Les digo que fue este pecador—y no el fariseo—quien regresó a su casa justificado delante de Dios. Pues los que se exaltan a sí mismos serán humillados, y los que se humillan serán exaltados.
Lucas 18:14. NTV.
Lectura: Lucas 18:9-14. Versículo del día: Lucas 14.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor relata la
parábola del pecador y el fariseo para mostrarnos que en la oración lo que vale
es la sinceridad y la humildad. El fariseo se creía muy bueno y sobre eso basa
su oración, mientras el pecador reconoce su pecado y se siente agobiado por este.
Vale la pena reflexionar y a conciencia de manera objetiva revisar la manera
como nos dirigimos a Dios.
Amado Dios y
Señor: gracias porque tu Palabra es un continuo aprendizaje y exhortación.
Gracias por enseñarnos a dirigirnos a Ti con palabras sencillas pero que salgan
de lo profundo de nuestro ser. Reconocemos que somos pecadores y que solamente
por tu infinita misericordia y amor es que ahora podemos regocijarnos en tu
bendita gracia. Gracias porque nos hiciste libres para Ti. ¡Te alabamos y
adoramos bendito Señor y Dios!
Un abrazo y bendiciones.
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