martes, 30 de junio de 2020

El Mesiías preparado también para ti


Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios, a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor, enviándoles el Mesías que ya había sido preparado para ustedes, el cual es Jesús. 
Hechos 3:19-20. NVI.

Lectura: Hechos 3:11-26.  Versículos del día: Hechos 3:19-20.

MEDITACIÓN DIARIA

Pedro continúa su obra evangelizadora, dirigiéndose a los espectadores que habían presenciado la sanación del hombre lisiado desde su nacimiento. Y como éstos los miraban con caras de asombro creyendo que había sido obra de ellos, Pedro se dirigió a los que le seguían: “El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su siervo Jesús. Ustedes lo entregaron y lo rechazaron ante Pilato, aunque este había decidido soltarlo. Rechazaron al Santo y Justo, y pidieron que se indultara a un asesino. Mataron al autor de la vida, pero Dios lo levantó de entre los muertos, y de eso nosotros somos testigos. Por la fe en el nombre de Jesús, él ha restablecido a este hombre a quien ustedes ven y conocen. Esta fe que viene por medio de Jesús lo ha sanado por completo, como les consta a ustedes” (vv. 13-16). Después de decirles esto, los exhorta para que se vuelvan a Dios y acepten a Jesús, el Mesías preparado para ellos; sin importar lo que hubieran hecho atrás.
Exactamente sucede hoy: Jesús de Nazaret vino no solamente a redimir al pueblo judío sino a toda la humanidad. Dios desea que el hombre (entiéndase tanto hombres como mujeres), sin importar su pasado se vuelva al Mesías prometido, arrepintiéndose y entregándole su vida. Esta, igualmente es mi exhortación. Si deseas hacerlo, te invito a orar así:

Señor Jesús: toma mi vida, te la entrego. Reconozco que soy pecador y que viniste a morir en una cruz por mí y que resucitaste de entre los muertos para darme vida eterna. Perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Te acepto como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonarme y hacerme entender que Eres el autor de la vida. En tu Nombre Jesús. Amén.

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 29 de junio de 2020

Estamos marcados con la sangre del Cordero


Tú, Jacob, siervo mío, no temas, porque yo estoy contigo —afirma el Señor—. 
Jeremías 46:28. NVI.

Lectura: Jeremías 46:20-28.  Versículo del día: Jeremías 46:28.

MEDITACION DIARIA

Estas son las palabras del Señor refiriéndose al remanente que quedó de Judá cuando la toma de Jerusalén y ellos pretendían huir hacia Egipto. A pesar de no haber obedecido, el Señor vuelve sus ojos hacia ellos. “Pero tú, Jacob siervo mío, no temas; no te asustes, Israel” (v. 27a); “no temas”, “no te asustes”. Palabras que debemos tomar en este tiempo, porque se siente en el ambiente una preocupación de las personas hacia el virus del covid-19. Pienso que ha sido muy bien montada la artimaña del enemigo para que se obedezca el confinamiento y propagar el temor.
El pueblo cristiano tiene las mejores armas en su mano: la oración y recurrir a la sangre de Cristo. Así como el ángel de la muerte pasó por Egipto y no tocó a los israelitas porque tenían el dintel y los postes de la puerta untados con la sangre del cordero, también podemos apropiarnos de este hecho, puesto que ya ni siquiera es la sangre de un cordero cualquiera sino la sangre de Cristo Jesús, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo derramada en una cruz por nosotros. Ya estamos lavados, justificados por esa preciosa sangre. Son igual palabras, promesas que tenemos a nuestro alcance y no temer. En el perfecto amor no hay temor.

Amado Señor Jesús: te damos las gracias porque Tú Eres el perfecto amor, al dar la vida por la humanidad. Creemos en Ti Señor y nos entregamos completamente para que seas el Dueño y Amo de nuestras vidas. Aceptamos lo que hiciste derramando tu sangre para que tengamos vida no solamente aquí en la tierra sino una vida que perdurará hasta la eternidad. Cúbrenos buen Señor con tu preciosa sangre y manda tus ángeles alrededor de los que te invocan y siguen. Gracias, muchas gracias. ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 27 de junio de 2020

¡Mis palabras solo son de gratitud Señor!


¡Alaben al Señor, proclamen su nombre, testifiquen de sus proezas entre los pueblos! 
1 Crónicas 16:8. NVI.

Lectura: 1 Crónicas 16:7-36.  Versículo del día: 1 Crónicas 16:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Este Salmo de David en acción de gracias al Señor, es especial para mi ocasión: adorar a nuestro buen Señor y Dios, por tanta bondad y fidelidad. Después de casi seis meses en Colombia y más de tres en la finca de mis consuegros, ahora al momento de partir hacia nuestro lugar de residencia, no dejo de alabar al Señor por las grandes maravillas que ha hecho en nuestra vida familiar. Dios movió todas sus fichas de acuerdo a su voluntad, para que este virus nos cogiera aquí precisamente, cerca a nuestros hijitos, nietos y demás familiares.
Tuvimos que venir a Colombia para hacer unas vueltas especiales personales. Yo me adelanté visitando familiares en Bogotá, y municipios aledaños. Viajamos a Medellín cuando empezó el encerramiento que todos conocemos. Puedo decir con firmeza que el estar aquí gozando del aire, de los pajaritos, de los árboles, de las mariposas que vuelan de flor en flor y de las noches alumbradas con una luna fulgurante donde mis pequeños nietecitos nos alegraban con sus pilatunas, no tiene precio. El Señor nos ha regalado a todos aquí una buena salud, una convivencia sin problemas y saboreando los frutos completamente orgánicos con los que nos deleitamos. Además de eso, ayer el Señor se manifestó de manera prodigiosa con nuestra hijita y le dio un trabajo preciso el día de su cumpleaños. Mis palabras solo son de gratitud. “¡Alaben al Señor porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre!” (v. 34).

