Así también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. ¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa!
Santiago 3:5.
Lectura diaria: Santiago 3.1-12. Versículo del día: Santiago 3:5.
ENSEÑANZA
La Palabra de Dios, nos enseña infinidad de veces sobre el comportamiento de nuestra lengua. Sin embargo, pasamos por alto tantos versículos que nos instruyen sobre el saberla manejar y dominar. ¿Si la lengua es un miembro tan pequeño por qué nos dejamos subyugar por ella? Bien dice el verso 2 que quien la controla, fácilmente puede controlar todo su cuerpo. Con la misma boca, alabamos y nos quejamos; bendecimos y maldecimos. ¿Cómo puede brotar de un mismo manantial agua dulce y a la vez salada? Propongámonos a pronunciar palabras que enriquezcan, animen, levanten y traigan bendición a quienes las escuchan. En nuestra misma vida, hablemos de victoria y no de derrota. Recordemos que la vida y la muerte, se encuentran en poder de la lengua y que de la abundancia del corazón habla la boca. Mostremos un corazón, conforme al corazón de Dios; así hablaremos palabras de vida para impactar a los demás.
Un abrazo y bendiciones.
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