El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido.
Salmo 51:17.
Lectura: Salmo 51:12-19. Versículo del día: Salmo 51:17.
MEDITACIÓN DIARIA
Creemos que al Señor le gustan
los sacrificios de dolor y desesperación y eso no es así. Le agrada un espíritu
quebrantado, con corazón arrepentido. Los versículos anteriores nos hablan de
la alabanza que sale de la boca con corazón sincero y dispuesto a hacer la
voluntad del Señor. Miremos: “Abre, Señor, mis labios y mi boca proclamará tu
alabanza. Tú no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los holocaustos;
de lo contrario, te los ofrecería” (vv. 15-16). Los toros y corderos que se ofrecían
en ese tiempo quedan obsoletos; a los ojos de Dios, no valen nada. Para Dios
vale el arrepentimiento genuino y no los sacrificios. El sacrificio de alabanza
podemos realizarlo continuamente; es la ofrenda que agrada a Dios. Implica una
adoración activa que proviene de la fe y de la gratitud, más allá de los
rituales. Entonces, empecemos a ofrecer a nuestro buen Dios, esta clase de
sacrificio.
Bendito Señor
Jesús: ¡te alabamos y adoramos! Gracias porque siempre estás a nuestro lado con
tu Santo Espíritu, para enseñarnos el valor que tiene para Ti, la alabanza de
adoración y gratitud. Permite buen Señor, que nos acerquemos, con corazón
sincero y deseoso de cantar y loar tu Nombre por siempre. Gracias, gracias,
bendito Señor Jesús. ¡Te adoramos!
Un abrazo y bendiciones.
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