¡Sí, inigualable Señor! Toda la honra y gloria son para Ti. Solamente Tú puedes obrar de manera asombrosa. Es que cada movimiento que damos, tiene ya el toque Tuyo para levantarnos y proseguir. Nuestras palabras las conoces, aun antes de llegar a nuestras bocas ya las sabes todas. Es maravilloso tenerte y saber al mismo tiempo que estás pendiente para bridarnos tu amor, perdón y restauración. ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.  

viernes, 26 de junio de 2020

¡A Él sea la gloria, honra y honor por siempre!


El Señor me librará de todo mal y me preservará para su reino celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. 
2 Timoteo 4:18. NVI.

Lectura: 2 Timoteo 4:9-18.  Versículo del día: 2 Timoteo 4:18.

MEDITACIÓN DIARIA

El apóstol Pablo se está despidiendo de su querido hijo espiritual Timoteo, y a pesar de estar encadenado y sabiendo que ya estaba cerca el tiempo de ser ofrecido como un sacrificio (2 Timoteo 4:6), tiene bien cimentada su fe y su firmeza en Jesús su Salvador, en quien ha creído y por quien ha padecido. Pablo no tenía en cuenta los altibajos presentados durante su ministerio, ni el creer que ya había alcanzado la perfección, porque conocía muy bien sus debilidades.  Siempre tenía puesta su mirada hacia adelante, olvidando lo de atrás y esforzándose por seguir hacia la meta celestial (Filipenses 3:12-14).
Muy buena actitud la de Pablo. Deberíamos seguir su ejemplo y entender que, si nos vamos ya de este mundo, vamos con el Señor; y si nos quedamos es porque es su voluntad tenernos aquí. Estamos en sus manos y suceda lo que suceda, Él nos cuidará y protegerá de todo ataque maligno hasta que nos lleve a su reino celestial.

Amado Jesús: enséñanos a ser fuertes y a tener la armadura tuya para saber resistir al enemigo. Haznos perseverantes en la oración y que esta sea nuestra arma principal en todo momento para no caer en tentación y para fortalecernos en medio de los dardos que continuamente recibimos. Te damos gracias por estar siempre pendiente de nuestras vidas y cuidarnos tanto. Gracias bendito Señor porque a Ti, no se te olvida el más mínimo detalle. ¡Toda la honra y gloria son para Ti! ¡Aleluya a tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 25 de junio de 2020

Compartamos el tesoro más preciado que tenemos


—No tengo plata ni oro —declaró Pedro—, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda! 
Hechos 2:6. NVI.

Lectura: Hechos 2:1-10.  Versículo del día: Hechos 2:6.

MEDITACIÓN DIARIA

No puedo leer este pasaje de la Biblia sin recordar a mi sobrino Andresito. Quizá ya muchos han leído este testimonio, pero las personas nuevas no. Javier Andrés, tenía 25 años cuando le detectaron un cáncer de estómago. Cuando llegó a Bogotá procedente de Pereira donde residía, lo primero que me dijo fue: ‘solo te pido un favor, nunca me vayas a hablar de Dios, porque tú sabes que soy ateo’. -Bueno, tranquilo; no te preocupes por eso- respondí. Cuando le empezaron los dolores, antes de diagnosticar el cáncer, mi esposo decía que había cogido una bacteria en su expedición por el Amazonas (era biólogo investigador). El caso es que además de muchas otras personas, todos en casa orábamos por él; incluso nos reuníamos en su apartamento familiares y amigos, donde él no participaba, se apartaba hacia otro lado. Después de detectarle el cáncer en mayo de 2002, le dieron seis meses de vida y prácticamente así ocurrió. Nosotros estábamos pasando una situación económica bastante difícil, cuando finalizando octubre muy temprano, mi sobrina llamó para decirme: ‘tía, Andrés tiene hoy cita con su oncólogo y solamente quiere que seas tú quien lo acompañe’. -Claro respondí; me arreglo enseguida y pasa por mí-. Les dije a mis hijos, no tengo nada que darle, pero tengo para ofrecerle al Señor Jesús. Tan pronto me subí al carro, Andresito me dijo: ‘tía, háblame de Dios’. Creo que nadie se imagina lo que sentí en ese momento; quería bajarme y gritarle a todos lo que estaba sucediendo; no sabía si llorar o reír. Tal vez, ha sido uno de los momentos más impactantes de mi vida cristiana. Le compartí del Señor y oramos juntos. A los veinte días partió con mi amado Jesús. No tuve oro ni plata para darle, pero le di mi tesoro más preciado: Jesús de Nazaret. El tiempo del Señor es perfecto y su obra completa.

Mi amado Señor: sólo Tú sabes mover las fichas de acuerdo a tu santa voluntad. Gracias por tanto amor incondicional que a diario nos ofreces. Gracias porque el tiempo para Ti no existe y tu misericordia y compasión por el hombre caído no tiene límites. Gracias, gracias buen Señor. ¡Toda la honra y gloria son para Ti! ¡Te adoramos bendito Dios!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 24 de junio de 2020

Hay que creer en las profecías bíblicas


Ruega para que el Señor tu Dios nos indique el camino que debemos seguir, y lo que debemos hacer. 
Jeremías 42:3. NVI.

Lectura: Jeremías 42:1-22.  Versículo del día: Jeremías 42:3.

MEDITACIÓN DIARIA.

