Josué estaba vestido con ropas sucias en presencia del ángel. Así que el ángel dijo a los que estaban allí, delante de él: ‘¡Quítenle las ropas sucias!’. Y a Josué dijo: Como puedes ver, ya te he liberado de tu culpa; ahora voy a vestirte con ropas de gala.
Zacarías 3:3-4. NVI.
Lectura: Zacarías 3:1-10. Versículos del día: Zacarías 3:3-4.
MEDITACIÓN DIARIA
Esta profecía de Zacarías,
nos muestra al sacerdote Josué que estaba delante del ángel del Señor vestido
con ropas sucias; representa al pecador. Sus vestiduras viles significan la
impureza y la pecaminosidad. Simboliza a todo aquel que no ha sido lavado con
la sangre de Cristo y sus ropas están sucias. Por eso el apóstol Pablo dice: “Con
respecto a la vida que antes llevaban, se les enseñó que debían quitarse el
ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos”
(Efesios 4:22 NVI). En la lectura, vemos como el adversario está listo para
acusarlo delante del Señor, pero el Señor sale en defensa haciéndolo callar
(vv. 1-2).
Que esta visión sirva de
ejemplo para todo aquel que se acerque al Señor Jesús entienda que Él lo limpia
de todo pecado y que necesita dejar su viejo ropaje, para empezar a llevar una
vida nueva con Cristo Jesús. Déjate vestir por Él con ropas de gala. Si deseas hacerlo
en este momento, te puedo guiar con una corta oración. Dios no está interesado
en la belleza de tus palabras sino en la sinceridad de tu corazón. Por favor,
dile así:
Señor Jesús:
entiendo que te necesito y te pido perdón por mis pecados; deseo cambiar mis
ropas sucias por las ropas limpias que Tú me ofreces con la sangre derramada en
la cuz del Calvario para perdón de mis pecados. Toma mi vida, te la entrego
para que seas mi Señor y Salvador. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme un
ropaje nuevo. Toma el control del trono de mi vida y hazme la persona que
deseas que yo sea. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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