Por eso les he dicho que morirán en sus pecados, pues, si no creen que yo soy el que afirmo ser, en sus pecados morirán.
Juan 8:24. NTV.
Lectura: Juan
8:21-30. Versículo del día: Juan 8:24.
MEDITACIÓN DIARIA
Palabras del Señor Jesús
al pueblo judío y que siguen teniendo la misma validez. Si no crees en Jesús
como el Salvador de tu vida te espera una dura condena en el fuego eterno, pero
si crees: “Les aseguro que todo el que preste atención a lo que digo, y crea en
Dios, que fue quien me envió, tendrá vida eterna. Aunque antes haya vivido
alejado de Dios, ya no será condenado, pues habrá recibido la vida eterna” (Juan
5:24 TLA); “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al
Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios”
(Juan 3:36 NVI).
Puedes buscar los
versículos anteriores en la versión que desees. Yo los tomé de ese modo porque
me parecieron más explicativos. El caso es que creas o no creas, Jesús es quien
dijo ser: El Hijo de Dios que vino al mundo a salvar a la humanidad. Juan 1:2
dice: “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el
derecho de ser hijos de Dios” (Juan 1:12). “Esta es la palabra de fe que
predicamos: que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu
corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el
corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser
salvo” (Romanos 10:8-10 NVI). Jesús está tocando a la puerta de tu vida
(Apocalipsis 3:20), ¿deseas dejarle entrar? Te sugiero una pequeña oración; la puedes
cambiar a tu modo o si quieres dile así:
Señor Jesús: hoy
entiendo que Eres el Hijo de Dios, muerto por mí y resucitado para darme vida
eterna. Te abro la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador. Perdona
mis pecados y toma el trono de mi vida. Hazme la persona que quieres que yo
sea. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme la vida eterna Contigo. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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