Cuando fue tomada Jerusalén por Babilonia, el rey de Judá que era Sedequías no creyó las palabras de Jeremías de entregarse al rey de ese país y el Señor lo salvaría. A este rey lo capturaron los babilonios, le sacaron los ojos y en su presencia degollaron a sus hijos (Jeremías 38. vv. 5-7). Igual sucedió con Gedalías a quien el rey de Babilonia nombró gobernador de las ciudades de Judá (Jeremías 40:5). Entonces, los jefes militares y todo el pueblo tanto grandes como chicos se acercaron a Jeremías a rogarle que intercediera a Dios por ellos y el Señor por medio del profeta les dijo: “Si se quedan en este país, yo los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré” (v.10). El Señor les aseguró que los levantaría y plantaría, pero ellos no escucharon, “Por lo tanto, sepan bien que en el lugar donde quieren residir morirán por la guerra, el hambre y la peste” (v. 22). Jerusalén cayó en manos de Babilonia y el pueblo fue cautivo.
Hay profecías que vienen para nosotros de vieja data, pero no por esto podemos echarlas al viento. Vayamos a la Palabra de Dios y creamos. Hay que ser sensibles a su voz y tener presente lo que nos dice para estos tiempos. “El que tenga oídos para oír, que oiga” (Lucas 8:8).

Amado Señor: te damos gracias por tu Palabra que es verdad. Tú nunca cambias y cumples lo que prometes porque no mientes. Permite buen Señor que seamos susceptibles a escuchar tus mensajes y obremos prudentemente de acuerdo a tu santa voluntad. ¡Te adoramos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 23 de junio de 2020

Terminar la carrera para obtener el premio


Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. 
2 Timoteo 4:2. NVI.

Lectura: 2 Timoteo 4:1-8.  Versículo del día: 2 Timoteo 4:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Seguimos con las exhortaciones de Pablo a Timoteo y es que esta Palabra ya había sido dada por el Señor Jesús a sus discípulos antes de su ascensión. El Señor dijo: “vayan y hagan discípulos”; y Pablo encarga persistir en hacerlo, sea o no sea oportuno. Hay que enseñar, corregir, reprender y animar con mucha paciencia. En fin, todo esto es lo que debe practicar el discípulo fiel. Y hacerlo en cuanto vemos que el día está cerca y que los tiempos empiezan a ser difíciles, por eso nos dice: “Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros que les digan las novelerías que quieren oír” (v. 3), siendo prudentes en toda circunstancia y soportando sufrimientos (v. 5), para terminar la carrera que nos acredite tener la corona de justicia que el Señor nos ofrecerá (v.8).

Señor Jesús, te pedimos que nos hagas verdaderos testigos tuyos, dispuestos a cumplir la gran comisión ordenada por Ti y recordada por Pablo. Señor, que podamos vivir gozosos en espera de terminar la carrera y manteniendo la fe, para alanzar el galardón de la corona de justica que Tú mismo nos otorgará. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 22 de junio de 2020

Pidamos también la llenura del Espíritu Santo


En esos días derramaré mi Espíritu aun sobre mis siervos y mis siervas, y profetizarán. 
Hechos 2:18. NVI.

Lectura: Hechos 2:1-21.  Versículo del día: Hechos 2:18.

MEDITACIÓN DIARIA

Pedro, el apóstol que negó tres veces al Señor, después de haber recibido la llenura del Espíritu Santo en Pentecostés (vv. 1-49, cambió totalmente y se dirigió a todos los que estaban en Jerusalén junto a los judíos, y comenzó hablándoles sobre las palabras proféticas de Joel (vv. 17-21). Profecía que bien puede ser para el mundo actual. Así que no es de extrañarse, si escuchamos a un siervo del Señor profetizar; a jóvenes o ancianos contar sus experiencias de visiones y de sueños, porque ya está escrito. Teniendo en cuenta que la profecía es un don y que Satanás lo puede copiar, nos queda precisamente llenarnos de la presencia del Espíritu Santo y pedirle nos inunda con su fruto porque este sí, no puede copiarlo el enemigo. Especialmente pidamos discernimiento porque nuestro adversario, el diablo, va a aprovechar las circunstancias para hacer de las suyas y engañar a muchos.
Unámonos en oración para que, en nosotros, también llegue el Pentecostés y podamos ser verdaderos testigos de la obra del Señor Jesús en cada uno.

Amado Señor Jesús: te damos gracias porque Tú antes de partir al cielo nos diste la promesa de tu Santo Espíritu, quien vendría no solo a acompañarnos sino a darnos su fruto. Precioso Espíritu de Dios, ven llénanos de tu Presencia y concédenos poder gozar de todo lo tuyo. En especial te pedimos nos des el dominio propio para salir con amor a propagar el mensaje de las Buenas Nuevas del Reino Celestial. También te pedimos discernimiento para conducirnos solamente en tu Verdad. Gracias, muchas gracias buen Dios.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 20 de junio de 2020

Vasijas usadas por Dios


No obstante, el rey Sedequías envió a Jucal hijo de Selemías y al sacerdote Sofonías hijo de Maseías a decirle al profeta Jeremías: Ora por nosotros al Señor nuestro Dios. 
Jeremías 37:3 NVI.

Lectura: Jeremías 37:1-21.  Versículo del día: Jeremías 37:3.

MEDITACIÓN DIARIA

A pesar de que Sedequías, rey de Judá, poco caso hizo a las palabras del Señor a través de Jeremías, mandó a uno de los hijos de Jucal y al sacerdote Sofonías para pedirle que orara por ellos. En medio de todo creía en la autoridad de Jeremías y sabía que sí era profeta del Dios del cielo.
Con frecuencia sucede eso. Hay personas que le dan atención a la Palabra de Dios; sin embargo, algo ven en nosotros ya que en sus necesidades se acuerdan y piden que intercedamos por ellas. Me parece muy bonito porque es el mismo Espíritu de Dios, poniendo en sus corazones el deseo de que se ore por sus vidas. Ante esto debemos darle gracias al Señor y siempre estar dispuestos a sacar nuestro tiempo a abogar por sus peticiones. Quizá, sea el método usado por Dios para que se acerquen a su Presencia. No dejemos de hacerlo.

