Además, busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado, y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad.Jeremías 29:7.
Lectura: Jeremías
29:1-14. Versículo del día: Jeremías
29:7.
MEDITACIÓN DIARIA
Esto fue lo que el
Señor le ordenó a Jeremías decir en una carta enviada desde Jerusalén a los
deportados en Babilonia. Parafraseando el versículo en circunstancias actuales
sería: ‘Busquen el bienestar de la ciudad en donde se encuentran y oren por
ella, porque de su bienestar dependerá el de ustedes’. Creo que es deber de
todos los cristianos orar no solo por la ciudad y el país de nuestro origen sino
también por la ciudad y el país donde nos encontremos.
Dios hace cosas
maravillosas y en mi caso, Él buscó la manera de traernos a mi esposo y a mí a
esta nación a través de mi hijo mayor; nos ha mostrado día a día su amor
incondicional y cómo ha estado con nosotros en estos casi seis meses que
llevamos. Su mano prodigiosa no ha dejado de levantarse en pro nuestro. Ahora,
también me dice que desea nuestro bienestar, que estemos en paz y aquí mismo en
la lectura por si me asalta alguna duda: “Porque yo sé muy bien los planes que
tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a
fin de darles un futuro y una esperanza” (v. 11). ¡Más claro no me puede hablar
mi Señor! En estos momentos recuerdo la canción que dice: ‘Dios no nos trajo
hasta aquí para volver atrás; nos trajo aquí a poseer la tierra que nos dio’.
Me pregunto entonces:
¿cómo no orar por el país y la ciudad que nos acogió? Aprendamos a ser agradecidos. Muy seguramente
tenemos mucho que agradecer; dejemos a un lado lo negativo y empecemos a mirar
alrededor. Encontraremos multitud de cosas positivas que son motivo para estar
agradecidos.
Amado Señor: Gracias
por este país que ha protegido a tanto emigrante. Bendícelo y permite que las
nuevas generaciones vuelvan a sus raíces y fundamentos cristianos como los
primeros que vinieron a poseer esta tierra. Intercedo por su presidente,
gobernadores, alcaldes y todos los que tienen cargos oficiales. Bendice también
está ciudad. Oro por ella para que crezca en armonía, paz, seguridad y
bienestar. Especialmente te ruego por su gente para que se convierta y busque
tu rostro. ¡Gracias buen Señor!
Un abrazo y
bendiciones.