martes, 31 de enero de 2017

Nuestros hijos son en préstamo

Ahora yo, por mi parte, se lo entrego al Señor. 
1 Samuel 1:28.

Lectura: 1 Samuel 1:1-28.  Versículo del día: 1 Samuel 1:28.

MEDITACIÓN DIARIA

Ana era la esposa de Elcaná un hombre de la tribu de Efraín. Tenía dos esposas: Ana y Penina; Penina tenía hijos pero Ana era estéril y por esto era atormentada por Penina cuando iban al Tabernáculo cada año a rendirle culto al Señor y Ana terminaba llorando (vv. 1-6). Una vez Ana se quedó orando y clamándole al Señor por un hijo, “Entonces hizo este voto: Señor Todopoderoso, si te dignas mirar la desdicha de esta sierva tuya, y si en vez de olvidarme te acuerdas de mí y me concedes un hijo varón, yo te lo entregaré para toda su vida, y nunca se le cortará el cabello” (v. 11). El Señor se acordó de la súplica y le concedió el hijo. Ella le puso por nombre Samuel y cuando dejó de amamantarlo lo llevó al tabernáculo en Siló para cumplirle al Señor su promesa (vv. 24-28). Una lectura que nos deja por un lado la promesa de Jeremías 33:3: “Clama a mí y te responderé”; donde se nos muestra la fidelidad del Señor y la confianza y esperanza de Ana.
También es de admirar la decisión y premura de Ana en cumplir su voto al Señor. Esto es muy relevante porque muchas veces los padres en general, pero especialmente las madres somos dadas a creer que los hijos son nuestros sin tener en cuenta que solamente son prestados por Dios. Somos más bien, administradores de ellos aquí en la tierra y precisamente tenemos que dar cuenta sobre esa administración que les suministramos. Entregarle un hijo al Señor implica inclusive su vida misma. Vale la pena preguntarnos si el Señor nos pidiera que se los devolviéramos ¿estaríamos dispuestos a afirmar como Ana? Esto me recuerda una madre desconsolada cuando su hijo joven murió a causa de un accidente y al enterrarlo en medio del llanto, sus palabras fueron más o menos así: ‘Me lo prestaste por un tiempo y yo te lo devuelvo’. No debió ser nada fácil para Ana esta promesa pero también ella le demostró al Señor su fidelidad y su entereza al entregarlo para Él.

Amado Señor: Gracias por los hijos que nos has dado en préstamo y por la gran responsabilidad que tenemos de criarlos y levantarlos en el temor tuyo. Gracias por sus vidas. Enséñanos a través de este devocional a ser leales Contigo y cumplirte siempre lo prometido, así nos duela.

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 30 de enero de 2017

¡Bendita misericordia la del Padre!

Aunque sé muy bien que esto es cierto, ¿cómo puede un mortal justificarse ante Dios? 
Job 9:2.

Lectura: Job 9:1-35.  Versículo del día: Job 9:2.

MEDITACIÓN DIARIA

Fuimos creados por Dios y Él es Soberano, Señor y Amo. Job entendió muy bien su posición y aun sabiendo todo el sufrimiento por el que estaba pasando, no se atrevía a contender con Él. “Si uno quisiera disputar con él, de mil cosas no podría responderle una sola” (v. 3), reconoce. Es de admirar su respeto y sometimiento a Dios. Esto es una buena lección para aprender, puesto que estamos acostumbrados a demandarle todo lo que necesitamos, deseamos y esperamos, en vez de rendirle pleitesía, honor y adoración como se merece. Creo que el Señor es tan bondadoso que nosotros abusamos de su amor, fidelidad y misericordia.
Aprendamos a poner en práctica el ejemplo de Job. A pesar de su dolor y aflicción, nunca denegó de su Creador. Ante las acusaciones de sus amigos con mucha sabiduría y rendición les aclara afirmando: “Aunque sé muy bien que esto es cierto, ¿cómo puede un mortal justificarse ante Dios?”; ¿Cómo entonces podré yo responderle? ¿Dónde hallar palabras para contradecirle? Aunque fuera yo inocente, no puedo defenderme; de mi juez solo puedo pedir misericordia” (vv. 2 y 14-15). 
Así es: de mi juez solo puedo pedir misericordia. Tengo que ser sincera al decir que el libro de la Biblia que menos me gustaba para leer era el de Job. Ahora que dispuse mi corazón no solamente para leerlo pausadamente sino con el ánimo de dejarme guiar por el Espíritu Santo para meditar sobre cada lectura, he comprendido verdades como ésta que me estremecen reconociendo el amor sobrenatural de Dios. Un amor ágape donde el bien que me ofrece es de perdón y reconciliación. Como ser humano no merezco tanto. ¡Bendita misericordia la de mi Padre hacia mí!

Amado Padre Celestial: Te doy muchas gracias por tu Palabra que cada vez me permite entender mejor lo que es en realidad la gracia. Te ruego que a cada persona que lee este devocional también le convenzas y afirmes su fe, haciéndole comprender la magnitud de lo que significa el amor tuyo desbordado en misericordia y perdón sin merecerlo. ¡Eres Inigualable buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 28 de enero de 2017

Bendiciones del justo

Si los justos reciben su pago aquí en la tierra, ¡cuánto más los impíos y los pecadores! 
Proverbios 11:31.

Lectura: Proverbios 11:18-31. Versículo del día: Proverbios 11:31.

MEDITACIÓN DIARIA

Hablemos solamente del justo; justo es quien obra rectamente. La Biblia habla del justo, del recto, del íntegro, del bueno, del de conducta intachable o del correcto, y su significado es el mismo. En el momento en que recibimos al Señor Jesucristo en nuestras vidas y aceptamos lo que Él hizo en la cruz, llevando el peso de todos nuestros pecados (1 Pedro 2:24), ya somos justificados (Romanos 5:1), y si somos justificados entramos a formar parte de la familia de los justos. Así que al declararnos justos nos corresponde obrar íntegramente. Miremos entonces algunas bendiciones del libro de Proverbios que obtendremos al obrar de ese modo: su ayuda y  protección (2:7); su esplendor va en aumento (4:18); siempre tendrá alimento (10:3); recordado cuando muera (10:7); andará seguro (10:9); deseos cumplidos y firmeza en la prueba (10:24-25); futuro halagüeño, refugio seguro, labios bondadosos (10:28-32); guía de su prójimo (12:26); aborrece la mentira (13:5); medita sus respuestas, escuchado cuando ora (15:28-29); hijos que siguen su ejemplo (20:7); muestra su generosidad (21:26); se cae pero se levanta (24:16); vive confiado (28:1).
Dios no se queda con nada guardado. El fruto de lo que sembremos, eso cosecharemos. Aparte de que las buenas acciones producen satisfacción y gozo, se están sembrando semillas de bendición que redundarán bien sea en la persona justa o en un ser querido. Tienes la decisión de obrar en tus manos y eso recibirás.