Amado Señor: gracias por estas situaciones que nos hace intercesores de tu reino. Gracias por utilizarnos y permitir que seamos fuente de paz y fortaleza para otros. Estamos en tus manos Señor; somos tus vasijas de barro. Sigue moldeándonos para que los que necesiten ir a Ti, puedan tomar estas vasijas para su provecho también. ¡Te alabamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 19 de junio de 2020

Fieles a tu Palabra Señor


Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra
2 Timoteo 3:16-17. NVI.

Lectura: 2 Timoteo 3:1-17.  Versículo del día: 2 Timoteo 3:16-17.

MEDITACIÓN DIARIA

La Biblia, es el único libro que ha perdurado a pesar de querer desaparecerlo. A lo largo de la historia, la Palabra de Dios ha tenido muchos opositores. Sin lugar a dudas, el enemigo está detrás de todo esto, porque a él no le conviene que los hombres escuchen lo escrito en ella. Bien claro se nos dice que es inspirada por Dios y nos sirve para enseñar, reprender, corregir e instruir en justicia. Esto con el fin, de que, si decimos que somos cristianos, nos convertimos igual que Timoteo en siervos del Señor. Y el siervo del Señor debe estar atento a lo que dice su Palabra para ejercer su ministerio.
Estoy convencida que cada día el Señor habla a mi corazón y me muestra con su Palabra que tenemos que estar preparados porque no podemos ser indiferentes con lo que está escrito y la realidad que estamos viviendo. Así que no nos extrañemos de los primeros versículos de este capítulo porque bien claro nos hace ver, cómo estará la humanidad en los últimos días: serán tiempos difíciles, con la gente llena de egoísmo y avaricia. “Serán jactanciosos, arrogantes, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, insensibles, implacables, calumniadores, libertinos, despiadados, enemigos de todo lo bueno, traicioneros, impetuosos, vanidosos y más amigos del placer que de Dios. Aparentarán ser piadosos, pero su conducta desmentirá el poder de la piedad” (vv.2-5). Y si vemos que así son las cosas, entonces, tenemos que arraigarnos fuertemente de la Palabra de Dios y enseñarles a otros esta verdad.

Amado Señor: venimos ante Ti para pedirte perdón porque hemos sido débiles y de un modo u otro hemos pecado. Señor, queremos estar preparados para que nos encuentres haciendo lo que te agrada. Conociendo tu bendita Palabra y sabiendo que los días son malos, te rogamos buen Dios nos alejes de toda tentación mundana. Permite que sigamos fieles a Ti y a tu Palabra porque ella es la que da testimonio Tuyo. ¡Alabado seas por siempre Dios y Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 18 de junio de 2020

¡Ven pronto Señor Jesús!


—Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse. 
Hechos 1:11. NVI.

Lectura: Hechos 1:9-11.  Versículo del día: Hechos 1:11.

 MEDITACIÓN DIARIA

Cuando el Señor Jesús fue llevado al cielo, los apóstoles vieron a dos hombres vestidos de blanco que les dieron esta promesa: “Este mismo Jesús, que ha sido llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo han visto irse”. Una promesa que estamos esperando todo el pueblo cristiano. Veamos otros apartes de la Biblia que nos confirman esta Palabra: “Porque, así como el relámpago que sale del oriente se ve hasta en el occidente, así será la venida del Hijo del hombre” (Mateo 24:27); “El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios” (1 Tesalonicenses 4:16); “¡Miren que viene en las nubes! Y todos lo verán con sus propios ojos, incluso quienes lo traspasaron; y por él harán lamentación todos los pueblos de la tierra. ¡Así será! Amén” (Apocalipsis 1:7).
Actualmente para unos grandes teólogos todavía no es el tiempo de su regreso. Sin embargo, hay muchos de los eruditos de la fe cristiana, que nos predicen que el tiempo actual que estamos viviendo es muy cercano a su Segunda Venida. Nadie sabe el día ni la hora, pero si hay señales como falsos profetas engañadores, guerras, hambres, terremotos; tanta maldad que hasta el amor se enfriará (Mateo 24:4-12). Personalmente, creo que ya están dadas las condiciones, pero no podemos afirmarlo categóricamente. Entonces, lo mejor es actuar como si el Señor ya fuera a venir, sin dejar de hacer lo cotidiano y que le agrada a Él.

Señor Jesús: Añoro tu regreso con la ansiedad del amor de mi corazón por Ti. Gracias porque tu Palabra no miente y tu venida es eminente. Permite que seamos sensatos y estemos alertas con oración continua y dándonos al prójimo con el amor que nos enseñaste. Gracias Señor porque tu novia, la Iglesia, te espera gozosa. ¡Ven pronto Señor Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 17 de junio de 2020

Nada ni nadie cambiará tu pacto buen Dios


En aquellos días, y en aquel tiempo, haré que brote de David un renuevo justo, y él practicará la justicia y el derecho en el país. 
Jeremías 33:15. NVI.

Lectura: Jeremías 33:14-26.  Versículo del día: Jeremías 33:15.

MEDITACIÓN DIARIA

“La palabra del Señor vino a Jeremías:  Así dice el Señor: Si ustedes pudieran romper mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de modo que el día y la noche no llegaran a su debido tiempo, también podrían romper mi pacto con mi siervo David, que no tendría un sucesor que ocupara su trono” (vv. 19-21). Es tanta la fidelidad del Señor que nos reta por decirlo así, a romper el pacto con el día y la noche tal como Él mismo lo instituyó. El sol y la luna saldrán a su debido tiempo, eso no cambia nunca como no cambiará el pacto hecho con David. Y el Hijo de David, como fue nombrado el Señor Jesús, es y seguirá siendo el renuevo justo que practicará la justicia y el derecho no solo para Israel y Judá, sino para toda la humanidad. Dios escogió a uno de la estirpe de David para gobernar sobre la descendencia de Abraham (v. 26), y en Abraham estamos los cristianos unidos a la vid como ramas injertadas que ahora participamos de la savia nutritiva de la raíz del olivo (Romanos 11:17). ¡Gloria a Dios!

