¡Levanta la voz por los que no tienen voz! ¡Defiende los derechos de los desposeídos! ¡Levanta la voz, y hazles justicia! ¡Defiende a los pobres y necesitados!Proverbios 31:8-9.
Lectura: Proverbios
31:1-9. Versículos del día: Proverbios
31:8-9.
MEDITACIÓN DIARIA
No tienen voz los
indefensos, los desprotegidos; en una palabra, la población más vulnerable.
Aquellos que no tienen dinero para pagar un abogado y los despojan de sus
pertenencias. Infortunadamente en nuestro país vemos estos casos a diario. Al
campesinado lo han desalojado de sus terruños donde muchos han tenido sus
tierritas desde siempre ya que han pasado de generación en generación, y de la
noche a la mañana se encuentran en la calle porque grupos al margen de la ley
los han hecho entregar sin querer lo que ha sido su trabajo y fuente de
ingresos por años. La injusticia social sigue latente y los de cuello blanco
también roban y maltratan, sin darse cuenta que esto es lo que vale para la tan
anhelada paz. Isaías dice que la paz es producto de la justicia, y su fruto
serán tranquilidad y seguridad (Isaías 32:17), y así es.
Nosotros como
cristianos tenemos una misión que cumplir con esta población. ¿Cómo? Primero que todo si nos uniéramos como una
sola fuerza podríamos lograr mucho. Da tristeza sin embargo, que las iglesias
cristianas están llenas de gente pero gente no comprometida. Gente que busca
sus propios intereses y el dolor ajeno le es indiferente. Al menos, creo que
podemos colocar nuestro granito de arena cuando tenemos que elegir a los que
regirán el rumbo de la nación. Tomar conciencia ciudadana y hacer las cosas
como Dios desea que se hagan. Si nuestro corazón no se conduele con el
necesitado quiere decir que poco conocemos a Dios. Individualmente también
podemos contribuir con la causa, compartiendo algo de lo que Dios nos ha
regalado. Hay que consolar y asistir al desprovisto. Seguro que si miramos más
allá, vamos a encontrar la manera de ofrecer ayuda y Dios nos lo agradecerá
porque servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor y Él tendrá muy en
cuenta estas buenas acciones (Proverbios 19:17). Aprendamos con ojos compasivos
a ser parte de la solución y no del problema, sin cansarnos de hacer el bien.
Amado Padre: Agradecemos
tu amor y bondad por permitirnos vivir sin premuras. Señor, enséñanos a
compartir lo que tenemos y a dar sin prejuicio ni tacañería, sabiendo que Tú
nos devolverás al ciento por uno la semilla sembrada.
Un abrazo y
bendiciones.