Amado Señor: Gracias por habernos justificado con tu sacrificio; gracias porque al instruirnos con tu Palabra nos enseñas a ser personas de conducta intachable, justas ante tus ojos. Gracias por tantos favores que nos regalas cuando hacemos honor a la palabra ‘justos’. Permite que cada día nos arraiguemos más de Ti para llegar a la estatura tuya. Eres un Dios misericordioso y bondadoso. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones. 

viernes, 27 de enero de 2017

Enséñanos a arrodillarnos ante Ti

Vengan, adoremos e inclinémonos. Arrodillémonos delante del Señor, nuestro creador,   porque él es nuestro Dios. Somos el pueblo que él vigila, el rebaño a su cuidado. ¡Si tan solo escucharan hoy su voz!. 
Salmo 95:6-7 NTV.

Lectura: Salmo 95:1-11. Versículos del día: Salmo 95:6-7.

MEDITACIÓN DIARIA

Este Salmo nos invita a cantarle al Señor, a aclamarlo e inclinarnos para adorarlo. Él es nuestro Dios y Creador. Es nuestro Amo y Rey quien merece se le rinda toda la pleitesía porque no hay nadie más digno de recibirla que Él. Somos su pueblo; sus ovejas que están en el redil y es a nosotros a quienes se nos hace este llamado. ¿Por qué nos cuesta tanto adorarle? Si un día le dijimos que fuera nuestro Señor, entonces nos corresponde tratarlo como tal. Esa última parte es para ti, para mí, para toda la comunidad de creyentes: “¡Si tan solo escucharan hoy su voz!”. Tanto desea el Señor nuestra adoración, alabanza y gratitud que su exclamación es más que un lamento; casi que es una súplica.  Una súplica que debe incitarnos a convertirnos en verdaderos adoradores con la imperiosa necesidad de convertirla en práctica del diario vivir.
Aprendí de la “Celebración de la disciplina” que la genuina adoración tiene un líder que es Jesucristo, porque Él está vivo y presente entre su pueblo con todo su poder. Y así como nos dice Colosenses debemos acatarlo: “Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido. Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de él” (Colosenses 3:16-17 NTV).

Amado Señor: Tal vez, de cuando en cuando nos acordamos de adorarte pero no lo hacemos como lo mereces. No queremos ser sordos a tu voz. Enséñanos a alabarte y adorarte con un corazón agradecido. Nos arrodillamos ante Ti para decirte que eres el más grande y majestuoso Dios. Instrúyenos con tu infinita sabiduría para cantarte sin cesar, himnos espirituales que provoquen en nosotros un modo de vida habitual. Muchas gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 26 de enero de 2017

Lo mejor: buscar la dirección de Dios

Pero, si tú vuelves la mirada a Dios, si le pides perdón al Todopoderoso, y si eres puro y recto, él saldrá en tu defensa y te restablecerá en el lugar que te corresponde. 
Job 8:5-6.

Lectura: Job 8:1-22. Versículos del día: Job 8:5-6.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando la adversidad llega y estamos en el desierto, lo menos que queremos oír es que nos digan que seguramente tenemos un pecado oculto y por eso estamos en la que estamos. ¡Qué tristeza! En general ese es el decir de los que se creen muy justos y tal pareciera que en vez de animarnos, se alegraran de nuestra desgracia. Si bien es cierto que sí aprendemos en el tiempo de aflicción, también es cierto que no siempre las congojas vienen por falta de oración o de dedicación a Dios. Precisamente tenemos el ejemplo de Job quien era recto a los ojos de Dios, pero Satanás pidió permiso para atormentarlo. 
Mi experiencia me ha enseñado respecto a la adversidad, dos cosas: la primera que soy de gran estima para Dios y por eso, Él conociéndome, la permite para que en ningún momento deje de estar a su lado. En segundo lugar, como muy personal, sí he aprendido de esas experiencias negativas, a sacar provecho hasta el punto de verlas como positivas; y de hecho fue en una circunstancia adversa, donde el Señor me mostró a través del Espíritu Santo enviar mis devocionales diariamente. Claro, considero que las experiencias no sirven como un patrón, puesto que cada persona es diferente y Dios trata a cada una también de manera diferente. O sea, no puedo decir que mi experiencia, sea exactamente la misma para el que esté atribulado. Y como encime, es la mejor manera de ponerme en los zapatos del que esté pasando esa prueba y ser de verdad consoladora. Creo que lo mejor en estos casos, es escuchar directamente la voz de Dios para que el dedo acusador no llegue de parte de nadie; el Espíritu Santo nos escudriñará y manifestará lo pertinente.

Amado Señor: Cuando pasemos tiempos de prueba, enséñanos a buscar tu rostro y esperar la revelación tuya que sin duda será el mejor consejo a seguir, y serás Tú mismo dándonos el consuelo y la fortaleza para resistir. ¡Gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 25 de enero de 2017

Mañana, tarde y noche a tu lado

¡Cuán bueno, Señor, es darte gracias y entonar, oh Altísimo, salmos a tu nombre; proclamar tu gran amor por la mañana, y tu fidelidad por la noche! 
Salmo 92:1-2.

Lectura: Salmo 92:1-15.  Versículo del día: Salmo 92:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Empezar el día con acción de gracias al Señor por el descanso que nos ha dado y la oportunidad de tener un nuevo amanecer donde podemos ver la luz del sol, sentir su calor, escuchar el canto de las aves y respirar el aire para oxigenarnos es bueno, saludable y reconfortante  para nuestro espíritu. Esto es anunciar su amor en las mañanas, diciéndole cuán felices estamos de poder vivir un día más. A lo largo de ese día podemos alabarlo por sus grandes maravillas (vv. 4-5), bien sea porque hay un sol esplendoroso o una lluvia torrencial, porque ahí también está su mano bondadosa. Y qué no diremos si tenemos la oportunidad de ir al campo, observar sus montañas, ríos o llanuras; o ir a la playa y regocijarnos con sus olas, gaviotas, cangrejos y garcitas. Es que si detallamos cada paso que damos, vamos a encontrar motivos suficientes para alabarle y adorarle como lo merece.
Ya al terminar antes de acostarnos, repasar cada uno de los acontecimientos vividos, y reencontrarnos nuevamente con nuestro Dios proclamando su fidelidad en todo momento. Fidelidad que cubre con su amor, protección y enseñanza; además de la experiencia que nos ha quedado del día que pasó.

