proverbios 21:6-11.  Versículo del día: Proverbios 21:9.


MEDITACIÓN DIARIA


Este devocional es para todas las mujeres. El Señor nos llama a ser mujeres sabias que edifiquemos la casa, no que la destruyamos: “La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba” (Proverbios 14:1 RVR1960). El Señor Jesús dice que el que escucha sus enseñanzas y las pone en práctica es como el hombre que, al edificar una casa, cavó y ahondó profundo hasta encontrar una roca; allí puso sus cimientos y cuando llegaron las lluvias no se cayó porque estaba bien cimentada sobre la roca. De igual manera, le sucede a la mujer sabia: cava y ahonda el hueco y tal vez, nadie más verá su arduo esfuerzo porque esto lleva trabajo y tiempo, pero no importa porque al final encuentra que su obra rinde los frutos esperados. El principio de la sabiduría es el temor al Señor; eso es lo primero que hay que hacer. ¿Cómo lo hace la mujer sabia? Instruyéndose en su Palabra y teniendo una relación directa con el Señor: hablar con Él, contarle sus cosas, tenerlo siempre en el primer lugar; amarlo, adorarlo. De este modo, su hogar se levantará sobre la roca, en donde pueden venir vientos tormentosos, pero no la derriban,


Nosotras las mujeres tenemos fama de ser cantaletudas; o sea, decimos y alegamos una y otra vez sobre lo mismo. Pidámosle al Señor que cambie nuestro comportamiento y nos haga mujeres que sepamos construir nuestros hogares sobre la Roca inmovible que es Cristo Jesús.


Amado señor Jesús: gracias por enseñarnos a través de tu Palabra la sabiduría necesaria para aprender a construir casas en donde reine tu amor, comprensión, ternura y perdón. Necesitamos ser llenas del fruto de tu Santo Espíritu para que la bondad, la mansedumbre, la fe y la paciencia sean los cimientos que nos permitan gozar de hogares llenos de tu Presencia y Poder. Gracias, muchas gracias, bendito Señor y Dios nuestro. ¡Te amamos y te damos toda la honra y gloria a Ti!


Un abrazo y bendiciones.

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