La predicación de Saulo se hacía cada vez más poderosa, y los judíos de Damasco no podían refutar las pruebas de que Jesús de verdad era el Mesías.
Hechos 9:22. NTV.
Lectura:
Hechos 9:19-25. Versículo del día:
Hechos 9:22.
MEDITACIÓN
DIARIA
Fue
tal el impacto del Señor sobre Saulo, que él inmediatamente tuvo el don de
predicar el mensaje de salvación del Señor Jesucristo. Lo hacía con tal denuedo, que no le podían
refutar las pruebas, sobre Jesús como el Mesías esperado. Cuando pienso en
esto, no me canso de darle gracias al Señor por su soberanía y su inmensa
misericordia al haber hecho de Saulo, el gran predicador para el pueblo gentil,
sabiendo que fue un gran oponente de la Iglesia cristiana primitiva. Definitivamente,
el único que cambia un corazón endurecido es el Señor Jesús. Por lo anterior no
dejemos de orar por familiares o amigos que, aunque los vemos tan difíciles de
alcanzar, Dios los ve con ojos de misericordia y para Él no hay imposibles.
Sigamos orando por ellos.
Amado
Señor Jesús: te damos gracias por tu Palabra que nos enseña a compartir tu
Mensaje de las Buenas Nuevas de salvación, siguiendo el ejemplo del apóstol
Pablo. Bendito Señor, Tú Eres soberano y utilizas a quien quieres y cómo
quieres. Sólo Tú puedes cambiar corazones completamente endurecidos, por
corazones de carne que sienten, tienen compasión, son humildes, bondadosos y pacientes.
Corazones que aman tu Palabra y desean que otros también la lean, la practiquen
y alcancen la vida eterna Contigo. Gracias, muchas gracias, bendito Señor
Jesús.
Un abrazo y bendiciones.