Sí buen Dios: Es tan maravilloso estar vivos y despiertos porque es la oportunidad que tenemos para exaltarte y reconocer que eres Majestuoso y Soberano. Muchas gracias por la vida que nos das. Alabamos y bendecimos tu Nombre porque te tenemos a Ti que eres un Dios Justo, Santo y Poderoso  y porque nos has hecho partícipes de esta creación tuya teniendo cuidado de nosotros tanto en el día como en la noche.

Un abrazo y bendiciones.

martes, 24 de enero de 2017

Pruebas y dificultades

¿Qué es el hombre, que le das tanta importancia, que tanta atención le concedes, que cada mañana lo examinas y a toda hora lo pones a prueba? Job 7:17-18

Lectura: Job 7:17-21.  Versículos del día: Job 7:17-18.

MEDITACIÓN DIARIA

A Job, el hombre que vivía plenamente con su familia y sus riquezas, le da un giro total su vida y lo pierde todo. Y considero que a veces las personas resisten más sus pérdidas materiales a las de su salud. Job fue probado con una enfermedad repugnante y en medio de su desolación le pregunta a Dios ¿por qué le da tanta importancia al hombre, que lo vive examinando y poniéndolo a prueba?
Al ver tanta calamidad en Job, viene a mi memoria la infinidad de veces que hemos perdido la paciencia, la paz y hasta la armonía en el hogar por situaciones muchísimo inferiores a las que tuvo que afrontar este hombre. Cuántas veces nos airamos porque las cosas no nos salen como las habíamos previsto; porque tal persona no llegó a tiempo a la cita; porque hay trancón y vamos a llegar tarde al trabajo o al estudio; porque la comida no quedó como la esperaba y así sucesivamente. Lo triste es que en la mayoría de casos afectamos a los que nos rodean con nuestro inconformismo y malos genios. Si analizamos con cabeza fría las situaciones no son nada en comparación a las de Job. Por otro lado, si hacemos un cuadro de lo bueno y lo malo que nos sucede, estoy segura que ganará lo bueno. Es que estamos tan acostumbrados a lo bueno, que ni siquiera lo detectamos. Por ejemplo: la vida, la comida, el vestido, el hogar, etc., etc., no los valoramos porque los tenemos como parte habitual y son grandes beneficios que Dios nos ha otorgado. Pero nos preocupamos muchas veces porque esa comida no fue de mi agrado o porque no me alcanzó el tiempo para salir a dar una vuelta caminando, cuando en otro lado del mundo tienen que esconderse para que no lleguen a matarlos o porque simplemente no tienen qué comer.
Reflexionemos sobre tantas pequeñas cosas que nos roban la paz y no nos dejemos llevar por insignificancias que nos atormentan y van en contra de la sana convivencia. Y si nos llegan pruebas difíciles aferrémonos fuertemente al Señor como lo hizo Job y demos gracias por ellas. En alguna parte leí que las pruebas son inexplicables, que si tuvieran explicación dejarían de ser pruebas y así creo que es.

Amado Dios: Gracias porque cuando las pruebas de verdad llegan, es porque has puesto tu mirada en nosotros y somos preciosos para Ti. Te rogamos Señor que nos enseñes a no ponerle tanto color a las dificultades pasajeras sino más bien enfrentarlas con carácter bondadoso para que cuando vengan las fuertes ya tengamos experiencia y sean más fáciles de soportar. Gracias porque todo lo que nos pasa no es casual sino instrucción tuya.

Un abrazo y bendiciones. 

lunes, 23 de enero de 2017

Armonía preciosa y refrescante como efecto del servicio

¡Qué maravilloso y agradable es cuando los hermanos conviven en armonía! 
Salmo 133:1 NTV.

Lectura: Salmo 133:1-3.  Versículo del día: Salmo 133:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Los versículos siguientes nos dicen que la armonía es preciosa  como el aceite de la unción de Aarón. Moisés utilizó el aceite no solamente para ungir a Aarón como primer sacerdote de Israel, sino a todos los sacerdotes dedicados al servicio de Dios. Y que es refrescante como el rocío que cae sobre las montañas del monte Hermón (vv. 2-3).Tenemos que entender que ahora también somos sacerdotes del Rey (1 Pedro 2:9 NTV), y si somos sacerdotes nos corresponde servir. Es el ministerio que llama Richard Foster de la toalla, recordando que el Señor fue quien lavó los pies a sus discípulos.
Bien sea en la Iglesia, en el hogar o en una institución, siempre será bienvenida la armonía; la armonía que proviene de un amor genuino y que está dispuesta a servir tal como nos lo enseñó el Señor Jesucristo (Juan 13:12-16). Y el Señor termina después del lavatorio con lo siguiente: “Ahora que saben estas cosas, Dios los bendecirá por hacerlas” (Juan 13:17). Recibiremos bendición aparte de vivir gozosos en medio de una armonía preciosa y refrescante. ¡Qué buen papel hace el don del servicio!  

Señor Jesús: Tú declaraste que el siervo no es más que su amo, ni el mensajero más que el que lo envió. Ahora como sacerdotes tuyos que somos queremos vivir en armonía y entender lo precioso y refrescante que es practicarla; enséñanos a tener en cuenta las necesidades y valores de los demás para que en la sana convivencia podamos servir como el ejemplo que nos has trasmitido. ¡Gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 21 de enero de 2017

Tu eres el refugio seguro

El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. 
Salmo 91:1.

