Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos.
Salmo 139:16. NVI.
Lectura: Salmo
139:1-24. Versículo del día: Salmo
139:16.
¡
Gracias, muchas
gracias mi Señor y mi Dios! Por un año más que me das para vivirlo. Hace mucho
tiempo desde la eternidad pusiste tus ojos en mí. No te había visto, no sabía
quién Eras; sin embargo, Tú ya me conocías y dijiste: ‘mía eres tú’ y me sentí
feliz de sentir tus brazos sobre mí; de ver tu ternura y compasión. Ahora me
llamas tu hija, tu amiga, tu discípula y la niña de tus ojos. Tal conocimiento
es demasiado. ¡Te alabo porque soy una creación maravillosa! ¡Y eso lo sé muy
bien! Tu amor es un éxtasis que refresca diariamente mi alma. ¡Cuán preciosos
me son tus pensamientos! Ni siquiera tengo aun la palabra en mi boca y Tú ya la
sabes toda. Si trato de perderme y ocultarme en la oscuridad, de nada vale
porque me encuentras bajo tu luz y me atraes nuevamente hacia Ti. A veces me
pregunto: ¿quién soy Señor para que me ames tanto? Y solo encuentro por
respuesta, tu amor y protección inigualable. Envuélveme nuevamente en tus
brazos y rodéame con tu gracia para que jamás me aleje de tu lado. Grato es en
verdad tu amor; y grata es también de tus perfumes la fragancia. Tú mismo Eres ¡bálsamo
fragante! Amado mío: Eres la fuente de mi vida y el anhelo de cada día. ¡Cuan
hermoso Eres amado mío! ¡Gracias por amarme tanto! ¡Yo también te amo mi Señor!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario