Lo nuevo ya está sucediendo, no hay que retroceder

¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados. 

Isaías 43:19. NVI

Lectura: Isaías 43:14-21.  Versículo del día: Isaías 43:19.

MEDITACIÓN DIARIA

Es un nuevo año con nuevas expectativas, nuevos proyectos, nuevos deseos y nuevos propósitos. Sin embargo, muy pronto dejamos muchas de estas cosas en el tintero. ¿Por qué? Porque quizá no los hemos puesto sobre la mesa del que guía nuestros pasos y queremos hacerlos por nuestra propia cuenta. O también puede ser, lo que dice el versículo anterior: “Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado” (v.18 en la lectura). Un pasado tormentoso, lleno de incertidumbre, con dificultades o quizá con rencores y discrepancias. El caso es que el Señor nos llama a olvidarlo; y si queremos que esa novedad se cumpla, lo primero que tenemos que hacer es no seguir echándole leña al fuego, como decimos en Colombia cuando martillamos una y otra vez alguna situación que nos causó dolor e indignación. Hay que perdonar, perdonar y perdonar; hay que olvidar, olvidar para continuar. Lo nuevo ya está sucediendo no hay que retroceder.

Señor Jesús: bien sabemos que tus planes son maravillosos. Enséñanos a ver tu mano prodigiosa en cada uno de ellos. Tú nunca nos has abandonado ni dejado, somos nosotros los que nos volvemos indiferentes hacia Ti. Se nos olvida que Eres el que va manejando nuestro timonel y te lo arrebatamos creyendo que lo hacemos mejor. No Señor; nunca. Eres el que guías nuestros pasos por la senda correcta. Gracias por tu promesa de un mejor mañana que ya estás construyendo para los que confiamos en Ti. Gracias porque vas abriendo camino donde no vemos cómo pasar. Gracias porque en los desiertos desoladores permites ríos de agua viva para refrescarnos y calmar la sed. Señor, sólo Tú puedes cambiar el curso de los acontecimientos y permitir la normalidad. Gracias por todas las enseñanzas que has dejado en estos años de aislamiento. Tú Eres el Dios Soberano y nos sometemos a Ti, seguros de lo nuevo que nos traes. Enséñanos a dejar atrás el pasado y ante todo a tomar la decisión de perdonar y olvidar. Gracias, muchas gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.