—¿Oyes lo que esos están diciendo? —protestaron. —Claro que sí —respondió Jesús—; ¿no han leído nunca: En los labios de los pequeños y de los niños de pecho has puesto la perfecta alabanza?
Mateo 21:16. NVI.
Lectura: Mateo 21:12-17. Versículo del día: Mateo 21:16.
MEDITACIÓN DIARIA
Nunca había notado lo que
dice exactamente este versículo. La versión Reina Valera define más explícitamente
la parte b: “Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y
de los que maman Perfeccionaste la alabanza?”, recordándoles exactamente la Escritura
del Salmo 8:2. Ahora entiendo por qué Pablito, el bebé de mi hijo Dani y de Lis
su esposa cuando oran los tres, empieza a ‘garlar’ le decimos nosotros. Igual
sucede en la reunión de la Iglesia cuando se predica o se canta. Ese lenguaje
de bebé al igual que el don de lenguas, sólo es comprensible exactamente para
Dios. Le doy gracias al Señor por tener la oportunidad de estar más cerca de
ellos, ya que con mis Muñecos más grandecitos no pude percatarme de esos bellos
momentos, aunque estoy segura que en su hogar fue exactamente igual.
Gracias mi Señor
por enseñarnos a través de los niños a alabarte y a exaltar tu Nombre. Es una
bella lección de ellos para que también aprendamos los adultos el significado
verdadero de la alabanza. Tú Eres el Rey y Señor del universo; Tu creación
completa te alaba y todo lo que respira; aun los bebé te exaltan. Queremos ser como
niños pequeños que se dirigen a Ti espontáneamente y con palabras sinceras. Gracias
por estar presente en cada una de nuestras circunstancias. Gracias por tu dulce
amor; porque el gozo de tenerte siempre y la esperanza de una gloria futura a
tu lado es más que suficiente para adorarte. Bendito Señor y Dios, ¡Te amamos y
nos regocijamos en Ti! ¡Eres merecedor de todo Honor y Gloria!
Un abrazo y bendiciones.