Amado Dios: gracias por tu fidelidad, misericordia y amor que nos tuviste al enviar a Tu Hijo amado a morir por nuestras trasgresiones. Tú Eres el Rey de reyes por excelencia. Gracias Señor Jesús porque tu reino se extenderá por siempre y muy pronto volverás como el Mesías reinante. Gracias buen Dios porque tu Palabra se cumple a cabalidad y nada ni nadie podrá cambiar los planes de ver tu gloria reflejada en el Santo Cordero que trae justicia sobre la tierra. ¡Te adoramos y te damos honor, honra y gloria bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 16 de junio de 2020

Es el Espíritu Santo quien convence


No tengas nada que ver con discusiones necias y sin sentido, pues ya sabes que terminan en pleitos. 
2 Timoteo 2:23. NVI.

Lectura: 2 Timoteo 2:20-26.  Versículo del día: 2 Timoteo 2:23.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien le recomienda Pablo a Timoteo que evite las discusiones necias y sin sentido, porque es algo que nosotros también debemos observar. A veces tratando de compartir o de hacer énfasis en algún mensaje de la Biblia, resultamos exactamente en ese tipo de discusiones y desafortunadamente en la mayoría de los casos nos dejan más sinsabores que alegrías. “Y un siervo del Señor no debe andar peleando; más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a irritarse” (v. 24).
Igualmente, el Señor nos dejó dos pasajes al respecto: “Si alguno no los recibe bien ni escucha sus palabras, al salir de esa casa o de ese pueblo, sacúdanse el polvo de los pies” (Mateo 10:14); “No desperdicies lo que es santo en gente que no es santa. ¡No arrojes tus perlas a los cerdos! Pisotearán las perlas y luego se darán vuelta y te atacarán” (Mateo 7:6 NTV). De todas maneras, cuando las personas no entienden razones y son reacias a la Palabra de Dios, lo mejor es orar por ellas y dejar que sea el Señor quien se encargue de convencerlas. Nosotros no somos los que convencemos es el Espíritu Santo quien lo hace.

Amado Señor: te damos gracias porque nos enseñas no solamente a llevar tu mensaje de salvación sino también a saber comportarnos cuando lo estamos transmitiendo. Permite que tengamos el dominio propio para no caer en altercados que nos acaloren y no nos dejen dar el testimonio como discípulos Tuyos. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 15 de junio de 2020

Busca tu Jerusalén, tu Judea y tu Samaria


Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. 
Hechos 1:8. NVI.

Lectura: Hechos 1:1-8.  Versículo del día: Hechos 1:8.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor Jesús, en sus apariciones a sus apóstoles después de su resurrección les ordenó: “No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del Padre, de la cual les he hablado: Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo” (vv. 4-5). El Señor, les vuelve a prometer el Espíritu Santo. Y les afirma que cuando venga sobre ellos, será el Espíritu Santo quien les dé poder de ser sus testigos.
Nosotros, igual somos sus discípulos y la promesa del Espíritu Santo fue dada a los primeros para que ellos la fueran transmitiendo de generación en generación y es así como ahora nos corresponde seguir con este legado. Cuando recibimos a Jesús en nuestras vidas, también entra en nosotros tanto el Padre como el Espíritu Santo; o sea que somos sus testigos. Y siendo sus testigos, preguntémonos si hemos sabido cumplir el mandato del Señor. Analicemos cuál es nuestra Jerusalén, nuestra Judea y nuestra Samaria. Yo entiendo que mi casa se convierte en Jerusalén, mi condominio o barrio, en Judea y mi ciudad puede ser Samaria. Tenemos que ir de lo más cercano a lo más alejado difundiendo el mensaje de las Buenas Nuevas. En una palabra, cumplir la gran comisión, sin olvidar que todo empieza por casa.

Amado Señor: gracias porque tenemos en nosotros al precioso Espíritu Santo quien nos dirige a toda verdad. Gracias precioso Espíritu porque a través de Ti podemos ir a testificar la obra majestuosa que Jesús el Hijo de Dios llevó a cabo en la cruz del Calvario en favor de la humanidad. Queremos ser embajadores Tuyos. ¡Utilízanos buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 13 de junio de 2020

El Señor responderá más allá de lo imaginado


Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes. 
Jeremías 33:3. NVI.

Lectura: Jeremías 33:1-11.  Versículo del día: Jeremías 33:3.

MEDITACIÓN DIARIA

El pueblo de Judá seguía pasando por difíciles pruebas; estaban heridos de muerte porque Dios había retirado sus ojos de ellos a causa de sus maldades. Sin embargo, Dios no se quedó ahí pasmado. Les envió promesas de restauración y por eso les dice: “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”. Esa es su misericordia; su amor inmutable que desea hacernos el bien, a pesar de ser indiferentes. Él está dispuesto siempre: “Sin embargo, les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad. Cambiaré la suerte de Judá y de Israel, y los reconstruiré como al principio” (vv. 6-7). Cambia el Judá e Israel por el tuyo o el de tu país, porque estas promesas son para nosotros. “Se oirá de nuevo el grito de gozo y alegría, el canto del novio y de la novia, y la voz de los que traen a la casa del Señor ofrendas de acción de gracias y cantan: Den gracias al Señor Todopoderoso, porque el Señor es bueno, porque su amor es eterno. Yo cambiaré la suerte de este país —afirma el Señor— y volverá a ser como al principio” (vv. 10-11). Nuevamente vuelve a repetir que todo volverá a ser como al principio. ¡Gloria a Dios!
He tenido en mi corazón mucha carga por los Estados Unidos y la verdad es que me apropio de esta Palabra, porque el Señor volverá a levantar a esta nación y será grande nuevamente. Con acción de gracias volverá a cantar al Señor porque Él es bueno y su amor jamás se agota. Es el momento de unirnos y clamarle por nuestras naciones. El Señor responderá más allá de lo imaginado.

