Con palabras persuasivas lo convenció; con halagos de sus labios lo sedujo. Y él enseguida fue tras ella, como el buey que va camino al matadero; como el ciervo que cae en la trampa, hasta que una flecha le abre las entrañas; como el ave que se lanza contra la red, sin saber que en ello le va la vida.
Proverbios 7:21-23. NVI.
Lectura:
Proverbios 7:1-27. Versículos del día: Proverbios 7:1-2.
MEDITACIÓN
DIARIA
Este
capítulo del Libro de Proverbios nos habla de las artimañas que usa la mujer
adúltera para atraer a los hombres e incluso casados y cristianos. Comienza invitándolos
a atesorar los mandamientos guardándolos en el corazón: “Hijo mío, guarda mis
palabras y atesora mis mandamientos. Cumple con mis mandamientos, y vivirás; cuida
mis enseñanzas como a la niña de tus ojos” (Proverbios 7:1-2 en la lectura). Por
eso queridos señores que leen este Devocional, es muy aconsejable y por mandato
del Señor, no caer en el pecado del adulterio ni de la inmoralidad sexual. Y
nosotras mujeres, nos corresponde orar por nuestros esposos para que sea el
mismo Señor guardándolos y dándoles dominio propio para no doblegarse en esta
tentación.
Amado
Señor Jesús: venimos ante Ti, para poner a tus pies a todos los hombres de
nuestro hogar sean esposos, hijos o hermanos. Guárdalos de la mujer ajena; la
que busca cualquier clase de artimañas para arrastrarlos hasta hacerlos caer y
pecar. Buen Señor, cúbrelos con tu preciosa sangre y no permitas que venza el
adulterio o las relaciones promiscuas. Aleja de ellos estas tentaciones que no
dejarán nada bueno; al contrario, estos pecados pueden conllevar pérdidas de
hogares bien formados y estables. Gracias Señor Jesús por escuchar nuestra
oración.
Un abrazo y bendiciones.
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