martes, 31 de diciembre de 2019

Los tiempos son del Señor. Nos queda agradecerle por los ya vividos

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 
Eclesiastés 3:1. RVR 1960.

Lectura: Eclesiastés 3:1-8.  Versículo del día: Eclesiastés 3:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Quizá nos estamos preguntando: ¿qué hicimos en el año que termina? Tal vez, muchos proyectos e intenciones del corazón se nos quedaron en el tintero. De una cosa podemos estar seguros: Dios tiene en sus manos todos nuestros tiempos. Así es: “Mas yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios. En tu mano están mis tiempos” (Salmo 31:14-15). Esa es la clave: confiar en el Señor y dejar que Él nos dirija por la senda correcta con los proyectos que sean de su voluntad. Que el mismo Señor y Dios ponga en cada uno de nosotros tanto el querer como el hacer.
Los tiempos son del Señor. Por ahora, entonces, tengamos un momento de gratitud con nuestro Dios, por los ya vividos. Oremos:

Gracias Señor porque nos permitiste vivir un año más; gracias por los días de sol y por los nublados o con lluvias torrenciales también; por las tardes tranquilas y las noches tristes. Gracias porque nos diste salud para gozar y porque en medio de la enfermedad encontramos tu mano prodigiosa levantándonos. Porque muchas veces sentimos desfallecer, pero Tú fuiste nuestro sustento. Gracias por las manos amigas que permitiste que encontráramos; por las que nos llenaron con su risa, con su enseñanza o con un saludo cariñoso. Gracias por el amor, por lo hermoso y por todo lo dulce que hay al caminar en medio de las flores y la fauna. Gracias por las noches inspiradoras de una luna resplandeciente en medio de un cielo sosegado y con estrellas. Gracias por la sonrisa tierna de los niños, en especial los míos. Gracias por mi familia, la que está tan cerca pero también por la que desde lejos me envía su amor y apoyo siempre. Gracias, muchas gracias mi Señor. Mi vida está en tus manos.

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 30 de diciembre de 2019

Te llama. Síguele


 —¿De dónde me conoces? —le preguntó Natanael. —Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la higuera, ya te había visto. 
Juan 1:48. NVI.

Lectura: Juan 1:35-51.  Versículo del día: Juan 1:48.

MEDITACIÓN DIARIA

Natanael fue de los primeros discípulos de Jesús. Sin embargo, cuando Felipe lo invitó a ver a Jesús de Nazaret, sus palabras fueron despectivas: “—¡De Nazaret! —replicó Natanael—. ¿Acaso de allí puede salir algo bueno? —Ven a ver —le contestó Felipe” (v. 46). Se convenció porque el Señor dijo de él: “Aquí tienen a un verdadero israelita, en quien no hay falsedad. —¿De dónde me conoces? —le preguntó Natanael. —Antes de que Felipe te llamara, cuando aún estabas bajo la higuera, ya te había visto” (vv. 47-48).
Hoy, en pleno siglo XX1 Jesús también te llama para que lo sigas. Tal vez tampoco crees que sea el Enviado por Dios para restaurar la relación perdida con Él, desde miles de años atrás. Déjame decirte que el Señor también puede permitir que suceda algo extraordinario en tu vida para que creas que Él es el Salvador del mundo. También te ha visto reír, llorar, caminar sin rumbo; en soledad, desorientado, desanimado y equivocado. Él es el puente que simplemente hay que cruzar para volver a los brazos de nuestro Padre Celestial. No cierres tus oídos a su llamado; el tiempo se acaba y quizá ya no exista otra oportunidad. ¡síguele! No te arrepentirás y si ganaras la vida eterna a su lado. Te invito a orar en este momento:

Señor Jesús: te necesito; te abro la puerta de mi vida y decido seguirte para que seas mi Señor y Salvador. Toma el control del trono de mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por venir a salvarme. Te pido perdón por mi falta de fe y no creerte. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una nueva vida Contigo. En tu Nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 28 de diciembre de 2019

Utilízanos en tu obra


El Señor omnipotente me ha abierto los oídos, y no he sido rebelde ni me he vuelto atrás”. Isaías 50: 5. NVI.

Lectura: Isaías 50:1-11.  Versículo del día: Isaías 50:5.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor se encarga de poner palabras e instruir a los suyos para que en el momento exacto puedan exponer la Palabra a los necesitados o a los que andan equivocados; para que en verdad a los que utiliza, sean sus discípulos (v. 4). “Por cuanto el Señor omnipotente me ayuda, no seré humillado. Por eso endurecí mi rostro como el pedernal, y sé que no seré avergonzado” (v. 7). Estoy convencida que cuando hablamos su Palabra tal como es, el mismo Señor se encarga de respaldarnos y jamás nos dejará avergonzados.
Por eso, todos nosotros que ya conocemos la Verdad y esta Verdad es el Señor Jesucristo, debemos levantarnos con valor y anunciar el Evangelio de las Buenas Nuevas a cuantos podamos, máxime cuando vemos que los tiempos cada día son más difíciles y el día de su regreso está cerca.

Amado Jesús: queremos ser útiles en tu obra. Toma nuestras vidas y permite que seamos testigos fieles que anuncien las Buenas Nuevas de tu reino a diestra y siniestra. Danos el denuedo para compartir de Ti. Gracias precioso Espíritu Santo porque Tú nos das las palabras necesarias para llegar a tanto abatido y caído. ¡Te alabamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 27 de diciembre de 2019

También te reconocemos como Rey, Dios y Hombre


Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra. 
Mateo 2:11. NVI.

Lectura: Mateo 2:1-12.  Versículo del día: Mateo 2:11.

