martes, 30 de diciembre de 2025

Al Señor Jesús por la vida de Samuelito

 

Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando,   aunque no existía uno solo de ellos. 

Salmo 139:16. NVI.


Lectura: Salmo 139:13-18.  Versículo del día: Salmo 139:16.


ORACIÓN


Mi amado Señor Jesús: hoy en estos tres añitos del Precioso Samuelito, no tengo más que palabras de agradecimiento hacia Ti por todo lo que hiciste y sigues haciendo; desde su nacimiento si faltar un solo día, lo continúas cuidando, levantando, fortaleciendo y llenando de gracia y simpatía. Gracias por su vida; con él nos demostraste cuán grande es tu amor, poder y misericordia. Gracias porque él te pertenece, es Tuyo este bebé; cuando la ciencia dijo no, Tú, te levantaste y dijiste: SÍ. Un sí rotundo para demostrar al mundo que nada es imposible para Ti. Gracias, muchas gracias mi buen Señor y Dios.

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 29 de diciembre de 2025

Olvidando lo que queda atrás

 Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo!  Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados. 

Isaías 43:18-19. NVI.


Lectura: Isaías 43:15-21.  Versículos del día: Isaías 43:18-19.


MEDITACIÓN DIARIA


Qué bonita promesa del Señor para nosotros. Ahora que estamos terminando el año, no volvamos al pasado, ya el Señor empezó a hacer su obra nueva en cada uno, y su misericordia es tan alta que dice: “Soy yo, solo yo, el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados. ¡Hazme recordar! Presentémonos a juicio; plantea el argumento de tu inocencia” (vv. 25-26). Si el mismo Señor nos lo dice, entonces, pidamos perdón con corazón arrepentido y olvidemos el pasado. Pongámonos de acuerdo con el Señor para dejar el camino limpio hacia el año que viene.

Gracias bendito Señor Jesús por ofrecernos tanto de tu amor y de tu misericordia. Toma buen Señor, todo lo que no fue de tu agrado en este año 2025 y bórralo completamente. Gracias porque si Tú mismo no te acuerdas de nuestras transgresiones, no tenemos por qué estar recordándolas. Gracias porque solamente Tú Eres digno de borrar todas nuestras in iniquidades. Gracias por permitirnos el privilegio de conocerte y tenerte como al mejor abogado. Gracias, bendito Señor y Dios Santo. ¡Te amamos!


Un abrazo y bendiciones.

sábado, 27 de diciembre de 2025

Que nuestros niños crezcan de esa manera

 El niño crecía y se fortalecía; se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios lo acompañaba. 

Lucas 2:40. NVI.


Lectura: Lucas 2:26-40.  Versículo del día: Lucas 2:40.


MEDITACIÓN DIARIA


María y José regresaron a Galilea, después de haber cumplido con todo lo que exigía la ley. “El niño crecía y se fortalecía; se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios lo acompañaba”. Este versículo que es el del día, nos deja como aprendizaje para que oremos por nuestros niños, pidiéndole al Señor que ellos también vayan creciendo en sabiduría y hallen gracia delante de nuestro bendito Señor y de los hombres.

Amado Señor: nuestro deseo como madres de nuestros hijitos y de nuestros nietos es que ellos te conozcan a Ti. Pongo delante de Tuyo a cada uno de ellos, en especial a mis Muñequitos para que desde su infancia sepan que Eres el verdadero Dios, Rey de reyes y Señor de señores. Tómalos a todos mi Dios y Señor, incluyendo al pequeño Dilan y permite que vayan creciendo sanos y fuertes, llenos de sabiduría y gozando del favor Tuyo y de la gracia de Dios. Gracias, muchas gracias mi buen Señor. Te alabo y te adoro, toda la gloria y el honor son para Ti. ¡Aleluya, Aleluya!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 26 de diciembre de 2025

Jesús el Mesías prometido

Simeón lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios: -Según tu palabra, Soberano Señor, ya puedes despedir a tu siervo en paz. Porque han visto mis ojos tu salvación, que has preparado a la vista de todos los pueblos: luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

 Lucas 2:28-32. NVI.


Lectura: Lucas 2:21-35.  Versículos del día: Lucas 2:28-32.


MEDITACIÓN DIARIA


Cuando María y José llevaron al templo al Niño para presentárselo al Señor, se encontraron con un hombre justo y devoto, que se llamaba Simeón; era profeta y esperaba con anhelo que llegara el Mesías. El Espíritu Santo le había revelado que no moriría sin antes ver al Mesías del Señor. Así que cuando los padres llevaron al Niño, fue movido por el Espíritu Santo y bendijo a Dios porque le había permitido conocer al Salvador antes de él morir (vv. 21-27).  Esta profecía sigue confirmando que Jesús, el Niñito que nació en un humilde pesebre era el Mesías prometido; la luz que ilumina a las naciones y la gloria del pueblo de Israel.

Bendito Dios: gracias porque preparaste todo para que la venida del Mesías fuera el cumplimiento total a tu Palabra. Gracias porque ante la caída de Adán y Eva, nuestros padres primitivos, Tú ofreciste un Salvador y el Señor Jesucristo fue, es y será el único camino hacia Ti, Dios Padre. Yo te ruego que permitas que los que no lo conocen puedan hoy, entender el mensaje de la natividad de nuestro gran Rey y Señor, Jesús el Mesías prometido. Gracias, muchas gracias, Papito Dios por tan hermoso regalo que le diste a la humanidad. ¡Te adoramos Oh Dios! ¡Santo es tu Nombre!


Un abrazo y bendiciones.

jueves, 25 de diciembre de 2025

La buena noticia también es para ti.