Lectura: Salmo 91:1-16.  Versículo del día: Salmo 91:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Habitar con el Señor es convivir con Él. Es movernos de un lado para otro en la casa de nuestro cuerpo sabiendo que estamos morando con el Gran Yo Soy. En una palabra, es hacer a Dios partícipe de nuestros quehaceres como lo decía en el devocional anterior. Este abrigo nos envolverá con su sombra poderosa y sobrenatural. “Yo le digo al Señor: Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío” (v. 2). Si en verdad lo declaramos, entonces el Señor nos devolverá protección y seguridad. Nos cuidará bajo sus alas y no habrá temor de la noche ni de balas que salgan disparadas con rumbos desconocidos; no temeremos a enfermedades  ni a catástrofes que destruyan. El Señor mismo pondrá a nuestra disposición a ángeles que nos cuiden en los caminos para que no tropecemos y a la vez si es necesario, podamos enfrentar a víboras y leones.
Estas son sus fieles promesas de protección que obtendremos si el Señor es nuestro refugio. A Él le placerá y por consiguiente nos responderá aun en momentos de angustia librándonos y llenándonos de honores. Como si todo esto fuera poco, nos bendecirá aquí en la tierra con largos años de vida y nos permitirá gozar el regalo de la salvación. Muchas personas tienen el Salmo 91 como amuleto. Nuestro Dios no es de fetiches ni de talismanes ni cosas parecidas, es un Dios real. Hagamos del Salmo 91 una evidencia en nuestro diario vivir. El Señor es nuestro refugio seguro.

Gracias Señor porque bien sabemos que si recurrimos y confiamos en tu Nombre,  estarás listo a protegernos y rescatarnos en medio de las dificultades. Gracias porque son los privilegios que nos das al acercarnos a Ti. Tus fieles promesas siempre serán el refugio seguro para enfrentar los peligros que nos acechan y de los cuales Tú nos proteges, llevándonos de tu mano. ¡Bendito eres buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 20 de enero de 2017

La rutina puede ser parte de nuestra adoración

Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad. 
Juan 4:23.

Lectura: Juan 4:1-26.  Versículo del día: Juan 4:23.

MEDITACIÓN DIARIA

En el pasaje de hoy, el Señor hablaba con una mujer samaritana, cosa que en esos tiempos estaba mal vista porque no había ninguna relación entre judíos y samaritanos (v. 9). Sin embargo el Señor con su infinito amor y bondad se acerca a esta mujer para atraerla hacia el reino y anunciarle el perdón de pecados y la salvación. La samaritana podría ser el ejemplo clásico de una persona en nuestros tiempos. Actualmente también el pecado es lo común y tal pareciera que lo que se hace es lo normal. Pero precisamente a eso vino Jesús, a rescatarnos del pecado y darnos agua de vida eterna (vv. 10-13).
Cuando ya esta mujer le acepta y le pide de su agua, el Señor le afirma que la hora en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad ya ha llegado (v. Así es: tan pronto como obtenemos el perdón de pecados al aceptar al Señor Jesús en nuestras vidas, tenemos el acceso al Padre y es nuestro deber rendirle adoración en espíritu y en verdad. Algo que aprendí del libro de Richard Foster cuando habla de la disciplina de la adoración, es que esta expresión de adoración en espíritu y en verdad,  “se enciende en nosotros solo cuando el Espíritu de Dios toca el espíritu humano”. Y más adelante Foster enseña que la vamos cultivando, cuando “Dejamos a un lado las demandas del día y nos llenamos de adoración interna a Dios. Trabajamos y jugamos y comemos y dormimos y, sin embargo, estamos oyendo, siempre oyendo, a nuestro Maestro”. Yo le decía al Señor comúnmente que le entregaba todas mis acciones del día; e incluso cocinando hablaba con Él haciéndole cómplice también de mis tareas, pero no sabía que estos actos implicaban adoración. ¡Qué bonito saberlo!
Así que he aprendido esto y es lo que más les deseo compartir, que rendirle culto a Dios y amarlo con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerzas, radica en hacerlo partícipe absolutamente de todo lo nuestro y cotidiano. Aprenderlo y practicarlo dará una nueva visión, estrategia y significado a nuestra vida.

Amado Dios: Gracias por enseñarnos en cada nuevo día tareas maravillosas que redundan en alegría, bienestar y seguridad, dándole un sentido mayor a nuestra vida y sabiendo que verdaderamente estás ahí, adentro con nosotros, no solamente recibiendo estos como adoración sino complaciéndote y guiándonos también. Tómalo todo buen Dios: sentimientos, movimientos, pensamientos y esfuerzos; que todo sea para conversar Contigo, alabarte y adorarte como lo mereces. ¡Grande y maravilloso eses Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 19 de enero de 2017

Disfrutamos el ser tus hijos

Dichosos los que saben aclamarte, Señor, y caminan a la luz de tu presencia; los que todo el día se alegran en tu nombre y se regocijan en tu justicia. 
Salmo 89:15-16.

Lectura: Salmo 89:14-18.  Versículos del día: Salmo 89:15-16.

MEDITACIÓN DIARIA

¿Quiénes son los que conocen del Señor y le aclaman? ¿A quiénes les corresponde caminar bajo su luz, alegrarse en su Nombre y regocijarse con su justicia? Nosotros, los cristianos tenemos ese derecho que a la vez es deber. Cuando recibimos al Señor en nuestras vidas, entran también el Padre y el Espíritu Santo y ya tenemos una vía directa al diálogo con el Padre en el nombre de Jesús y es su Santo Espíritu quien nos guía y lleva a toda verdad. ¡Gloria a Dios! Ya no andamos solos, tenemos al más Grande Papá ¡Nos gozamos de ser sus hijos!
Dice más adelante: “Porque tú eres su gloria y su poder; por tu buena voluntad aumentas nuestra fuerza. Tú, Señor, eres nuestro escudo; tú, Santo de Israel, eres nuestro rey” (vv. 17-18). Lo tenemos todo: gloria, poder, fuerza y escudo. El Señor es nuestro gran Rey. Los hijos del Rey tienen privilegios especiales y esos son los que el Rey de reyes nos ofrece. Quizá nunca recapacitamos sobre las grandes ventajas que tenemos; nos contentamos con saber que somos salvos. Pasa creo que es como cuando tenemos derecho a un seguro especial de salud, pero si no nos documentamos bien, pues no gozaremos de sus beneficios. Aquí es igual, tenemos que documentarnos en su Palabra: indagar, aprender y tomarla para sí. Esta será la manera de gozar de su gloria, poder, fuerza y escudo y alegrarnos de ser sus hijos.

Buen Señor: Nos regocijamos por conocer quién eres y saber de tu justicia. Gracias por ser nuestro Sumo y Gran Rey. Gracias por saber que eres el encargado de levantarnos y glorificarte en nuestras vidas. Gracias por las fuerzas que renuevas cada mañana. Enséñanos a escudriñar las Escrituras para comprender otras tantas cosas beneficiosas que nos tienes y de las cuales no gozamos por no buscarlas. ¡Bendito eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 18 de enero de 2017

Nuestro Gran Protector

El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre. 
Salmo 121:8.

Lectura: Salmo 121:1-8.  Versículo del día: Salmo 121:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Muchas veces salimos de casa y ni nos acordamos de poner en manos del Señor su protección. Tal vez creemos que también sale y se esconde cuando no es así; ni siquiera duerme por cuidarnos tanto de día como de noche. Está pendiente que no resbalemos y caigamos. Nuestra vida es para Él tan preciosa que nos vive guardando. En otros Salmos nos dice que como a la niña de sus ojos; también es tan protector que si es posible y se necesita, nos cobija como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas  (Salmo. 17:8).
Este Salmo nos invita a invocar su Nombre cuando salgamos de casa. Empecemos a colocar en sus manos todo, lo concerniente con nuestra vida porque de Él proviene el socorro. Los invito a leerlo todo. Es muy corto pero muy explicativo para tomarlo y hacerlo parte de nuestra rutina diaria (vv. 1-8).

Amado Señor: Gracias por tu protección que siempre estás dispuesto a darnos. Gracias porque vas adelante abriéndonos caminos para que no cojamos por el equivocado y resbalemos. Aun Señor si resbalamos, estás ahí para tendernos tu mano bondadosa y volvernos a la vera. Gracias porque sea de día o de noche tu manto protector nos cubre y nos envuelve por completo. Gracias Señor por entender este beneficio y llevarlo como una de tus buenas promesas. ¡Te amamos buen Dios y Señor!

Un abrazo y bendiciones.


martes, 17 de enero de 2017

Gracias Dios por mi vida

Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos. 
Salmo 139:16.

Lectura: Salmo 139:1-16. Versículo del día: Salmo 139:16.

MEDITACIÓN DIARIA

Mi Señor, hoy solo quiero dedicarte este devocional a Ti. Quiero que sepas lo agradecida que estoy al entender que desde tiempo atrás, mi nombre ya estaba plasmado en tu libro. Que formaste mis entrañas y te regocijabas cuando mis huesos se estaban entretejiendo y cuando ni siquiera mis padres sabían algo de mí. Me elaboraste con tu mano sabia y nada hubo que sobrara o faltara; tu creación es admirable y maravillosa. En tu infinita sabiduría ya lo sabías todo: conocías mi infancia, mi adolescencia, mi madurez y hasta cómo terminará mi vejez. Conocías mis gustos, tristezas y alegrías; conocías mis caídas y mis levantares. Gracias porque a través de los años me has ido cultivando y guardando. Me envuelves por completo cubriéndome con tu preciosa mano; me dejas extasiada mi Dios y vuelvo a preguntar: ¿quién soy para que me ames tanto? ¿Quién soy para que me cuides como a la niña de tus ojos? Donde quiera que yo vaya, ahí estarás Tú abrigándome por si estoy desamparada y buscándome para que no me desvíe del camino.
Los días que me quedan te ruego mi Señor, me enseñes a administrarlos bien. Quiero aprovecharlos al máximo disfrutando lo que me has regalado durante estos años; no son bienes materiales son los tesoros más preciados como mi esposo, mis hijitos y por ahora mi Juanita; pero también están los que me rodean como hermanos, familiares y amigos. Todo lo deseo hacer de la mejor manera para agradarte y para cumplir tu voluntad. ¡Eres Sin igual Dios Grande y Poderoso! ¡Te amo Papito Dios; amo a tu Hijo Jesús y amo a tu Santo Espíritu! ¡Toda honra, toda gloria y honor sean para el Dios trino que me vio nacer!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 16 de enero de 2017

Practiquemos el amor verdadero

Pero el amor cubre todas las faltas.
 Proverbios 10:12b.

Lectura: 1 Corintios 13:4-7. Versículo del día: Proverbios 10:12b.

MEDITACIÓN DIARIA

Le pregunté al Señor sobre qué haría mi devocional y Él puso en mi corazón el hablar sobre el amor. Es que es tan fácil decir que amamos de dientes para afuera, pero sin asumir de verdad el más preciado don que tenemos para compartir. Ahora se habla del amor como algo pasajero y trivial; algo que hoy está, pero quizá mañana no; y lo vemos como normal cuando no lo es. El primer mandamiento es amar a Dios sobre todas las cosas y el segundo al prójimo como a nosotros mismos. Me atrevería a decir que ni a Dios ni al prójimo amamos sinceramente. Las parejitas de novios se juran amor eterno, se casan y al cabo de tres, cinco o diez años ya están aburridas y se separan así nada más. Dice el versículo del día, que el amor cubre todas las faltas; y en la lectura leemos sobre el amor, lo siguiente: “Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (v. 7 en la lectura). Esto me hace recapacitar sobre la clase de amor que tenemos que entregar. No hay persona perfecta; por lo tanto toda relación va a tener altibajos que hay que aprender a soportar porque el amor todo lo disculpa, todo lo cree y todo lo espera. El príncipe azul o la princesa rosa solamente los vemos en los cuentos de hadas. Nosotros tenemos que poner los pies en la tierra y entender que todos sin excepción cometemos errores y que se tienen tanto cualidades como defectos. Que poseemos tanto fortalezas como debilidades y que ahí es la parte donde entra a funcionar el verdadero amor.
Revisemos nuestras vidas y reflexionemos si al amigo(a), al hermano(a), al novio(a), al esposo(a), a los padres les estamos ofreciendo el amor que nos manda Dios. ¿Si estamos dispuestos a disculpar toda ofensa, a creer, a esperar y a soportarlo todo?

Señor mío y Dios mío: cuántas veces te hemos dicho que te amamos pero si ni quiera podemos amar al hermano que está a nuestro lado y vemos continuamente, mucho menos lo haremos contigo. Te rogamos que pongas en cada uno de nuestros corazones una sobredosis de amor genuino y sincero, para que en verdad el mundo nos conozca por esa virtud tan preciada y brindemos la clase de amor que tú deseas. Gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 14 de enero de 2017

Compasión y misericordia

Uno debería ser compasivo con un amigo abatido, pero tú me acusas sin ningún temor del Todopoderoso.
 Job 6:14 NTV.

Lectura: Job 6:1-30.  Versículo del día: Job 6:14.

MEDITACIÓN DIARIA

Leyendo el capítulo 6 de Job, noto que sus amigos llegaron con los egos muy subidos y dispuestos a prejuzgar; y lo que menos desea una persona que está atribulada es que se le sermonee, más cuando como en este caso era injusto. Job, en su respuesta a Elifaz, llama a sus amigos, hermanos y les reprocha el ser tan poco confiables. Ellos se parecen a un arroyo desbordado en primavera; un arroyo que en el calor confían que esté, pero el agua desparece (vv. 15-16). Cuando de verdad espera su comprensión, su bondad y hermandad no la encuentra. “Tampoco ustedes han sido de ayuda, han visto mi calamidad y les da miedo” (v. 21). ¡Qué triste! Y lo que les reclama es que si tienen pruebas, las demuestren; les pide que si está equivocado, le enseñen porque es preferible a que lo increpen. “Las palabras sinceras pueden causar dolor, pero ¿de qué sirven sus críticas? ¿Creen que sus palabras son convincentes cuando ignoran mi grito de desesperación? Ustedes hasta serían capaces de enviar a un huérfano a la esclavitud” (vv. 25-27). ¡Hasta dónde llega su arrogancia! “Dejen de suponer que soy culpable, porque no he hecho nada malo” (v. 29). Estos tales amigos aplicaron bien el dicho de: ‘Al caído, caerle’.
Reflexionemos: hay que aprender a ser compasivos cuando Dios nos utilice. ¿Acaso nosotros somos más buenos que los demás? ¿Qué clase de amistad entregamos a los que llamamos amigos? Ofrezcamos misericordia para que cuando la necesitemos, la recibamos también. 

Gracias Señor por tu Palabra. Enséñanos antes de ir a criticar, a ver la paja en nuestro propio ojo. Danos un corazón sensible a las necesidades ajenas y un amor incondicional hacia nuestras amistades. Que nosotros levantemos en vez de derrumbar.

Un abrazo y bendiciones,


viernes, 13 de enero de 2017

Indaguemos cómo instruirnos para crecer

Instrúyeme, Señor, en tu camino para conducirme con fidelidad. Dame integridad de corazón     para temer tu nombre. 
Salmo 86:11.

Lectura: Salmo 86:1-17.  Versículo del día: Salmo 86:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Creo que por más versada que sea una persona en la Palabra de Dios, por más años que se lleve como cristiano o por más títulos eclesiásticos que se tengan, siempre es necesaria la instrucción. Dios nunca deja de enseñarnos y a veces creo que lo hace dependiendo de nuestra necesidad. Podemos pasar muchas veces sobre el mismo versículo o párrafo, pero Dios sabe el momento exacto para abrir nuestra mente y hablarnos al respecto.
Si queremos en verdad agradar al Señor y llevar una vida de integridad no podemos apartarnos de la instrucción. En el devocional anterior veíamos cuántas cosas encierra la sabiduría y si somos honestos, no nos comportamos sabiamente ni tampoco buscamos hacerlo. Por eso mismo es que necesitamos estar aprendiendo cada día más y más. El primer libro que debemos tener en cuenta es la Biblia; pero si queremos podemos ayudarnos con otros tantos libros cristianos que nos edifican y nos van a servir para conducirnos con fidelidad como lo anhela el salmista. Aun, considero que aprendemos de lo mismo que nos rodea. ¡Existen tantas formas para ilustrarnos!
En cualquier carrera hay que estar al día en los avances y cambios e ir aprendiendo cosas nuevas. La Biblia nunca dejará de adiestrarnos; entonces como creyentes en el Señor Jesucristo indaguemos la manera de estar en continuo aprendizaje.

Amado Señor: Cada día es un nuevo amanecer contigo; una nueva expectativa, un nuevo querer o anhelar algo. Dejamos en tus manos el deseo de instruirnos y de ver en cada detalle, persona o situación lo que quieres mostrarnos. Enséñanos a admirar tu creación, a verte a Ti en la alegría de un niño, en las palabras dulces de un anciano, en el canto de las aves y en el susurrar del manantial. Todos son invención tuya y de ellos aprendemos también a honrarte a Ti. ¡Señor mi Dios, con todo el corazón te alabaré, y por siempre glorificaré tu nombre!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 12 de enero de 2017

Escuchemos su llamado

¿Acaso no está llamando la sabiduría? ¿No está elevando su voz la inteligencia? 
Proverbios 8:1.

Lectura: Proverbios 8:1-36.  Versículo del día: Proverbios 8:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Leyendo y meditando este capítulo de Proverbios he aprendido varias cosas que deseo compartir sobre la sabiduría: la sabiduría ha existido desde siempre; fue establecida desde la eternidad y estuvo presente cuando Dios creó el universo (vv. 22-31). Y ahora está ahí para que la tomemos y no la desechemos porque quien la halla gozará de la prudencia, del conocimiento y la discreción. Son de ella el consejo, el entendimiento y el poder. Con ella están las riquezas, la honra, la prosperidad y los bienes duraderos. Su fruto es mejor que el oro fino y sobrepasa a la plata refinada. La sabiduría va por senderos de rectitud y de justicia, enriqueciendo a los que la aman (vv. 12-21).
Definitivamente necesitamos esta virtud porque sin ella no conseguiremos temer al Señor ni saber lo que desea de nosotros. “Y ahora, hijos míos, escúchenme: dichosos los que van por mis caminos. Atiendan a mi instrucción, y sean sabios; no la descuiden. Dichosos los que me escuchan y a mis puertas están atentos cada día, esperando a la entrada de mi casa” (vv. 32-34). Para terminar como conclusión, pongamos mucha atención a los últimos versículos: “En verdad, quien me encuentra, halla la vida y recibe el favor del Señor. Quien me rechaza, se perjudica a sí mismo; quien me aborrece, ama la muerte” (vv. 35-36). Atendamos a su llamado, es para toda la humanidad (v. 4), y analicemos bien todos los favores que recibimos cuando adquirimos sabiduría y si no la tenemos pidámosela a Dios, quien la dará abundantemente y sin menospreciar a nadie (Santiago 1:5).

Amado Señor: Quizá nos falta todavía mucha sabiduría y por eso recorremos el camino de tumbo en tumbo. Tú dices que si te la pedimos nos darás generosamente de ella; por favor Señor, la necesitamos con urgencia para no seguir con orgullo ni arrogancia sino para comportarnos de tal modo que demos testimonio verdadero como hijos tuyos que decimos ser. Queremos gozar de todo su fruto. ¡Te agradecemos tanta bondad que nos ofreces día a día! ¡Alabado seas buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 11 de enero de 2017

Una lección para tener en cuenta

sigue mi consejo y sálvate, pues te has puesto a merced de tu amigo. Ahora trágate tu orgullo; ve y suplica que tu amigo borre tu nombre. 
Proverbios 6:3. NTV.

