miércoles, 19 de agosto de 2009

Dominar la lengua

Así también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. ¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa!

Santiago 3:5.

Lectura diaria: Santiago 3.1-12. Versículo del día: Santiago 3:5.

ENSEÑANZA

La Palabra de Dios, nos enseña infinidad de veces sobre el comportamiento de nuestra lengua. Sin embargo, pasamos por alto tantos versículos que nos instruyen sobre el saberla manejar y dominar. ¿Si la lengua es un miembro tan pequeño por qué nos dejamos subyugar por ella? Bien dice el verso 2 que quien la controla, fácilmente puede controlar todo su cuerpo. Con la misma boca, alabamos y nos quejamos; bendecimos y maldecimos. ¿Cómo puede brotar de un mismo manantial agua dulce y a la vez salada? Propongámonos a pronunciar palabras que enriquezcan, animen, levanten y traigan bendición a quienes las escuchan. En nuestra misma vida, hablemos de victoria y no de derrota. Recordemos que la vida y la muerte, se encuentran en poder de la lengua y que de la abundancia del corazón habla la boca. Mostremos un corazón, conforme al corazón de Dios; así hablaremos palabras de vida para impactar a los demás.

Un abrazo y bendiciones.

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