Entonces Dios dijo: ‘Yo soy El-Shaddai, Dios Todopoderoso.
Génesis 35:11. NTV.
Lectura: Génesis 35:9-12
y Juan 1:1-10 NTV.
MEDITACIÓN DIARIA
Podemos ufanarnos de
tener por Dios, al verdadero, a ‘El Shaddai, Dios Todopoderoso’. El mismo que
se le apareció a Jacob en la lectura y le cambió el nombre por Israel. El ‘YO
SOY EL QUE SOY’, le dijo a Moisés, cuando se le apareció en la zarza ardiente. El
Gran Yo soy, que vino al mundo a traernos salvación. Ese ‘YO SOY EL QUE SOY’,
lo abarca todo, infinitamente todo porque Él lo es todo. El mismo Señor lo
dijo: “Ya todo está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al
que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida” (Apocalipsis
21:6), y Él es la fuente del agua de vida.
Esas palabras de ‘Yo soy’,
no alcanzan a dimensionar ese infinito ‘todo’. Creo que solamente lo
entenderemos, cuando estemos allá en el cielo reunidos con nuestro Amado Señor.
Miremos y analicemos en algo, palabras del mismo Jesús diciéndonos quién es;
todas tomadas del Evangelio de Juan: “Ciertamente, yo soy la vid;
ustedes son las ramas” (Juan 15:5); “Yo soy el pan de vida”
(Juan 6:35); “Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12); “Yo soy
la puerta” (Juan 10:7); “Yo soy el buen Pastor” Juan
10:11-14; “Yo soy la resurrección y la vida” (Juan 11:25); “Yo
soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6).
Solo tengo que decirte,
que tú necesitas de esa vid, del pan y de la luz que es el Señor Jesús.
Necesitas abrir esa puerta y encontrarte con el Gran Pastor. Él es el único que
te proporcionará resurrección y vida porque no hay ni existe otro camino que
nos pueda conducir al Padre; solamente Jesús de Nazaret quien es la Verdad, te dirige
hacia la vida eterna. No lo dudes más. Si te parece podemos hacer una corta
oración para que le digas al GRAN YO SOY, que lo necesitas. El GRAN YO SOY
espera por ti. Si te parece puedes hablar con Él así:
Señor Jesús:
reconozco que no soy nada ni nadie, y que Tú que has existido desde siempre, que
Eres el GRAN YO SOY, viniste a tomar mi lugar muriendo en una cruz por mí; perdona
mis pecados. Quiero proveerme de Ti; te necesito. Te abro la puerta de mi vida
para entrar por la Tuya y permitir que me pastorees y lleves de tu mano.
Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una vida eterna a tu lado. ¡Te amo
Jesús!
Un abrazo y bendiciones.