Lectura: Proverbios 6:1-5.  Versículo del día: Proverbios 6:3.

MEDITACIÓN DIARIA

Proverbios 6 nos indica lecciones para tener en cuenta en la vida diaria y comienza sobre la insensatez que se comete cuando se sale fiador de un amigo o de un extraño. Casi nunca ponemos atención a estos sabios consejos y cuánta falta nos hace para evitar no solo contratiempos sino grandes problemas. Dice así: “Hijo mío, si has salido fiador por la deuda de un amigo o has aceptado garantizar la deuda de un extraño, si quedaste atrapado por el acuerdo que hiciste y estás enredado por tus palabras, sigue mi consejo y sálvate, pues te has puesto a merced de tu amigo. Ahora trágate tu orgullo; ve y suplica que tu amigo borre tu nombre” (vv. 1-3), lo que se tiene que hacer, es devolverse corriendo y anular el compromiso, así nos cueste hacerlo: “No postergues el asunto, ¡hazlo enseguida! No descanses hasta haberlo realizado” (v. 4).
Considero que si la Biblia nos advierte estas cosas es porque Dios quiere evitarnos problemas, ya que Él más que nadie conoce el corazón del hombre. Ahora, que si decidimos en un caso de estos aceptar, entonces tenemos que ser conscientes de afrontar las situaciones que vengan por la medida tomada. Siempre recuerdo el caso de la familia que compró la casa de mi mami. La esposa le sirvió de fiadora a su hermano en un negocio y su hermano nunca pagó.  Los acreedores tomaron la casa. Para terminar el cuento, esta situación los llevó a la separación y se quedaron sin casa y sin hogar. Para mí, éste ha sido el ejemplo claro de desobedecer las advertencias de Dios. Seamos oidores y hacedores de su Palabra.

Amado Señor: Gracias por las lecciones que a diario nos enseñas, no solamente para que nuestra vida sea más práctica y sencilla, sino también para evitarnos problemas y estar alerta frente a las cosas cotidianas que se nos presentan. Te rogamos que nos des valor para aprender a decir no, cuando las circunstancias lo exijan. ¡Te amamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.


martes, 10 de enero de 2017

Es un consejo para tomar y no desechar

¡Pero considera la alegría de aquellos a quienes Dios corrige! Cuando peques, no menosprecies la disciplina del Todopoderoso.
Job 5:17 NTV.

Lectura: Job 5:17-27.  Versículo del día: Job 5:17.

MEDITACIÓN DIARIA

Elifaz era uno de los amigos de Job quien fue a visitarlo cuando supo su aflicción. Y entre lo que Elifaz le responde a Job encontramos una verdad que es importante aprender. Si miramos el versículo del día dice: “no menosprecies la disciplina del Todopoderoso”. Dios disciplina a todo el que toma por hijo y como buen Padre quiere guiarnos por el camino correcto. Es bien cierto que a nadie le gusta que lo reprendan o corrijan; esto se debe a que nuestro ego es tan grande que le cuesta admitir que nos equivocamos. Todos somos necios frente a esta situación. Muchas personas cuando se les amonesta, se enojan y buscan excusas para no aceptar su error. La corrección duele en el momento pero más tarde vemos sus frutos. “Pues aunque él hiere, también venda las heridas; él golpea, pero sus manos también sanan. (v. 18).
Si continuamos la lectura, encontramos que el reconocerla y corregirnos nos traerá bendición, incluso hasta cuando nos llegue el momento de partir. “Llegarás a la tumba de edad avanzada, ¡como una gavilla de grano cosechada a su debido tiempo! (v. 16). Para terminar dice: “Hemos estudiado la vida y resulta que todo esto es verdad; escucha mi consejo y aplícalo a ti mismo” (v. 27). Como todo consejo, en cada uno está el tomarlo o desecharlo, pero es Palabra de Dios.

Gracias buen Dios por tu Palabra. Enséñanos a recibir tu corrección como muestra del gran amor que nos tienes para que seamos personas acorde a lo que deseas de nosotros. Te pedimos perdón por tantas veces que hemos sido necios a tu reprensión sin darnos cuenta del valor que tiene tu disciplina para nuestra vida. Renuévanos Señor y permite que seamos luz en medio de todos los que nos rodean. ¡Te alabamos buen Dios y agradecemos tu interés por llevarnos de tu mano!

Un abrazo y bendiciones.


lunes, 9 de enero de 2017

Su Palabra es la sabiduría que necesitamos

Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no olvides mis palabras ni te apartes de ellas. 
Proverbios 4:5.

Lectura: Proverbios 4:1-13.  Versículo del día: Proverbios 4:5.

MEDITACIÓN DIARIA

Los primeros capítulos de Proverbios nos hablan de la sabiduría que proviene de Dios. Así nos dice: “El temor del Señor es la base del verdadero conocimiento, pero los necios desprecian la sabiduría y la disciplina” (Proverbios 1:7 NTV).
La definición de sabiduría es: “Conjunto de conocimientos amplios y profundos que se adquieren mediante el estudio o la experiencia”. Esto es saber cómo contestar, cómo hacer las cosas, cómo comportarnos. El conocimiento hace parte inseparable de la sabiduría. Luego la sabiduría que Dios nos pide, es la que aprendemos a través de su Palabra. La Biblia es el Manual de Dios para el hombre; es ahí en donde nos exhorta a buscarla: “Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; no olvides mis palabras ni te apartes de ellas”. Bien nos dice aquí en la lectura, que no la abandonemos porque ella nos protegerá; que si la amamos, nos cuidará (v. 6). Considero que lo primero como criaturas de Dios que debemos buscar es conocer lo que Dios espera y demanda de nosotros. Esto es buscar la sabiduría de Dios; la que nos dará inteligencia y discernimiento a la vez. Definitivamente cuando le obedecemos a nuestro Creador, estamos amando la sabiduría  y el que la logra será exaltado y honrado (vv. 7-8), “te pondrá en la cabeza una hermosa diadema; te obsequiará una bella corona” (v. 9).
Como conclusión entonces, alimentémonos de su Palabra para poder vivir con una salud espiritual perfecta y que por ende, redunde en nuestra parte física también: “Escucha, hijo mío; acoge mis palabras, y los años de tu vida aumentarán” (v. 10). ¿Queremos vivir más? Ya sabemos lo que tenemos que hacer. Que una de las metas en este nuevo año sea el alimento espiritual que nos permitirá crecer y llevar una vida con el propósito que Dios nos tiene para cada uno.