Señor Jesús: Tú bien sabes lo que está ocurriendo a nivel mundial y cómo nuestros países se han visto afectados en las diferentes áreas a causa de este virus y encierro obligatorio. Señor, te pedimos perdón por los pecados cometidos; porque nos hemos olvidado de Ti y hemos abandonado tus preceptos. Pero Tú nos dices que te clamemos y nos responderás. ¡Sana nuestra tierra bendito Dios! De una manera especial pongo ante tu Presencia a la nación de USA, a su presidente y mandatarios. Creo en tus promesas; declaro y proclamo que esta nación volverá a sus principios cristianos con los que fue levantada para la gloria y honra de tu Santo Nombre. ¡Te damos gracias y cantamos jubilosos por tu poder y gloria!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 12 de junio de 2020

Aprobados ante el Señor


Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad. 
2 Timoteo 2:15. NVI.

Lectura: 2 Timoteo 2:14-19.  Versículo del día: 2 Timoteo 2:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Continúa Pablo con las recomendaciones a su hijo espiritual Timoteo; y esto no es solamente para él sino para todos nosotros: “Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad”. Creo que muchas son las veces que vamos a la presencia del Señor sin haber perdonado o con algún pecado oculto por ahí. Se nos olvida que cuando pecamos y no pedimos perdón, la relación con nuestro Padre Dios se interrumpe. Muy seguramente, después salimos diciendo que el Señor no escucha nuestras peticiones. Pero es que para que nos escuche ante todo debemos de estar en paz con todas las personas.
Yo era de las que pensaba antes que era fácil perdonar, pero con el tiempo, el Señor me ha puesto en situaciones difíciles que han tocado fuertemente mis sentimientos y la verdad, ha sido una lucha continua para acercarme a Dios y a la vez, entender que hay que perdonar. Creo que, por eso, el amar al prójimo es un mandato. No es si quiero o no quiero; es que es así. Y también la Biblia nos enseña que no sacamos nada con amar al que nos hace bien; el detalle está en amar al que nos ha herido, ha hablado mal de nosotros, al que nos ha juzgado, etc. Presentémonos ante el Señor, sin tener de qué avergonzarnos.

Amado Señor Jesús: venimos ante Ti, primero que todo para que nos perdones y limpies nuestro corazón de todo orgullo, falsedad, mentira que le hemos creído al enemigo para consentir lo que no es. Señor, acepta nuestros cuerpos como sacrificios vivos agradables a Ti. Muchas gracias buen Señor por perdonarnos y permitir que seamos instrumento especial en Tus manos. Te adoramos bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 11 de junio de 2020

Señor: ¡Tú sabes que te amo!


Por tercera vez Jesús le preguntó: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: ¿Me quieres? Así que le dijo: —Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. —Apacienta mis ovejas —le dijo Jesús—. 
Juan 21:17. NVI.

Lectura: Juan 21:15-19.  Versículo del día: Juan 21:17.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor restituye a Pedro preguntándole tres veces si lo amaba. Las mismas veces que Pedro lo negó. ¡Cuántas veces hemos negado al Señor como Simón Pedro! La verdad es que lo negamos cuando no testificamos de Él, cuando nos olvidamos de darle el primer lugar que le corresponde; cuando no le hablamos y lógicamente cuando pecamos.
Personalmente, me gustaría que mi Maestro preguntara lo mismo conmigo, porque a pesar de ser como soy: todavía con un orgullo que a veces sale a flote; con debilidades que me hacen caer como a cualquier otra persona, hay algo ineludible y es que yo amo al Señor. Quizá me pasa igual que a Pedro, creo que yo también le contestaria con tristeza: Señor, tú lo sabes todo; ¡tú sabes que te quiero! Sí; estoy segura que sabe cuánto lo amo.

Amado Señor: Tú sabes que te amo. Enséñame a comportarme como tu verdadera hija. Gracias por escucharme y limpiarme. Permite buen Dios que se haga una realidad tu voluntad no solamente en mi vida sino en la de todos los que siguen este devocional. Gracias, muchas gracias porque tu propósito se cumplirá ente los que te amamos. ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 10 de junio de 2020

El Señor se regocijará en bendecirnos


Entonces vino la palabra del Señor a Jeremías: Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí? 
Jeremías 32:26-27. NVI.

Lectura: Jeremías 32:26-44.  Versículos del día: Jeremías 32:26-27.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta es la Palabra del Señor a Jeremías, cuando Jerusalén fue invadida por los babilonios. Dios es soberano y puede actuar como le parezca así no lo entendamos. Lo hermoso de todo esto es que, así como el pueblo judío fue deportado, también volvería a ser levantado en su ciudad. Y hay, una promesa para ellos que, sin lugar a duda alguna puede ser asimismo para nosotros por la situación que estamos viviendo: “Me regocijaré en favorecerlos, y con todo mi corazón y con toda mi alma los plantaré firmemente en esta tierra” (v. 41). A veces pareciera que en medio de crisis el Señor se apartara de nosotros, pero no es así. No hay nada imposible para Él y a nuestro buen Dios, esto que está afrontando la humanidad no le ha sido indiferente.
No importa lo que estemos viendo ahora. Miremos con ojos espirituales las promesas de Dios y sigamos adelante. Busquémoslo con más ahínco porque el Señor se regocijará en bendecirnos.

