Cuando te llamé, me respondiste; me infundiste ánimo y renovaste mis fuerzas.
Salmo 138:3. NVI.
Lectura: Salmo 138:1-8. Versículo diario: Salmo 138:3.
MEDITACIÓN DIARIA
Amado Dios:
siempre que te busco te encuentro. De verdad, solo basta dirigirme a Ti para
recibir inmediatamente tu respuesta. Bien sabes que no siempre me siento de
ánimo o de buena salud porque a veces mi cuerpo decae, pero Tú estás ahí para
levantarme y renovar mis fuerzas. Gracias bendito Dios por permitirme acercarme
a tu Presencia como un hijo lo hace con su padre humano. Esta relación Contigo
me lleva a hablarte como al mejor de los amigos con la seguridad que me pones
atención y mis quejas, lamentos o sollozos lo recibes porque me Eres Fiel.
Puedo estar rodeada de dificultades, pero extiendes tu mano y tu mano me pone a
salvo. Todo esto es maravilloso Señor porque de esta manera me confirmas que
los planes que tienes conmigo se cumplirán. Tu fiel amor permanece para
siempre. ¡Soy la obra de tus manos!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario