Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré.
Isaías 46:4. NVI.
Lectura: Isaías 46: 1-7.
Versículo del día: Isaías 46:4.
MEDITACIÓN DIARIA
No dejemos que los años
nos alejen del camino trazado por nuestro Dios; no permitamos que otros nos
tilden de viejos y a la vez nos den a entender que ya no podemos salir ni
desempeñarnos en nuestros oficios diarios. Hagamos de la vejez, la época más
maravillosa, envejeciendo con dignidad y alegría sabiendo que el reencontrarnos
con el Señor Jesús, cada día está más cerca.
Bendito Señor, qué
satisfacción saber que en todo tiempo, lugar y situación estás siempre a nuestro
lado. Nos dices que aún desde antes de nacer nos has sostenido y llevado en tus
brazos; que no importa si llegamos a la vejez porque en esta promesa nos
confirmas y animas diciéndonos que nos cuidarás, sostendrás y librarás. Sí
Señor; ¡qué maravilla! Podemos seguir haciendo
todo normalmente porque no tememos mal alguno. Confiamos en Ti y echamos fuera
todo temor, ansiedad y preocupación. No importa si llevamos canas, arrugas,
enfermedades o achaques; cansancio o pérdida de memoria porque Tú nos guardas
constantemente y al igual que Caleb tenemos fuerzas renovadas cada día por tu
bendita gracia. Llénanos de sabiduría y no permitas que perdamos el gozo de la
salvación. Al contrario, Señor, que los años pasados nos sirvan para tener el aliciente
de saber que nos acercamos cada día más, a compartir tu gloria celestial. Gracias,
muchas gracias buen Dios y Señor nuestro.
Un abrazo y bendiciones.
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