viernes, 7 de agosto de 2009

Dios volvió a fijar un día, que es "hoy"

Por eso, Dios volvió a fijar un día, que es “hoy” cuando mucho después declaró por medio de David lo que ya se ha mencionado: Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón

Hebreos 4:7.

La gran compasión de Dios hacia todos los hombres y su deseo de que se arrepientan, es tema continuo en la Biblia. Dios actúa, si es necesario a través de imposibles, para que el hombre lo reconozca y acepte la obra redentora de su Hijo Jesús. Por eso su Palabra dice que si nosotros no hablamos, hasta las piedras hablarán.

Muchas veces nos desanimamos porque hemos orado y compartido a seres queridos que pareciera como si lo escuchado, les entrara por un oído y les saliera por el otro. Si confiamos en que es el Espíritu Santo quien convence de pecado y hacemos lo correcto, no debemos temer; si alguien escucha, algo se le quedará. “Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón” Hebreos 4:12. Las palabras claves son: ciertamente, penetra y juzga. Tenemos la certeza que va hasta el fondo, probando y rechazando el pecado. Definitivamente la Palabra de Dios no regresa vacía.

Por eso, tú que hoy estás leyendo este devocional por primera vez, puedes creer tenerlo todo, pero en el fondo estás vacío; estás desesperado y no encuentras paz a pesar del dinero, la fama, la posición, el talento, el atractivo físico, etc. “En el corazón del hombre hay un vacío que sólo puede ser llenado por Dios a través de Jesucristo” (Blas Pascal). Quizá, este ha sido el motivo para que tanto mujeres como hombres famosos, hayan terminado en el suicidio.

“Vengan, postrémonos reverentes, doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor” Salmo 95:6. La misericordia de Dios es inigualable. Hoy es el día que Él te está ofreciendo para acogerte bajo sus brazos bondadosos. ¡No lo dejes para mañana, puede ser tarde!

Si hoy estás escuchando su voz, no dejes que el orgullo ni la dureza del corazón te domine; humíllate ante Él. Con reverencia y adoración póstrate ante ese Dios al que crees conocer pero que no es así.

Porque sé, que este es el día indicado para ti, te invito a hacer la siguiente oración. Sin embargo, si no te gusta, bien puedes cambiarla; Dios no está interesado en la retórica como tal, sino en la actitud sincera del corazón. Entonces oremos:

Señor Jesucristo: Yo te necesito, estoy vacío(a) y no encuentro paz. Esta mujer dice que tú puedes llenarme de tu amor, de tu paz y de tu perdón. ¡Por favor, ven a mi corazón! Inúndalo de todo lo tuyo; te pido que entres y transformes mi vida para que encuentre el motivo de seguir viviendo. Ahora que has entrado te doy las gracias por ello, por perdonar mis pecados y por darme todo el poder de tu Santo Espíritu; en tu nombre Jesús, amén.

Te felicito por la decisión que has tomado. ¡No te arrepentirás jamás de haberlo logrado! Porque simplemente, ¡hoy era tu día de salvación!

Un abrazo y bendiciones.

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