MEDITACIÓN DIARIA

Cada uno de los regalos ofrecidos por los sabios de oriente tiene un significado especial. El oro representa el homenaje que se le rinde a los monarcas y altos dignatarios y es sinónimo de pureza y divinidad; es el metal más preciado. Sirve para reconocer la realeza y grandeza de la persona. Con esto lo estaban reconociendo como el Rey que era; no solamente de los judíos sino como el Rey de reyes que es.
El incienso se les obsequiaba a las divinidades quemándolo en los altares y Jesús como hijo de Dios era merecedor de esta resina. En la cultura hebrea y judía se usaba para ofrecérselo a Dios. Estos reyes o magos reconocieron la divinidad del niño recién nacido y por eso le ofrecieron incienso como sacrificio agradable a Dios.
La mirra la usaban los judíos para embalsamar los cadáveres y también la usaron como perfume. Es decir, tiene que ver con lo humano. Nos enseña que Cristo se hizo carne, verdadero hombre que murió por nosotros. Ese niñito, tanto verdadero Dios como verdadero hombre que murió en la cruz y fue embalsamado con mirra.
Buscando en Google encontré este párrafo que me pareció muy bonito y lo quiero compartir con ustedes:
“Hoy el mago llorando encuentra en la cuna a aquel que resplandeciente, buscaba en las estrellas. (…) Hoy el mago discierne con profundo asombro lo que allí contempla: el Cielo en la Tierra, la tierra en el Cielo, el hombre en Dios, y Dios en el hombre, y a aquel que no puede ser encerrado en todo el universo incluido en un cuerpo de niño. Y viendo cree, y no duda y lo proclama con sus dones místicos: el incienso para Dios, el oro para el Rey, y la mirra para el que morirá”. San Pedro Crisólogo. Sermón 160.

Amado Jesús: no te vamos a ofrecer oro ni incienso ni mirra pero sí te reconocemos como el Rey de reyes que Eres; el Dios de naturaleza divina como el Padre y el hombre de naturaleza humana nacido de mujer. Gracias Señor Jesús por venir a este mundo para enseñarnos el verdadero amor y empezar a amarte por encima de todas las cosas como el Dios y Salvador de nuestras vidas. Permite que nuestras oraciones también se conviertan en el incienso ofrecido a Ti como loor fragante. ¡Te amamos bendito Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 26 de diciembre de 2019

También puedes conocerle antes de morir


Porque han visto mis ojos tu salvación, que has preparado a la vista de todos los pueblos: luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. 
Lucas 2:30-32.  NVI.

Lectura: Lucas 2:21-40.  Versículos del día: Lucas 2:30-32.

MEDITACIÓN DIARIA

Estas son palabras de Simeón, un hombre devoto y justo que se encontraba en el templo cuando María y José llevaron al Niño para presentarlo al Señor. A él se le había anunciado que no moriría sin antes ver al Cristo del Señor. Por eso expresó: “Según tu palabra, Soberano Señor, ya puedes despedir a tu siervo en paz” (v. 29). No solo fue para él lo revelado, sino que también: “le dijo a María, la madre de Jesús: Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición, a fin de que se manifiesten las intenciones de muchos corazones. En cuanto a ti, una espada te atravesará el alma” (vv. 34-35).
Así sucedió: muchos creyeron en el Señor como Salvador, pero otros se opusieron al mensaje de las Buenas Nuevas, y a María, lógicamente una espada le atravesó el alma. Creo que todas las madres sufrimos al ver el dolor en uno de nuestros hijitos, y María no fue la excepción. En la última película de ‘Jesús de Nazaret’, se vislumbra perfectamente el dolor de María cada vez que azotaban al Señor o cuando le colocaron la corona de espinas, o lo clavaron de manos y pies en ese madero.
Simeón tuvo la dicha de poder conocer y ver al propio Mesías antes de marchar con el Señor; pero tú, ¿consigues decir con firmeza y franqueza que puedes morir en paz porque tus ojos espirituales ya vieron la gloria del Señor reflejada en tu vida? (vv. 33-34). Jesús también desea cautivarte y guiarte por la senda correcta. No te desanimes, Dios puede hacerlo todo nuevo y obrar un milagro en tu vida. Oremos:

Amado Señor Jesús: gracias por perdonarme, limpiarme y permitirme conocerte antes de morir. Deseo empezar a vivir plenamente Contigo desde esta vida y tener la certeza de que me recibirás en tu gloria, cuando bien tengas llevarme, para estar por siempre a tu lado por toda la eternidad. ¡Te alabo y honro tu Nombre bendito Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

No es cualquier noticia; es ¡la única e inigualable noticia!


Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. 
Lucas 2:11. NVI.

Lectura: Lucas 2:8-20.  Versículo del día: Lucas 2:11.

