Tomaron ramas de palma y salieron a recibirlo mientras gritaban a voz en cuello: —¡Hosanna! —¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! —¡Bendito el Rey de Israel!
Juan 12:13. NVI.
Lectura: Juan 12:12-19. Versículo del día: Juan 12:13.
MEDITACIÓN DIARIA
Estos que victoreaban a
Jesús, que lo alababan y le tendían ramas a su paso, fueron los mismos que días
más tarde le gritaban furiosos a Pilato: “¡Llévatelo! ¡Llévatelo! —gritaban—.
¡Crucifícalo!” (Juan 19:15 NTV). El versículo del día es muestra clara de lo
que es el corazón del hombre: “El corazón humano es lo más engañoso que hay, y
extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?” (Jeremías
17:9. NTV). Por eso también nos dice la Palabra de Dios:” Pues
del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda
inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia” (Mateo 15:19 NTV); “Sobre
todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida”
(Proverbios 4:23 NTV).
Nuestra meta después de entregarle
la vida al Señor Jesús debe ser, acatar la voluntad de Dios, conociendo y
practicando su Palabra. Llena tu corazón del fruto del Espíritu: amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza; esa es una linda
manera de cuidarlo. Por eso es importante que, si tú no conoces a Jesús de
Nazaret, hoy decidas entregarle tu vida. Lo puedes hacer con una pequeña, pero
sincera oración. Puedes decirle así:
Señor Jesús:
entiendo que te necesito y hoy decido abrirte la puerta de mi vida para que
seas mi Señor y Salvador. Toma mi corazón y hazlo de acuerdo con tu santa
voluntad para que sea la persona que deseas que yo sea. Te entrego el control
del trono de mi vida; gracias por morir en la cruz por mis pecados; te pido
perdón por ellos. Gracias también por darme la vida eterna a tu lado. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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