Avivando la llama de la fe

Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. 

2 Timoteo 1:6-7. NVI.

Lectura: 2 Timoteo 1:1-7.  Versículos del día: 2 Timoteo 1:6-7.

MEDITACIÓN DIARIA

El apóstol Pablo a Timoteo, su hijo espiritual, le hace una serie de recomendaciones para ser fiel en la fe. Recordemos que en días pasados veíamos que le encargó que peleara la buena batalla de la fe y en su segunda Carta sigue animándolo. Mensaje que es igual para todos los que seguimos al Señor Jesús y que nos recuerda al igual que a Timoteo, que no tenemos un espíritu de timidez o cobardía, sino que nos da el poder de amar, con el amor de Dios y nos fortalece de tal modo, que podamos vivir una buena vida cristiana (parafraseando según TLA). Creo que esto es lo básico para acrecentar en cada uno, nuestra fe.

Teniendo en cuenta que el mensaje es para todos, recordemos nuestro primer amor con el Señor, para que se avive la llama de la fe, que es la que nos motiva a amar a los demás y nos fortalece en el día a día.

Amado Señor Jesús: gracias por tu Palabra, que tal como lo decía Pablo es la que nos anima a seguir adelante guerreando la buena batalla de la fe con el poder y amor Tuyos, fortaleciéndonos y avivándonos para continuar sin desmayar y amando al prójimo como Tú lo deseas, hasta alcanzar la meta deseada el día en que nos encontremos Contigo buen Señor. Gracias, gracias. Te alabamos y te adoramos.

Un abrazo y bendiciones.