sábado, 22 de agosto de 2009

El amor que trasciende el tiempo

Cuéntame, amor de mi vida, ¿dónde apacientas tus rebaños?, ¿a dónde a la hora de la siesta los haces reposar? ¿Por qué he de andar vagando entre los rebaños de tus amigos?

Cantares 1:7.

Lectura diaria: Cantares 1:1-16. Versículo del día: Cantares 1:7.

ENSEÑANZA

Cantar de los Cantares, es un poema de amor dirigido no solamente hacia la relación de la pareja en matrimonio sino mostrando también el amor del Señor por su novia, la Iglesia que lo espera ardientemente para unirse con Él para siempre. A través del tiempo, Dios muestra su amor inefable a una humanidad agobiada y doliente. Amor que sobrepasa todo entendimiento en la consumación del sacrificio vivo a través de su único Hijo, Jesucristo hecho carne. Él, la esencia viva del amor es quien está ahí, presente en todo momento, cubriéndonos bajo sus alas como la gallina a sus pollitos; arrullándonos y consintiéndonos como a la niña de sus ojos. Amor, que a veces no entendemos. ¿Por qué he de andar vagando entre los rebaños de tus amigos? Porque su amor es incondicional y da libertad. Con frecuencia, creemos perder el rumbo y vagamos de un lado para el otro sin encontrar lo que anhelamos; sin embargo, Jesús está a nuestro lado y cuando ya no podemos más y desfallecemos, Él nos alza, nos envuelve tiernamente en sus brazos, su mirada dulce se posa en nuestros ojos y nos conduce entonces, a una alfombra de verdor, donde nos permite reposar y en el silencio de la noche muy quedo deja oír un suave murmullo: ¡Con amor eterno, te he amado hija mía! ¡Nunca te dejaré ni te abandonaré! “Estoy por hacer en estos días, cosas tan sorprendentes que no las creerán aunque alguien se las explique” Habacuc 1:5. ¡No temas! Eres mi amada y yo tu Señor.

¡Cuán hermoso eres, Amado mío!

Un abrazo y bendiciones.


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