¿Qué provecho saca quien trabaja de tanto afanarse?
Eclesiastés 3:9. NVI
Lectura: Eclesiastés 3:1-15. Versículo del día: Eclesiastés 3:9.
MEDITACIÓN DIARIA
En mis quehaceres del hogar
vivo solo en carreras. Mientras tomaba mi baño diario, pensando en una cosa y otra,
vino a mi mente el versículo de hoy, y el Señor empezó a preguntarme, -¿por qué
corres tanto? Haz las cosas sin tanto afán; igual terminan de la misma manera y
tú, cansada o agotada-. Por esto, mi devocional.
Sigue la lectura diciéndonos
algo muy bonito: “Dios hizo todo hermoso en su momento, y puso en la mente
humana el sentido del tiempo” (v. 11). Si todo, absolutamente todo es hermoso
directamente desde su creación, el tiempo es según yo lo veo, un periodo
hermoso que hay que saber disfrutar y por consiguiente no tienen cabida, ni el
afán ni la ansiedad.
Así que para redactar
este devocional, el Señor empezó a traer a mi mente versículos como los
siguientes, que les comparto: “hay un tiempo para todo” (v. 1). “No se
inquieten por nada” (Filipenses 4:6); “Depositen en Él, toda ansiedad” (1 Pedro
5:7). ¡Muy bien me caen! Porque si estoy caminando voy pensando en hacer esto,
esto y esto. Y mientras estoy haciéndolo, sigo en lo mismo y me digo: ‘apúrate
Dora’; te falta tal cosa. O sea, no gozo el caminar como tampoco el bañarme ni
aun el descanso, por estar pensando en más y más. Espero con la ayuda del Señor
empezar a cambiar mi proceder: Hacer mis quehaceres bien, pero sin afanarme por
acabarlos lo antes posible. Conforme decía Napoleón: ‘Vístanme despacio que
estoy de afán’.
Señor Jesús:
gracias por instruirme a través de tu Palabra. Bien sé cuánto necesito de Ti en
todo momento de mi vida. Gracias por enseñarme a disponer el periodo del tiempo
con alegría y entendiendo que puedo descansar en Ti, no dejándome abrumar por
los oficios. ¡Gracias mi Señor porque Eres mi Todo! ¡Contigo la vida es más
fácil!
Un abrazo y bendiciones.
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