MEDITACIÓN DIARIA

La misma noche del nacimiento de Jesús, había cerca unos pastores que cuidaban sus rebaños; de repente se les apareció un ángel y la gloria de Dios brilló alrededor de ellos. Los pastores se asustaron, “Pero el ángel les dijo: No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo” (v. 10). Sí; ¡la maravillosa noticia!, dada a unos humildes pastorcitos pero que abarcaba a toda la humanidad. El Salvador que acababa de nacer en Belén ¡es el Mesías, es el Señor! Y por supuesto había gozo en los cielos y en la tierra: “De repente apareció una multitud de ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad” (vv. 13-14). Ante esto, los pastores se fueron de prisa a Belén y en efecto encontraron a María, a José, y al niño acostado en el pesebre. Ellos narraron todo lo sucedido y los que lo oyeron se admiraron de oírlos. María quedó impresionada por todo esto y los pastores volvieron a su campo para continuar su labor. Iban llenos de gozo alabando a Dios por lo que habían visto y oído (vv. 15-20).
Tal como estaba anunciado en las Escrituras: “Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz” (Isaías 9:6). Este niñito nacido humildemente es nuestro Dios verdadero y el único que puede darnos la perfecta paz. Él es el Mesías prometido; es el que en su primera venida sufrió llevando sobre sus hombros todo el peso del pecado de la humanidad. Murió clavado en una cruz pero Dios el Padre lo resucitó para que los que llegaran a creer, tuvieran vida eterna juntamente con Él. ¡Una gran noticia! ¡La mejor de las noticias! Esta no es cualquier noticia. Es la noticia que nos da regocijo, paz y esperanza de un futuro cierto.  

¡Gloria a Dios en las alturas! Gracias bendito Dios porque a pesar de ser como somos, tuviste misericordia dándonos a tu Único Hijo para venir a salvarnos. Gracias Señor Jesús porque desde tu mismo nacimiento hubo alegría y regocijo en la tierra con tu llegada. ¡Te amamos bendito Jesús! Te entregamos nuestras vidas para que hagas de ella conforme a tu buena voluntad.

Un abrazo y ¡Felices Pascuas!


martes, 24 de diciembre de 2019

Ábrele la puerta de tu vida


Y, mientras estaban allí, se le cumplió el tiempo. Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada. 
Lucas 2:6-7. NVI.

Lectura: Lucas 2:1-7.  Versículos del día: Lucas 2:6-7.

MEDITACIÓN DIARIA

María y José tuvieron que ir a Belén a inscribirse para un censo decretado por Augusto César. María se encontraba en cinta (vv. 1-5), y como no había nada disponible donde pudieran pasar la noche, no hubo más remedio que utilizar la pesebrera del lugar. Allí, en un humilde pesebre nació nuestro bendito Salvador. Él, que es el Rey de reyes y Señor de señores, el Hijo de Dios, no le importó venir a este mundo como el más pobre y miserable de los hombres. La profecía se cumplió: “Pero de ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, saldrá el que gobernará a Israel; sus orígenes se remontan hasta la antigüedad, hasta tiempos inmemoriales” (Miqueas 5:2). Hoy después de dos mil años, ese Niñito Jesús que se hizo hombre, padeció, fue crucificado y resucitó, aún desea que la humanidad entienda su propósito al venir como el Mesías sufriente para que después quizá en estos tiempos, lo veamos como el Glorioso Rey en su segunda venida.
Para esto, déjame decirte que debes de aceptarlo en tu vida como tal. Él quiere morar contigo, la biblia dice lo siguiente: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20); “Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios” (Juan 1:12-13); Palabras de Jesús a Nicodemo: “De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús” (Juan 3:3).
Hoy puede ser tu gran día; te aseguro que no te arrepentirás. Es el momento propicio de Dios para que le abras la puerta de tu vida. Si deseas hacerlo, te puedo guiar con una oración como esta:

Señor Jesús: entiendo que soy pecador y hoy decido abrirte la puerta de mi vida. Ven a morar conmigo en el pesebre de mi corazón. ¡Te necesito! Gracias por hacerlo como lo dijiste y por perdonarme. Hazme la persona que deseas que yo sea. Amén.

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 23 de diciembre de 2019

También puedes darle albergue en tu corazón


—No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor —le dijo el ángel—. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. 
Lucas 1:30-31. NVI.

Lectura: Lucas 1:26-38.  Versículos del día: Lucas 1:30-31.

MEDITACIÓN DIARIA

Siempre he reflexionado sobre esta joven María y he llegado a la conclusión que ella, la bendita virgen María debió ser una mujer excepcional para que Dios hubiera puesto los ojos sobre esta doncella. No creo que para María haya sido fácil asumir este reto; recordemos que en ese tiempo la mujer que fuera encontrada en embarazo sin haberse casado era lapidada. Por esto, José pensó en dejarla secretamente, pero Dios teniendo en cuenta estas circunstancias permitió que el ángel del Señor se le apareciera en sueños a decirle: “José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1: 20:21). Sin embargo, la respuesta de María es de admirar: “—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho” (v. 38 en la lectura).
Tal como estaba profetizado sucedió (v. 23), y María se convirtió en la primera persona en recibir en su corazón sin ningún temor ni prejuicio al Señor Jesús. Jesús nació para salvarte y al igual que María desea que le abras la puerta de tu vida para Él entrar y morar contigo. ¿Deseas hacerlo? Te invito a orar:

Señor Jesús: igual que María, con sencillez y humildad te abro mi corazón y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias porque viniste a perdonarme y salvarme y soy consiente de ello. Toma el control del trono de mi vida y hazme la persona que deseas que yo sea. ¡Te alabo y te adoro bendito Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 21 de diciembre de 2019

¡Ven Precioso Espíritu de Dios!


Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos. 
Efesios 1:17-19. NVI.

Lectura: Efesios 1: 15-23.  Versículos del día: Efesios 1:17-19.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta es parte de la oración que Pablo hace por nosotros. Sí; ¡cuánto necesitamos la ayuda del Espíritu Santo para que nuestra vida sea guiada de verdad por Él! También necesitamos que nuestros ojos del corazón vivan despiertos para no dejar perder la esperanza que tenemos en el Señor Jesucristo. Tenemos además una riqueza que nadie ni nada nos puede arrebatar y es la salvación. Personalmente considero que precisamos apropiarnos de la grandeza de su poder para así afianzarnos en lo que es y será nuestro paso por esta vida. Si en realidad creemos en el Señor Jesucristo y un día le dijimos que fuera nuestro Salvador y manejara todos nuestros asuntos, seguro que la intercesión del apóstol no será en vano. 
Apropiémonos de esta Escritura porque no podemos prescindir de ella en el diario correr. Estoy convencida que solamente con la ayuda del Espíritu Santo podemos tener la visión y convicción en esta carrera que se nos ha designado tomar.

Precioso Espíritu Santo: ¡Eres imprescindible en nuestras vidas! ¡Te necesitamos tanto! Ven por favor y llénanos con tu presencia. Danos el gozo y la seguridad de que siempre marchas a nuestro lado. Deseamos todo el fruto Tuyo para no dejarnos llevar por los placeres que el mundo nos ofrece y la carne débil los acepta. Tú que nos redarguyes de pecado, permite que los confesemos para ser perdonados y limpiados. Gracias por retomar nuevamente el control de nuestras vidas y llevarnos de tu mano.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 20 de diciembre de 2019

De regalo, entrégale tu vida


Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: ¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! 
Juan 1:29. NVI.

Lectura: Juan 1:29-34.  Versículo del día: Juan 1:29.

MEDITACIÓN DIARIA

Juan el Bautista sabía muy bien a quién se refería cuando afirmaba: “¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”. Sí, él vino precisamente a prepararle el camino al Señor Jesús y eso era exactamente lo que estaba haciendo: anunciando que ningún otro puede quitar el pecado del mundo sino solamente Jesús. Juan el Bautista vio cuando el Espíritu descendió sobre Él y se le reveló que era quien bautizaría con el Espíritu Santo. O sea: nos redime del pecado y además nos bautiza con el Espíritu Santo.
Yo sigo insistiendo: hay que aprovechar este tiempo en que estamos esperando celebrar el nacimiento de Jesús, para darle como regalo de cumpleaños nuestra propia vida. Seguro que será lo más preciado para el Señor porque con ese fin vino al mundo: salvar a la humanidad. Yo te aliento para que no desperdicies la oportunidad de permitirle que entre a morar en el pesebre de tu corazón. Si te parece, te puedo guiar con una breve oración. Dile así:

Señor Jesús: yo te necesito y te abro la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador. Deseo que vengas a morar conmigo y me bautices con tu Santo Espíritu. Gracias por perdonarme, limpiarme y hacer de mí, la persona que deseas que yo sea. Gracias también porque puedo contar desde ahora con la guía de tu Espíritu.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 19 de diciembre de 2019

A pesar de..., nos sigue acunando


¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré! 
Isaías 49:15. NVI.

Lectura: Isaías 49:8-18.  Versículo del día: Isaías 49:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Dice el versículo anterior: “Pero Sión dijo: El Señor me ha abandonado; el Señor se ha olvidado de mí” (v. 14). No; nunca el Señor nos va a abandonar ni a alejarse de nosotros. Él ya nos tomó en sus brazos y jamás nos dejará. Somos suyos; somos ovejas de su prado. Tal como una madre no olvida a su niño de pecho ni deja de amarlo, Dios no lo hará. Pero si llegase a suceder; nos afirma el Señor: “Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!”. Nosotros, los hijos del Señor pertenecemos al monte Sión; el monte Sinaí, donde se dictó la ley ya no tiene nada que ver para los nacidos de nuevo con el Señor Jesús (Juan 3:3). Tú y yo pertenecemos al monte Sión y para nosotros es esta lectura.
Así que cuando estemos afrontando diversas pruebas y creamos que al Señor ya no le interesamos, recordemos que jamás nos va a dejar. Nos sigue acunando y llevando en sus brazos como lo hace una madre con sus hijos.

Amado Señor Jesús: muchas gracias por estar siempre a nuestro lado cuidándonos, perdonándonos y levantándonos. Tú no cambias Señor porque tu amor es inmutable; somos nosotros los olvidadizos y desagradecidos Contigo. Perdona nuestra transgresión y la falta de fe que nos hace creer que ya no te interesamos, cuando en realidad es la indiferencia hacia Ti la que nos trae esos pensamientos. Graba tu verdad de que nos amas a pesar de…, tanto en nuestra mente como en el corazón. Gracias bendito Jesús por lo que hiciste y sigues haciendo en la vida de los que un día te aceptamos como Señor y Salvador. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 18 de diciembre de 2019

Regalos de amor solamente


En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado. 
Efesios 1:5-6. NVI.

Lectura: Efesios 1:1-14.  Versículos del día: Efesios 1:5-6.

MEDITACIÓN DIARIA

Dios nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición en Cristo (v. 3). Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo nos atrajo hacia Él con amor para ser adoptados como sus hijos, con un propósito de acuerdo a su voluntad y que vivamos para alabarle en medio de su gloriosa gracia. En resumen, Dios nos regaló amor, adopción, propósito y gracia. Aparte de esto, lo más importante, redención con el perdón de pecados.  
¡Qué más podemos pedir! Imposible dejar pasar este tiempo sin recordar que Jesús vino a la tierra solo con el fin de traernos tan grande bendición. La profecía se cumplió: “La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel que significa Dios con nosotros” (Mateo 1:23). Sí; Jesús, ese Niñito nacido en un humilde pesebre, se hizo hombre solamente con el gran propósito de salvarnos. Paradójicamente celebramos su cumpleaños, pero en vez de darle nosotros un obsequio, es Él mismo quien nos lo ofrece. Tú, ahora puedes recibir de Él todos sus regalos. Solamente tienes que voltear tu mirada a Jesús y recibirlo en tu corazón. Te invito a que lo hagas:

Amado Jesús: te doy gracias por venir a este mundo solamente con el fin de darme la salvación. Toma mi vida, te la entrego para que hagas de ella de acuerdo a tu voluntad. Gracias por perdonarme, limpiarme, darme un propósito y permitirme vivir bajo tu gracia. Te alabo y te adoro bendito Señor.  