 Hoy ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. 

Lucas 2:11-12. 


Lectura: Lucas 2:8-20.  Versículo del día: Lucas 2:11-12.


MEDITACIÓN DIARIA


Sucedió que unos pastorcitos que estaban cuidando sus rebaños, fueron anunciados por los ángeles sobre el nacimiento del Señor Jesús, y escucharon una multitud de ángeles que lo alababan: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad” (v. 14). Así como a los pastorcitos se les anunció el nacimiento del Mesías prometido, quien es el Rey de reyes y Señor de señores, también, hoy la buena noticia es para ti. Solamente cree y entrégale tu vida al Salvador de la humanidad, Cristo el Señor. Él vino precisamente para que tú tengas vida y vida eterna (Juan 14:6). Si lo haces, la mejor señal que te dará Jesús es un cambio total en tu vida con derecho a gozar de la patria celestial. Te puedo guiar con una oración:

Señor Jesús: gracias por tu nacimiento y porque viniste al mundo precisamente para salvarme y darme una nueva vida a tu lado. Gracias porque al celebrar tu cumpleaños, nos llenamos de gozo, paz, perdón y fortaleza. Gracias bendito Señor Jesús por venir a morar en los corazones de todos cuantos te conocen y deciden seguirte. Yo deseo hoy, entregarte mi vida para que seas mi Señor y Salvador personal. Toma el control del trono que yo manejo y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias Jesús por perdonarme, limpiarme y darme la vida eterna Contigo.


Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 24 de diciembre de 2025

Deja a Jesús nacer en el pesebre de tu corazón

 Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada. 

Lucas 2:7. NVI.


Lectura: Lucas 2:1-7.  Versículo del día: Lucas 2:7.


MEDITACIÓN DIARIA


Los versículos anteriores dicen lo siguiente: “También José, que era descendiente del rey David, subió de Nazaret, ciudad de Galilea, a Judea. Fue a Belén, la Ciudad de David, para inscribirse junto con María, que estaba comprometida para casarse con él. Ella se encontraba embarazada  y mientras estaban allí se le cumplió el tiempo” (Lucas 2:4-6).

La profecía sucedió tal como Dios lo había decretado. No fue casualidad que José tuviera que ir de Nazaret, en donde vivía con María, a Belén de Judea. El censo programado fue obra del Altísimo Dios para que coordinara con el nacimiento de Jesús. Entonces, como no encontraron un sitio para hospedarse, tuvo que nacer el Hijo de Dios, el Rey de reyes y Señor de señores, en un humilde establo en medio de los animalitos que lo ocupaban. Cuántas veces nos quejamos nosotros porque no nos gusta el lugar en que vivimos o porque simplemente no tiene lo deseado, sin darnos cuenta del ejemplo de nuestro amado Señor, que siendo Dios nació rodeado de animales y en una cama de paja. Todo esto nos demuestra que la vanidad del mundo, el orgullo y la alta alcurnia son insignificantes y no tienen sentido en esta vida. Aprendamos del Señor Jesús y bajemos el orgullo cambiándolo por humildad y amor. Digo amor, porque desde su mismo nacimiento el Señor se despojó de todo, solamente por ofrecernos su amor verdadero.


Amado Señor Jesús: así como Tú naciste en un humilde pesebre, hoy como muestra de mi gratitud hacia ti, quiero que vengas a nacer en el pesebre de mi corazón. Gracias bendito Señor; enséñame a imitarte en tu humildad, amor y sencillez. Tú, te despojaste de todo siendo el Rey del universo; gracias por mostrarme que lo que vale no es lo que dice el mundo, sino lo que verdaderamente está dentro del alma. ¡Ven a mi corazón Señor! Te entrego todo lo que soy para que, en ese pesebre de mi vida, tu luz resalte y brille por donde quiera que yo pase. Gracias, muchas gracias mi Jesús. ¡Te amo!


Un abrazo y bendiciones.

martes, 23 de diciembre de 2025

Reconocemos tu grandeza y poder con regocijo

 

 Entonces dijo María: Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí.  ¡Santo es su nombre! 

Lucas 1:46-49. NVI.


Lectura: Lucas 1:39-56.  Versículos del día: Lucas 1:46-49.


MEDITACIÓN DIARIA


María, después de visitar a Elisabet, alaba al Señor con un cántico hermoso que se llama tradicionalmente el Magníficat. En él, le da gracias a Dios con sus propias palabras y lo alaba expresando alegría, humildad y fe, Reconoce la grandeza y amor indiscutible de Dios y se alegra en Él. Se ve que es un cántico que sale de manera sencilla, pero de lo profundo de su ser. Oremos para que el Señor haga de nosotras mujeres de fe y con un propósito definido; mujeres que lo alabemos y adoremos con sencillez de corazón, pero desde lo más íntimo de nuestro interior.

Amado Señor y Dios nuestro: gracias, muchas gracias porque al escoger a María como como madre del que sería el Salvador de la humanidad, le has dado también preeminencia a las mujeres, en su labor como madres que somos. Gracias porque como bien lo expresa ella, Tú te fijas en los humildes y los exaltas, mientras que a los orgullosos los humillas. Bendito Señor, enséñanos a ser leales y sinceros Contigo, de modo que entendamos la Grandeza, Reverencia y Honor que mereces Tú, que Eres nuestro Dios y Salvador. Gracias, gracias porque Tu nacimiento fue el inicio de la redención para todos los que te conocemos como Señor y Salvador personal. ¡Gloria y honor a Ti! ¡Te adoramos rey de reyes y Señor de señores!


Un abrazo y bendiciones.

Al Señor Jesús por la vida de Samuelito

  Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando,     aunque no existía uno...