Se reviste de fuerza y dignidad, y afronta segura el porvenir.
Proverbios 31:25.
Lectura: Proverbios 31:10-31. Versículo del día: Proverbios 31:25.
MEDITACIÓN DIARIA
Casi todo el último
capítulo de Proverbios está dedicado a la mujer ejemplar o virtuosa, pero este
versículo me hace pensar y reflexionar hasta dónde llega una mujer para sacar
adelante a sus hijitos. Conozco cantidad de mujeres que les ha tocado todo el
trabajo y hacer las veces de papá y mamá y lo hacen muy bien. No es tarea
fácil, pero las mujeres tenemos un doble sentido desarrollado donde podemos
estar haciendo varias cosas a la vez y quizá esta destreza ayuda a enfrentar de
manera sorprendente la responsabilidad. Lo mismo casi que podría decir cuando
llega la viudez; en mi concepto es más fácil y llevadero para la mujer que para
el hombre.
Sea porque es madre
soltera, porque es divorciada o porque es viuda, la mujer siempre se reviste de
fuerza y dignidad para afrontar el porvenir. Con este devocional quiero hacer
un reconocimiento a tantas mujeres que conozco y han enfrentado una situación como
la descrita, levantando hogares con diligencia y abnegación total hacia sus
niños. Estoy segura que Dios les tiene guardado una linda recompensa. Dios que no
le faltó un solo detalle, le dice a esta mujer: “No temas, porque no serás avergonzada. No te turbes, porque
no serás humillada. Olvidarás la vergüenza de tu juventud, y no recordarás más
el oprobio de tu viudez. Porque el que te hizo es tu esposo; su nombre es el
Señor Todopoderoso. Tu Redentor es el Santo de Israel; ¡Dios de toda la tierra
es su nombre! El Señor te llamará como a esposa abandonada; como a mujer
angustiada de espíritu, como a esposa que se casó joven tan solo para ser rechazada
—dice tu Dios—.” (Isaías 54:4-6).
Amado Señor: Gracias
por las mujeres que nos rodean en los diferentes campos en que nos movemos y
tienen sobre sus hombros la carga de una casa frustrada. Oramos por ellas y te
pedimos que las llenes de sabiduría para enfrentar los altibajos que conlleva
un hogar, donde hace falta la presencia del padre. Gracias bendito Dios por
estar pendiente de sus vidas.
Un abrazo y
bendiciones.