Un abrazo y bendiciones.

martes, 17 de diciembre de 2019

Hoy puedes acercarte a Él y conocerle


Yo soy la voz del que grita en el desierto: Enderecen el camino del Señor —respondió Juan, con las palabras del profeta Isaías. 
Juan 1:23. NVI.

Lectura: Juan 1:19-28.  Versículo del día: Juan 1:23.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando los judíos fueron a preguntarle a Juan el Bautista ¿quién era él?, con claridad les contestó: “Yo soy la voz del que grita en el desierto: Enderecen el camino del Señor”. Si no era el Cristo, ni Elías, ¿por qué bautizaba? Le increpaban. “Yo bautizo con agua, pero entre ustedes hay alguien a quien no conocen, y que viene después de mí, al cual yo no soy digno ni siquiera de desatarle la correa de las sandalias” (vv. 26-27). Juan fue adelante, abriéndole camino a su Salvador, para que llegaran a sus pies todos los que quisieran conocerle.
Tal vez tampoco lo conoces, pero déjame decirte que Él, es el Rey de Reyes y Señor de Señores. Nació en un humilde pesebre hace dos mil años en Belén de Judá tal como fue profetizado (Miqueas 5:2). Cuando Juan el Bautista bautizaba, Jesús comenzó su ministerio. Por eso él dice que ni siquiera es digno de desatarle la correa de las sandalias. Ya Juan sabía muy bien quién era el Salvador de la humanidad; pero te reitero lo anterior con una pregunta: ¿Tú le conoces? Quizá solamente de oídas has escuchado de Jesús. La misión de Jesús en el mundo se cumplió por ti y por mí. Jesús vino a pagar por la transgresión del hombre donde tú y yo estamos incluidos. Papá Dios nos envió ese regalo del cielo para que todos los que aceptemos lo que hizo por nosotros, podamos tener el gozo de la patria celestial. Si es tu deseo conocerle en verdad, te invito a orar así:

Señor Jesús: reconozco que soy pecador y que Tú viniste a pagar por mi pecado. Hoy decido aceptarte en mi vida como Señor y Salvador personal. Toma el control de ella y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdon
arme y limpiarme y gracias por haber puesto tu mirada en mí. Amén.

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 16 de diciembre de 2019

Lo que Dios ha dicho se cumplirá


¡Mira! Te he refinado, pero no como a la plata; te he probado en el horno de la aflicción. 
Isaías 48:10. NVI.

Lectura: Isaías 48:1-11.  Versículo del día: Isaías 48:10.

MEDITACIÓN DIARIA

Considero que los tiempos hablados aquí por el profeta Isaías, son para nosotros ahora también. Nos llamamos ciudadanos del reino de Dios (v. 2), pero poco le creemos. Nos aterrorizamos al ver las noticias, al escuchar de un lado y del otro sobre la maldad humana y quizá creemos más a los noticieros, astrólogos o habladores, sin tener en cuenta lo que nos dice su Palabra: “Desde hace mucho tiempo anuncié las cosas pasadas. Yo las profeticé; yo mismo las di a conocer” (v. 3); y vuelve a recalcar: “Por eso te declaré esas cosas desde hace tiempo; te las di a conocer antes que sucedieran, para que no dijeras: ¡Fue mi ídolo quien las hizo! ¡Mi imagen tallada o fundida las dispuso!” (v. 5), porque así somos de obstinados.
Como discípulos del Señor somos los encargados de proclamar sus verdades y más bien, cuando nos hablen de la situación, hablar que no es novedad porque Dios ya tenía todo esto previsto en su agenda. No nos de miedo anteponer la verdad de su Palabra, a las mentiras que nos dice el mundo. “¡Mira! Te he refinado, pero no como a la plata; te he probado en el horno de la aflicción. Y lo he hecho por mí, por mí mismo. ¿Cómo puedo permitir que se me profane? ¡No cederé mi gloria a ningún otro!” (vv 10-11). Muchas veces el Señor admite la aflicción con el fin de darle la vuelta a nuestra vida y que le reconozcamos como el Único Dios y Salvador. Démosle la gloria y honra a quien solamente la merece: Nuestro Señor Jesús, porque lo que Dios ha dicho se cumplirá.

Amado Señor: perdona nuestra incredulidad y creer que el mundo está controlado por los astros y otros seres antes que por Ti. Reconocemos que toda tu Palabra es verdad y que lo que hablaste por medio de profetas se cumplió con tu venida al mundo como el Mesías sufriente. Que las Escrituras también dicen que regresarás precisamente cuando el caos mundial esté en su momento más crítico. Lo creemos Señor y te rogamos que nos tengas preparados para ese acontecimiento. Saca de nuestras mentes todo lo que no sea tuyo. Muchas gracias bendito Jesús.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 14 de diciembre de 2019

Vivamos la gracia practicando el amor


Hermanos, que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con el espíritu de cada uno de ustedes. Amén. 
Gálatas 6:18. NVI.