Señor: Que así como deseamos alimentarnos para que nuestro cuerpo esté bien, también deseemos nutrir nuestra área espiritual para conocerte y entender el plan tuyo para nuestras vidas. Gracias por la sabiduría, la inteligencia y el conocimiento que nos permites tener cuando buscamos tu Palabra. Gracias porque ella es el sustento que nos dará pleno gozo y salud para crecer a tu lado.

Un abrazo y bendiciones.


sábado, 7 de enero de 2017

Anhelando los atrios del Señor

Anhelo con el alma los atrios del Señor; casi agonizo por estar en ellos. Con el corazón, con todo el cuerpo, canto alegre al Dios de la vida. 
Salmo 84:2.

Lectura: Salmo 84:1-12.  Versículo del día: Salmo 84:2.

MEDITACIÓN DIARIA

“Dichoso el que habita en tu templo, pues siempre te está alabando” (v. 4). Si bien es cierto que nosotros los cristianos somos ahora el templo vivo de Dios y que  podemos estar en comunicación hablándole todo el día, encomendandole cada paso que damos y alabándolo continuamente; también por ese mismo privilegio del que gozamos, podemos apartarnos buscando un momento de más intimidad para encontrarnos cara a cara con nuestro Gran Rey y Señor. De allí saldremos fortalecidos y rejuvenecidos. Su presencia nos dará el gozo de una cara más amable y risueña: “Dichoso el que tiene en ti su fortaleza, que sólo piensa en recorrer tus sendas” (v. 5). Cuando hacemos esta relación nuestro modo de vida, los resultados los vemos de inmediato. No importa que lleguen los días malos porque: “Cuando pasa por el valle de las Lágrimas lo convierte en región de manantiales; también las lluvias tempranas cubren de bendiciones el valle”.
Anhelemos buscar los atrios del Señor y que cuando estemos allí todo nuestro ser sienta ese sumo gozo, porque definitivamente si no es con Él, entonces, ¿con quién? “Vale más pasar un día en tus atrios que mil fuera de ellos” (v. 10). Dios quiere que le contemplemos mirando toda la magnitud de su gloria. Expresémosle cuán grande es para nosotros y cuán hermoso es degustar su aspecto. Rindamos nuestro ser total: alma, cuerpo y espíritu al grandioso Rey. “¡Cuán hermosas son tus moradas, Señor Todopoderoso!” (v. 1)

Señor: Nos presentamos delante de Ti. ¡Qué hermoso eres mi Señor! Rodeado de gloria y exaltado por ángeles. Descubriendo las melodías de alabanza y adoración rendidas a tu Nombre. Es un privilegio estar a solas a tu lado y anhelamos estos momentos íntimos en tus atrios. Queremos vivir esa comunión constante para contemplar tu hermosura y recrearnos en tu trono. Enséñanos a buscar siempre tu rostro y sentirnos dichosos de estar gozándonos Contigo. ¡Gracias buen Señor!

Un abrazo y bendiciones. 

viernes, 6 de enero de 2017

Entendamos el valor del servicio

No niegues un favor a quien te lo pida, si en tu mano está el otorgarlo. 
Proverbios 3:27.

Lectura: Proverbios 3:27-32.  Versículo del día: Proverbios 3:27.

MEDITACIÓN DIARIA

Siempre he tratado de tener muy en mente este versículo, porque además de sentirlo así, es Palabra de Dios para obedecer. Ayer estaba pensando en lo que sería mi próximo devocional y aunque en pasadas ocasiones he escrito sobre el tema, quería algo diferente. Pues bien, estoy leyendo el libro de ‘Celebración de la disciplina’, de Richard J. Foster (de paso les recomiendo la lectura de este libro), y exactamente el Señor me hizo reflexionar sobre algo que quiero compartirles.
El capítulo de la disciplina del servicio me ha gustado muchísimo que es la parte donde voy y habla ‘del servicio en cosas pequeñas’. Escribe directamente el autor su propia experiencia contando que estando en los trajines de su disertación doctoral recibió la llamada de un amigo pidiéndole el favor de llevarlo a hacer unas diligencias pendientes y el aceptó pero como disgustado. En cada parada él sentía que estaba perdiendo un tiempo precioso. Antes de salir cogió un libro y lo llevó consigo. Cuando llegaron al supermercado, su parada final, él le dijo al amigo que lo esperaría en el carro. Tomó su libro para leer y exactamente siguió donde tenía su marca y leyó lo siguiente: “El segundo servicio que uno debe realizar a favor de otro en una comunidad cristiana es el de la ayuda activa. Esto inicialmente significa prestarle ayuda simple en asuntos triviales externos”. Más adelante continúa diciendo: “El que se preocupa por la pérdida de tiempo que ocasionan tales actos externos insignificantes, generalmente está tomando la importancia de su carrera con demasiada solemnidad” (Bonhoeffer, Vida en comunidad).
Esto fue muy diciente para mí. Fue como si el Espíritu Santo me dijera, escribe sobre ello. Y así es. ¿Cuántas veces obramos bien pero de mala gana? Definitivamente considero que si alguien se atreve a pedirnos un favor, sea el que sea, es porque en una medida le hemos dado la confianza para hacerlo. Entonces debemos sentirnos honrados por eso y a la vez agradecidos con el Señor por utilizarnos con esa persona ya que estas actuaciones nos traen bendición. “Nunca digas a tu prójimo: Vuelve más tarde; te ayudaré mañana, si hoy tienes con qué ayudarlo” (v. 28 en la lectura). Entendamos que de por sí, no debió ser fácil para el que lo solicita como para ponerlo más tarde o al día siguiente en el mismo aprieto.
Creo que tenemos que aprender a decir con franqueza ‘sí puedo’ o ‘no puedo’ y si podemos hacerlo que es lo que nos manda Dios, hacerlo con la mejor voluntad. Pensando que le estamos sirviendo al Señor y no al prójimo. ¡Cuánto nos cuesta servir!

Amado Dios: Gracias por instruirnos en tu Palabra para llegar a ser las personas íntegras que deseas de cada uno de nosotros. Te entregamos ésta área para que seas Tú mismo moviéndonos y poniendo en nuestros corazones tanto el querer como el hacer con buena voluntad. Permite que nunca neguemos un favor si en nuestras manos está el otorgarlo. ¡Te alabamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.