Buen Señor: te damos gracias porque el bien que nos has prometido se extiende hacia toda esta tierra que ahora está caída y maltratada. Gracias porque Tú Eres un Dios Salvador, Sanador y Proveedor. Confiamos en Ti porque tus promesas son sí y amén. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

martes, 9 de junio de 2020

Tu fidelidad es incomparable


Si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí mismo. 
2 Timoteo 2:13. NVI.

Lectura: 2 Timoteo 2:1-13.  Versículo del día: 2 Timoteo 2:13.

MEDITACIÓN DIARIA

Definitivamente, aquí nos confirma la Palabra, que la fidelidad de Dios sobrepasa todos los límites. Esto es un gran aliciente para nuestra vida. Nosotros fallamos continuamente pero su fidelidad basada en el amor que nos profesa, nunca se acaba. El Señor jamás rompe su promesa.
Estamos tan acostumbrados a no cumplir lo prometido, que creemos el Señor es igual. Algunos creen que este versículo en vez de ser promesa es advertencia. Pablo alienta a su discípulo Timoteo diciéndole esta gran verdad: “Este mensaje es digno de crédito: si morimos con él, también viviremos con él; si resistimos, también reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos negará” (vv. 11-12). Cuando el Señor nos llame a su presencia, tenemos la certeza que vamos a vivir la eternidad a su lado. Esto será lo que nos motive a ser firmes y sólidos en nuestra relación con el Salvador.

Señor Jesús: no tenemos cómo pagarte tanto amor, fidelidad e incluso misericordia. Cuando retrocedemos la mirada, nuestro corazón se constriñe al recordar cuánto nos has amado, sin nosotros merecerlo. Bendita esperanza la que nos aguarda, es la de vivir Contigo por siempre. Muchas gracias buen Dios.

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 8 de junio de 2020

Hoy te dice: ¡tira la red!


Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo. Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red. 
Juan 21:6. NVI.

Lectura: Juan 21:1-14.  Versículo del día: Juan 21:6.

MEDITACIÓN DIARIA

Yo considero que todos debemos estar atentos a la voz del Señor. Cuando Él nos manda quedarnos quietos, es quietos. Igualmente, cuando nos dice: ‘vayan por este lado’ o ‘tiren la red’ es porque sabe que será lo mejor para nosotros. Sus discípulos no habían pescado nada durante la noche, pero al amarecer, el Señor se les presentó nuevamente después de su resurrección y les pidió algo de comer. Ellos respondieron que no tenían nada (vv. 3-5). Ante esto su buen Maestro les ordena: “Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo”. Ellos obedecieron y pescaron tal cantidad de peces que incluso no podían sacar la red.
No importa si has fracasado en algún plan en especial. Hoy el Señor te manda que actúes. Quizá estás temeroso(a) de iniciar lo que tenías proyectado, pero sigue adelante que el Señor, tu Dios va contigo y te dará la victoria. Esa es la grandeza de nuestro buen Dios: permite que fallemos para después darle a Él toda la honra y gloria que se merece. Si no fuera así, seguramente nos daríamos todo el crédito nosotros. Hoy te dice: ¡tira la red!

Amado Señor: muchas gracias por estar pendiente de los tuyos. Señor, en nuestra poca fe permite que tiremos la red tal como nos lo dijiste. Sabemos que solo basta una palabra tuya para que lo dicho se cumpla. Creemos que abrirás las ventanas de los cielos y nos bendecirás de tal manera que no solo nos asombrarás a nosotros sino a todos los que tenemos alrededor. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 6 de junio de 2020

Hay una esperanza de restauración completa


Entonces las jóvenes danzarán con alegría, y los jóvenes junto con los ancianos. Convertiré su duelo en gozo, y los consolaré; transformaré su dolor en alegría. 
Jeremías 31:13. NVI.

Lectura: Jeremías 31:7-14.  Versículo del día: Jeremías 31:13.

MEDITACIÓN DIARIA

Personalmente, sí creo que hay una esperanza de restauración para la humanidad después de esta mal llamada pandemia. El Señor aquí en su Palabra nos vuelve a hablar a través del profeta Jeremías y nos dice lo siguiente: Canten jubilosos…; griten de alegría…. Hagan oír sus alabanzas y clamen: ¡Salva, Señor, a tu pueblo!” (vv.7). Él nos conducirá nuevamente hacia la tierra que brota leche y miel. En su fidelidad el Señor restaurará a sus hijos; y así sea a través de una epidemia, su amor es tan grande, que los levantará todavía mucho mejor que antes: “Entre llantos vendrán, y entre consuelos los conduciré. Los guiaré a corrientes de agua por un camino llano en el que no tropezarán” (v. 9).
El tiempo último para la mayoría no ha sido nada frutífero, pero tenemos la certeza de que Nuestro Papito Dios está al alcance de todos. Sí; hay una esperanza de restauración completa; no solamente será en el área física y material sino también en la espiritual.  Oremos dándole gracias por su Palabra que es para los suyos.

Amado Señor: gracias, muchas gracias porque Eres quien pones en cada corazón el deseo de alabarte, a pesar de las circunstancias vividas. Gracias porque somos tu pueblo y jamás nos dejarás ni abandonarás. Gracias porque confiamos en tu Palabra que es verdad. Si aún estamos débiles, ¡Aumenta nuestra fe en Ti! ¡Tú Eres Dios Poderoso e Inigualable! ¡Te adoramos magnífico Señor!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 5 de junio de 2020

Sin avergonzarnos y con la fortaleza del Espíritu Santo


Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio. 
2 Timoteo 1:7. NVI.

Lectura: 2 Timoteo 1:7-14.  Versículo del día: 2 Timoteo 1:7.