Lectura: Gálatas 6:11-18.  Versículo del día: Gálatas 6:18.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Qué verdad encierra este versículo! Es la despedida del apóstol Pablo a los gálatas. Definitivamente, Dios siendo todo un ‘Caballero’ sabe como despedirnos para que caiga la bendición a todo nuestro espíritu.
“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte”. (Efesios 2:8-9). La fe en Cristo Jesús. El hecho de creer en Él como nuestro suficiente Señor y Salvador personal. Esa es la bendita gracia; o sea el regalo, la dádiva de la salvación que nos motiva a empezar una nueva vida con Cristo inundando todo nuestro ser.
La fe en Cristo: “Jesucristo es ‘la piedra que desecharon ustedes los constructores, y que ha llegado a ser la piedra angular’. De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos” (Hechos 4:11-12); “que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9); “y, consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen” (Hebreos 5:9). Si lo amamos debemos someternos a Él. Recordemos en especial lo siguiente: “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente —le respondió Jesús—. Este es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a este: Ama a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.” (Mateo 22:37-40). La ley queda resumida en estos dos mandatos. Y “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros” (Juan 13:34). El mensaje de Jesús se basa en el amor. Como conclusión: vivamos la gracia practicando el amor.

Señor Jesús: así como nos amaste, enséñanos a amar a los demás. Permite que dejemos el orgullo, la prepotencia, la envidia, la avaricia y nos concentremos a dar el mismo amor que Tú nos diste. Que todo nuestro ser irradie amor. Gracias por tu gracia derramada sobre nosotros amado Señor. ¡Te adoramos!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 13 de diciembre de 2019

Si lo aceptas serás en verdad hijo de Dios


Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios. 
Juan 1:12-13. NVI.

Lectura: Juan 1:1-18.  Versículos del día: Juan 1:12-13.

MEDITACIÓN DIARIA

Es tan lindo y tan convincente el Evangelio de Juan y este primer capítulo encierra tantas verdades que no sabía cuál versículo escribir como del día. Por lo tanto, resolví afianzar el 12 y13 puesto que son clave para aceptar a Jesús como Señor y Salvador.
Empieza el Evangelio recordándonos que Jesucristo, el Hijo del Padre, el Verbo encarnado estaba desde el comienzo de todas las cosas: “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir” (vv. 1-3). También nos afirma que, en Él, en Jesucristo estaba la vida, esta vida es la luz de la humanidad y resplandece de tal manera que las tinieblas no han podido extinguirla (vv. 4 y 5). Este Verbo se hizo carne; vino al mundo y eso es lo que vamos a celebrar en estos días: su nacimiento. A pesar de que el mundo fue creado por Él, el mundo no lo reconoció. Los suyos, su pueblo, los judíos no lo recibieron. Pero hay algo hermoso en el cual estamos vinculados nosotros porque: “a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios” (v. 12). Por eso para volver a tener la relación directa con el Padre Celestial, tenemos que aceptar lo que su Hijo Jesús vino a hacer por nosotros. Su concepción por obra y gracia del Espíritu Santo, no es mentira como tampoco lo es su muerte ni su resurrección.
Me dirijo a ti amigo que me sigues: créeme, no hay otra manera de alcanzar la salvación si no es a través del que vino a morir en nuestro lugar y ese es Jesús de Nazaret. Si tú quieres ser verdadero hijo de Dios tienes que recibirlo en tu corazón. Es sencillo, pero a la vez difícil de aceptar la humanidad, esta verdad. Tú tienes ahorita la balanza en tus manos; tu decisión es la que va a pesar en tu vida. Si lo deseas, hazlo muy sinceramente. Será la mejor decisión que puedas hacer; te lo aseguro. Si ese es tu deseo, te invito a orar así:

Señor Jesucristo: yo te necesito; te abro la puerta de mi vida y te acepto como mi Señor y Salvador personal. Perdona mis pecados; toma el trono de mi vida y hazme la persona deseas que yo sea. Gracias por venir a morar conmigo y gracias por perdonarme y limpiarme. Gracias porque ahora entro a formar parte de la familia de Dios. ¡Ya soy su hijo!  Amén.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 12 de diciembre de 2019

Su Palabra se cumplirá


Yo anuncio el fin desde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que está por venir. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que deseo. 
Isaías 46:10. NVI.

Lectura: Isaías 46:8-13.  Versículo del día: Isaías 46:10.

MEDITACIÓN DIARIA

Anterior al versículo del día, en la lectura vemos que el Señor nos insta a acordarnos de sus prodigios anteriores: “Recuerden las cosas pasadas, aquellas de antaño; yo soy Dios, y no hay ningún otro, yo soy Dios, y no hay nadie igual a mí” (v. 9). Sí, sí. Personalmente cuando me siento decaída y veo que las cosas no salen por ninguna parte, es el mismo Señor quien se encarga de levantarme haciéndome recordar las innumerables maravillas que ha hecho en mi vida. Y creo, que es a esto que se refiere el versículo 9. En mi caso, el Señor, ya en dos ocasiones me ha arrebatado de las garras de la muerte; entonces, me pregunto: ¿Si ha estado actuando en mi enfermedad, con más razón no lo hará en las demás áreas de mi vida?
Mi propio testimonio me afirma en la fe y a la vez corrobora lo escrito: “Yo anuncio el fin desde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que está por venir. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que deseo”. El Señor lo hará; no solamente con mi vida cumplirá su propósito, sino que también en lo escrito sobre las señales del fin de los tiempos. No hay que dudar sobre la profecía dada a través de los profetas, del mismo Jesús y del Libro del Apocalipsis. Lo escrito, escrito quedará y se cumplirá tal como nos lo dice su Palabra. La verdad, está contenida en la misma Biblia. Dios mismo ya nos anunció todo lo que está por venir; todo lo que ahora informan de un lado y del otro, no es más que especulación. Estemos alertas más bien, en vez de poner atención a tanta conspiración que vivimos.

