Pues hablamos como mensajeros aprobados por Dios, a quienes se les confió la Buena Noticia. Nuestro propósito es agradar a Dios, no a las personas. Solamente él examina las intenciones de nuestro corazón.
1 Tesalonicenses 2:4. NTV.
Lectura: 1 Tesalonicenses
2:1-16. Versículo del día: 1
Tesalonicenses 2:4.
MEDITACIÓN DIARIA
Pablo y Silas les recuerdan
a los de Tesalónica sobre su visita, donde en Filipos fueron tratados muy mal,
y aun así, el Señor les permitió llevar la Buena Noticia con valentía a pesar
de la oposición. Pablo y Silas, sin embargo, les demostraron su amor al punto
de ocuparse por ellos al igual que lo hace una madre que alimenta y cuida a sus
hijos y sin esperar nada a cambio; ellos mismos buscaban su sustento, porque
sabían que estaban trabajando para el reino de Dios.
Un gran ejemplo a seguir ya
que todos los que hemos conocido al Señor Jesús, nos corresponde presentarnos
como mensajeros aprobados por Él. Ejemplo también para aquellos que se llaman
predicadores, pero han vuelto el mensaje de salvación un negocio.
Señor Jesús:
permite que yo sea digna obrera Tuya, tal como lo fueron Pablo y Silas. Que
comparta la Buena Noticia sin fijarme en oposiciones o falsas doctrinas que
desean menguar el mensaje de salvación que Tú nos has ofrecido. Bendito Dios,
gracias por mirarme con ojos de ternura y perdón. Tú no tienes en cuenta mis
faltas porque las has alejado como están el Oriente del Occidente. Gracias
porque ves en mí, una mensajera de las Buenas Noticias y yo no quiero defraudarte.
Lléname de tu Santo Espíritu para que todo su fruto brote en mí, con el fin de conquistar
almas para tu reino. ¡Alabado seas por siempre Señor y Rey Celestial!
Un abrazo y bendiciones.
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