MEDITACIÓN DIARIA

Pablo exhorta a Timoteo diciéndole esta verdad. Para mí ha sido una Palabra que me recuerda no estar sola, pues Dios está conmigo y por consiguiente así no lo entienda y quizá crea, Él me ha otorgado un espíritu de poder para hablarle a otros; de amor para entender las necesidades del prójimo y de dominio propio para frenar los ataques de la carne y del maligno.  Con estos atributos podemos acercarnos sin timidez alguna, a compartir el mensaje de las Buenas Nuevas del Señor Jesucristo. “Así que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor” (v. 8a), le sigue diciendo Pablo a Timoteo y le vuelve a recalcar: “Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído” (v. 12a).
¿Sabes exactamente en quién has creído? Esto es muy importante, porque si no conocemos quién es el Señor Jesucristo, no podemos testificar de Él. “Con fe y amor en Cristo Jesús, sigue el ejemplo de la sana doctrina que de mí aprendiste. Con el poder del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida la preciosa enseñanza que se te ha confiado” (vv. 13-14). Muy importante también es tener en cuenta, no desviarnos ni a derecha ni a izquierda porque podemos caer en una doctrina falsa. Por eso, como está escrito en el versículo que sigue, con la ayuda del Espíritu Santo hay que cuidar la verdad que se nos ha enseñado. Tal vez por no saber cuidar esta preciosa verdad, algunos se han dejado llevar hacia otras doctrinas que los han alejado del Evangelio puro.

Señor Jesús: sí que necesitamos un espíritu valeroso, lleno de amor y de dominio, para salir al mundo a transmitir tu mensaje de salvación. Precioso Espíritu de Dios, ven y llénanos de tu Presencia para que sigamos la sana doctrina, sin dejarnos avergonzar, apabullar o confundir por lo que dicta el mundo. Gracias por aumentar nuestra fe bendito Dios.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 4 de junio de 2020

Fe es creer sin ver resultados


—¡Señor mío y Dios mío! —exclamó Tomás. —Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús; dichosos los que no han visto y sin embargo creen. 
Juan 20:28-29. NVI.

Lectura: Juan 20:19-32.  Versículos del día: Juan 20:28-29.

MEDITACIÓN DIARIA

 Tomás no estaba con los discípulos cuando Jesús se les apareció después de su resurrección y fue incrédulo y los discípulos le dijeron: “¡Hemos visto al Señor! —Mientras no vea yo la marca de los clavos en sus manos, y meta mi dedo en las marcas y mi mano en su costado, no lo creeré —repuso Tomás” (v. 25). Una semana más tarde volvió el Señor a visitarlos y ya estaba Tomás con ellos. “Luego le dijo a Tomás: —Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe” (v. 27). Ante esto fue que respondió Tomás: “—¡Señor mío y Dios mío!”. ¡Cuántos hay como Tomás! Son muchos a los que les cuesta creer que en pleno siglo XXI, el Señor esté todavía efectuando milagros. Es más, los hay que incluso predican la no divinidad de Cristo y decir esto es una completa blasfemia. En agosto del año 2012, por segunda vez, el Señor me sacó de mi lecho de muerte; y en diciembre de ese mismo año lo hizo con mi primo-consuegro a quien se le reventó la aorta y clínicamente estuvo muerto. Fueron dos milagros impresionantes con los que muchos de la familia pudieron comprobar la grandeza de nuestro Dios y evidenciar que Él todavía realiza milagros.
No dejes que Satanás te llene la cabeza de basura; recuerda que es el padre de la mentira y su tarea es engañar para alejar a los que más pueda de la fe verdadera. Mi oración es que estés dispuesto como Tomás a exclamar por su grandeza y poder: “Señor mío y Dios mío”, así el Señor no manifieste ningún milagro en tu vida, porque eso es fe.

Amado Señor Jesús: nos consideramos dichosos porque sin ver, hemos creído en Ti. Creemos que Eres el Hijo de Dios muerto y resucitado por todos nosotros. Señor, aumenta nuestra fe, para aprender y acrecentar cada día más tu fidelidad y misericordia. Reconocemos que Eres el Señor de señores y el Rey de reyes y necesitamos de Ti. Gracias por venir a nuestras vidas y hacernos partícipes de tu reino celestial. ¡Te adoramos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 3 de junio de 2020

Su amor incondicional nos obliga


Hace mucho tiempo se me apareció el Señor y me dijo: Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad. 
Jeremías 31:3. NVI.

Lectura: Jeremías 31:1-6.  Versículo del día: Jeremías 31:3.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Qué amor tan incondicional el de nuestro Dios! Nos parecemos mucho a Israel: obstinados, desobedientes, desagradecidos, idólatras, etc., y el Señor sigue velando por nosotros. Quizá al leer el Antiguo Testamento criticamos a Israel, sin darnos cuenta que ahora somos su pueblo y actuamos exactamente igual. Sin embargo, miremos lo que el Señor nos dice: “Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad”. Cambiemos el nombre de Israel por el nuestro; apropiémonos de su Palabra: “oh virginal Israel. Te edificaré de nuevo; ¡sí, serás reedificada! De nuevo tomarás panderetas y saldrás a bailar con alegría. Volverás a plantar viñedos en las colinas de Samaria, y quienes los planten gozarán de sus frutos” (vv. 4-5).
Una Palabra llena de promesas, que incluso, en este tiempo de adversidad, nos anima a continuar. A saber, que habrá un nuevo amanecer. Nuestro buen Dios nos levantará de nuevo y volveremos a ser como antes. El Señor nos da palabra de gozo y provisión. No dudemos de su fidelidad. Tanto amor incondicional nos obliga con Él.

Amado Señor: perdona tantas veces que te hemos abandonado y no hemos seguido de acuerdo a tu voluntad. Hemos sido también tercos queriendo seguir nuestro propio camino y olvidando el mucho bien derramado sobre nuestras vidas. Aun así, Tú nos muestras el amor verdadero. ¡Gracias, muchas gracias por tanto amor ofrecido sin merecerlo! ¡Tú Eres la razón de nuestro existir! ¡Te amamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.