Amado Señor: gracias por tu Palabra que es verdad. Gracias porque un día me apartaste para ti y aunque no lo entiendo ni soy merecedora de tanto amor, Tú cumplirás en mí lo que te propusiste un día. Gracias porque el mundo está en un caos y eso es señal de tu pronto regreso. ¡Ven mi Señor pronto! ¡Tu Iglesia te espera con ansías de corazón!

Un abrazo y bendiciones.                                                                                                                                                               

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Sin duda alguna cosecharemos lo sembrado


No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. 
Gálatas 6:9. NVI.

Lectura: Gálatas 6:1-10.  Versículo del día: Gálatas 6:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Me gusta mucho este versículo porque nos habla directamente de lo que debemos hacer como cristianos que decimos ser. No importa si se ve o no la recompensa, pues siempre lo digo, el Señor no se queda con nada guardado. Así que como dice aquí: “a su debido tiempo cosecharemos”. Papá Dios, sabe guardar esos detalles en su baúl y los saca a relucir cuando, bien somos directamente nosotros los que necesitamos o un familiar cercano como nuestros padres, hijos o hermanos. Dios sabe cómo actuar y lo hace en el momento exacto. Sin duda alguna, cosecharemos lo sembrado.
Mi iglesia aquí en Broward es muy pequeña en fieles, pero demasiado grande en amor. El Señor nos ha demostrado a través no solo de los pastores sino de toda la congregación la capacidad inmensa que hay en cada uno de los feligreses. Gracias a mis hermanos en la fe, por todo lo que están haciendo a favor nuestro. En el Señor ya tienen su gran recompensa. “Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe” (v. 10).

Amado Señor: permite que siempre estemos atentos a las necesidades del prójimo y en especial a nuestros hermanos en Cristo. Gracias, porque Eres Tú poniendo el querer como el hacer en los tuyos, para que aprendamos a compartir las necesidades unos con otros. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

martes, 10 de diciembre de 2019

Utilízanos para predicar en tu Nombre


Esto es lo que está escrito —les explicó—: que el Cristo padecerá y resucitará al tercer día, y en su nombre se predicarán el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén. 
Lucas 24:46-47. NVI.

Lectura: Lucas 24:36-49.  Versículos del día: Lucas 24:46-47.

MEDITACIÓN DIARIA

Es triste ver que el corazón del hombre está tan entenebrecido que, por desear llamar a lo malo bueno, se ha desviado completamente de la verdad del Evangelio. Dios, desde el mismo momento de la caída prometió un Salvador y eso fue lo que Jesús vino a hacer con su nacimiento, muerte y resurrección. Así como hay algunos que aceptan con gozo estas buenas noticias, los hay y en su mayoría los que prefieren escuchar a los que tergiversan su mensaje.
Creo firmemente que la Biblia es la Palabra de Dios; escrita por hombres, pero inspirada por el Espíritu Santo. Ahí está todo lo que concierne a estos tiempos y el libro del Apocalipsis encierra desde más o menos dos mil años, lo que sucederá al final de los tiempos. No es por lo tanto novedad para nosotros los cristianos, que se nos anuncie por medio de otros lo que va a suceder o ya está sucediendo. Lo que sí tenemos que tener en cuenta es que el Señor volverá nuevamente y que antes de que esto suceda comenzará una crisis mundial. “Pero, en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino solo el Padre” (Mateo 24:36).
Entonces, lo mejor es confiar en lo que dice su Palabra, obedecer y en su Nombre predicar el arrepentimiento y el perdón de pecados como nos los mandó el Señor Jesús. Si en verdad creemos que el tiempo está cerca, con mayor razón llevemos su mensaje a tanto perdido y necesitado.

Amado Señor Jesús: creemos firmemente lo que viniste a hacer hace dos mil años por nosotros aquí a la tierra y te aceptamos como nuestro Salvador personal. Te rogamos que ahora nos utilices como obreros en tu obra para que muchos lleguen al arrepentimiento y te conozcan como Rey y Señor de sus vidas. Gracias buen Maestro por utilizarnos para que el reino de los cielos crezca.

Un abrazo y bendiciones.  

lunes, 9 de diciembre de 2019

A pesar de los años, estás ahí


Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré. 
Isaías 46:4. NVI.

Lectura: Isaías 46:1-10.  Versículo del día: Isaías 46:4.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta linda promesa es para todos nosotros. Desde siempre el Señor ha estado cuidándonos. En la niñez, en la juventud, en la adultez y continuará haciéndolo en los años dorados. “Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado” (Jeremías 1:5). Nuestro Dios no cambia porque su amor es inmutable; es el mismo ayer, hoy y por los siglos. El que nos hizo, nos sostiene y nos da libertad.
Entonces, es reconfortante saber que tenemos un Dios que no es producto de manos humanas; nuestro Dios es real y verdadero. Él nos lo confirma: “yo soy Dios, y no hay ningún otro, yo soy Dios, y no hay nadie igual a mí” (v. 9). Nadie, nadie es igual a nuestro Dios y Señor. Siempre tendremos algún testimonio para compartir empezando por nuestras propias vidas. Pueden pasar los años, pero el amor y misericordia del Señor siguen intactos. Es gratificante saber que está a nuestro lado sosteniéndonos y amándonos igual. A pesar de los años estás ahí.

Amado Señor: gracias por guardarnos; por levantarnos cuando estamos caídos; por sanar nuestras heridas cuando hemos sido lastimados; por perdonarnos y retomarnos nuevamente en tu redil. Sí mi Dios; puedo dar testimonio de tu cuidado. Tú siempre sales adelante para resguardarnos y si caemos, tomarnos de tu mano para si es necesario arrullarnos, abrazarnos y envolvernos en tu dulce amor. Muchas, muchas gracias buen Señor.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 7 de diciembre de 2019

¡Ven Precioso Espíritu Santo!


Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. Porque esta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. 
Gálatas 5:16-17. NVI.

Lectura: Gálatas 5:16-26.  Versículos del día: Gálatas 5:16-17.

MEDITACIÓN DIARIA

Todos, absolutamente todos podemos caer en esta situación de carnalidad. El solo hecho de estar en un mundo caído es bastante motivador para ponernos zancadillas el enemigo y nosotros débiles para dejarnos llevar por los deseos de la carne y del mundo. Por esto es importante estar orando continuamente pidiéndole al Espíritu Santo que nos guíe y nos permita obtener todo su fruto. “Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos. Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu” (vv. 24-25).
Al comienzo de mi vida cristiana me enseñaron que nos volvemos carnales fácilmente y tomamos nuevamente las riendas sentándonos en el trono. Entonces es necesario pedir la llenura del Espíritu Santo (Efesios 5:18), y recibir su promesa de que nos enseñará todas las cosas (Juan 14:26), para estar controlados y capacitados por Él. De esta manera siempre caminamos confiados viviendo momento a momento su guía y dejando que sea Él quien organice todos nuestros asuntos.
Bajo estos parámetros te invito a orar así:

Padre Santo: me doy cuenta que he estado controlando mi vida y por eso me he desviado hacia la carne. Te pido perdón por esto y te doy gracias porque Jesús murió en la cruz por mí y se llevó todas mis transgresiones. Señor Jesús, toma nuevamente el trono de mi vida y lléname con tu Espíritu, así como me ordenaste que lo hiciera y prometiste que lo harías. Gracias por llenarme con el Espíritu Santo y por tomar el control de mi vida.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 6 de diciembre de 2019

Abre tus ojos y reconocerás a Jesús


Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció. 
Lucas 24: 31. NVI.

Lectura: Lucas 24: 13-35. Versículo del día: Lucas 24:31.

MEDITACIÓN DIARIA

El pasaje nos habla del camino a Emaus donde el Señor emprendió el viaje con dos de sus discípulos, después que hubo resucitado, sin que ellos lo reconocieran. Como no sabían que era el mismo Jesús, empezaron a mostrar su tristeza porque esperaban que Él redimiera al pueblo de Israel (vv. 20-24). Entonces el Señor les responde: “¡Qué torpes son ustedes —les dijo—, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas! ¿Acaso no tenía que sufrir el Cristo estas cosas antes de entrar en su gloria? Entonces, comenzando por Moisés y por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras” (vv. 25-27). Estos hombres fueron de los más allegados a Jesús y, sin embargo, no habían entendido todavía quién era en realidad su Maestro. Más tarde cuando entró con ellos a la posada, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Entonces, se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero Jesús se les desapareció (vv. 28-30).
Quizá muchos han escuchado hablar de Jesús de Nazaret; han participado en la Iglesia tradicional o han estado un poco cerca, especialmente en Semana Santa que es cuando el corazón del hombre está sensible a su voz. Sin embargo, poco lo conocen como el Salvador, como el Hijo de Dios quien vino a pagar por nuestros pecados y que resucitó para darnos vida eterna a su lado. Hoy, te invito para que lo conozcas personalmente, permite que caiga el velo de tus ojos y le entregues tu vida a Él. Seguro, que no te va a defraudar. Si te parece podemos orar así:

Señor Jesús: gracias por abrirme los ojos a esta verdad que fue tu muerte y resurrección. Yo te necesito. Te entrego mi vida y acepto lo que hiciste por mí para pagar por mi pecado. Hazme la persona que deseas que yo sea. En tu Nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 5 de diciembre de 2019

Un sólo Dios y Salvador para volvernos a Él


Hay un solo Dios, no hay ningún otro, y ese Dios está contigo. 
Isaías 45:14c. NVI.

Lectura: Isaías 45:14-25.  Versículo del día: Isaías 45:14c.

MEDITACIÓN DIARIA

Este capítulo de Isaías nos enseña que solamente el Señor es Dios Único, Justo, Recto y Salvador (vv. 19c, 21-22). “He jurado por mí mismo, con integridad he pronunciado una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, y por mí jurará toda lengua” (v. 23). Tal cual está escrito en Romanos 14:11 y en Filipenses 2:10 hablando del Señor Jesucristo que es Dios también. “Vuelvan a mí y sean salvos, todos los confines de la tierra” (v. 22). Voltear los ojos al Señor Jesús es lo que Él desea de todos los humanos; es el único camino para llegar al Padre.  “Ellos dirán de mí: “Solo en el Señor están la justicia y el poder” (v. 24 en la lectura). A través de Jesús vamos a ser justos: “Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El” (2 Corintios 5:21).
Tenemos que conocer a Jesús quien es el Único, Justo, Recto y Salvador. Si en verdad quieres experimentar una nueva vida, no dudes en llegar a sus brazos.

Amado Señor: gracias porque tus mismos atributos como Dios Justo y Salvador, nos hacen entender tu grandeza, al morir por cada uno de nosotros en esa cruenta cruz. Permite Señor que el mundo te conozca y vuelva los ojos hacia ti para que también encuentren la salvación. Somos tus embajadores aquí en la tierra, utilízanos en tu obra. ¡Te alabamos y adoramos buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.