jueves, 31 de diciembre de 2020

Tú coronas el año con tus bondades

Tú coronas el año con tus bondades, y tus carretas se desbordan de abundancia. 

Salmo 65:11. NVI.


Lectura: Salmo 65:9-13.  Versículo del día: Salmo 65:11.


MEDITACIÓN DIARIA


Sí, y siempre sí. Frenéticamente es sí. Nuestro buen Dios a pesar de las vicisitudes de este año, nos permitió gozar de sus bondades. No tengo más que palabras de agradecimiento para Él. Ha sido un periodo maravilloso donde hemos visto su mano prodigiosa sosteniéndonos en diferentes áreas de nuestra vida. Jamás nos hemos sentido abandonados o solos en el letargo de un año que culmina con dolor para tantos.

El Señor supo mover sus fichas para que estuviésemos con nuestros adorados muñecos en Colombia. Viaje que también fue dado a raíz de una diligencia especial de mi esposo y tan exacto todo, que con jugadas magistrales permitió en el tiempo puntual, el matrimonio de nuestro Dany. Gracias por la esposa maravillosa que le diste. Sólo Él sabe hacer las cosas excelentes. Su tiempo nunca es tarde. Nada, absolutamente nada se ha salido de su control y por eso nuestro corazón está muy agradecido.

Seguramente también tienes motivos para agradecerle en este 2020. Si estás leyendo este devocional, ya puedes decir que Dios te ha dado la visión para hacerlo. Aprendamos a ser agradecidos aun en lo más pequeño o cotidiano. Oremos:


Amado Señor: El año culmina con tus bondades porque las vimos a diario en nuestras vidas y en toda la familia. Muchas, muchas gracias buen Dios. Gracias por la salud, gracias por el pan diario, gracias por el bienestar de nuestros hijitos, gracias por el resto de familia que también nos acoge con cariño, gracias por los hermanos de la Iglesia que interceden por nosotros, gracias por los amigos que siempre están ahí. ¡Y cómo no darte las gracias a pesar de haber quedado mi corazón tan triste, por la partida de esa mujer que me amó y cuidó como su hija! Te doy las gracias porque sé que está allá en el cielo Contigo y sin dolor alguno. La verdad, no merecemos tanto amor de tu parte. Gracias, gracias mi Jesús. Siempre recordaremos este 2020 porque en medio de tanta tristeza para el mundo, Tú nos guardaste, nos cuidaste como a la niña de tus ojos ¡Te amamos y adoramos!


Un abrazo y bendiciones.  

miércoles, 30 de diciembre de 2020

Aprendamos a contar bien nuestros días

 Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría. 

Salmo 90:12. NVI.


Lectura: Salmo 90:1-17.  Versículo del día: Salmo 90:12.


MEDITACIÓN DIARIA


Un año más que se acaba; a pesar de las dificultades que atravesó el mundo, pasó fugaz. Me encanta este Salmo que es de Moisés, pero muy diciente respecto a lo que vivimos. Primero que todo personalmente, también tengo que decir: “Señor, tú has sido nuestro refugio generación tras generación” (v. 1). Sí; sin discusión alguna, Dios ha sido nuestro refugio en este 2020. Y tantas muertes quizá de familiares tuyos, amigos o conocidos, simplemente sucedieron porque el mismo Dios se encargó de que así fuera; Él tiene nuestros días contados: “Tú haces que los hombres vuelvan al polvo” (v. 3).

Recordaremos el 2020 como el año en que todo cambió. Los amigos se distanciaron; las visitas se dejaron. Los abrazos y los besos quedaron atrás, ¡y cuánta falta nos hace compartir con los que amamos! Un año de aflicción para muchos, pero Señor: “¡devuélvenos ahora ese tiempo en alegría!” (v. 15b); “Que el favor del Señor nuestro Dios esté sobre nosotros” (v. 17). Sí ese será el ruego para el año que comienza sin antes dejar de agradecerle a Dios por permitirnos culminar una etapa más de nuestra vida.


Amado Señor: necesitamos de tu sabiduría para saber conducirnos y para entender tus designios porque Tú Eres Soberano. Bendito Dios, que podamos alabarte y darte gracias por el regalo de vida que cada día nos ofreces. Enséñanos a deleitarnos en cada maravilla tuya que apreciemos y a tener contentamiento con cada cosa que nos das. Tal vez si lo hacemos aprenderemos a contar bien nuestros días. ¡Te alabamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 29 de diciembre de 2020

Otras madres también lloran sus hijitos

Se oye un grito en Ramá, llanto y gran lamentación; es Raquel, que llora por sus hijos y no quiere ser consolada; ¡sus hijos ya no existen! 

Mateo 2:18. NVI.


Lectura: Mateo 2:13-18. Versículo del día: Mateo 2:18.


MEDITACIÓN DIARIA


Nuevamente la profecía se cumple cuando José tuvo que ir a Egipto avisado por el ángel, puesto que Herodes había mandado matar a todos los niños menores de dos años. Tradicionalmente se llama el día de los inocentes por la matanza a tanto niño inocente, pero lo llamado jocosamente no tiene nada que ver, con el terrible suceso. Por eso dice el versículo que llora Raquel, como en nombre de tantas madres que vieron el martirio de sus pequeños tal como lo dice Jeremías 31:15. Exactamente todo se cumplió. ¡Cuántos acontecimientos sucedieron alrededor del nacimiento de Jesús! Satanás no se queda quieto y a él no le convenía que viniese el Salvador al mundo.

En la actualidad los tiempos también son difíciles y he sentido el dolor de muchas madres en Colombia, por ejemplo, donde grupos al margen de la ley les han arrebatado a sus hijitos aun siendo casi niños. También ellas lloran. Personalmente pienso que cada día la situación se pone más dramática; pues la lucha sigue existiendo: el ladrón viene a robar, matar y destruir. El enemigo bien sabe por dónde empezar. Oremos:


Amado Señor Jesús: en este día ponemos delante de Ti a tanta mujer madre, que ha sido azotada por la violencia y se le han arrebatado sus hijos del hogar. Bendito Señor, oramos porque ellas puedan conocerte como el Dios y Salvador de sus vidas y para que en sus corazones haya paz y fortaleza a pesar de las dificultades que tienen que afrontar. Gracias Señor por ellas; las dejamos en tus manos. ¡Alabado sea tu Nombre!


Un abrazo y bendiciones.

lunes, 28 de diciembre de 2020

Porque le conocemos, ya podemos irnos en paz

Según tu palabra, Soberano Señor, ya puedes despedir a tu siervo en paz. Porque han visto mis ojos tu salvación, que has preparado a la vista de todos los pueblos: luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel. 

Lucas 2:29-32.  NVI.


Lectura: Lucas 2:21-40. Versículos del día: Lucas 2:29-32.


MEDITACIÓN DIARIA


Simeón, el hombre justo que presenció la presentación del Niño Jesús en el templo, dio gracias a Dios por permitirle no morir sin conocer a Cristo el Señor (vv. 25-26). Lleno del Espíritu bendijo a Dios y sus palabras tienen relevancia para todas las personas, porque definitivamente la única manera de irnos de este mundo en paz, es habiendo conocido la salvación que nos fue dada a través de Jesús. Su redención por los pecadores no hubiese sido, sin su nacimiento. ¡Gloria a Dios!

Jesús es la luz que ilumina a las naciones y la luz que vino al mundo a resplandecer en las tinieblas. La luz que tú puedes tener si aceptas que es el Hijo de Dios nacido en un humilde pesebre, muerto por nuestros pecados y resucitado para darnos vida juntamente con Él. Te invito a orar:


Señor Jesús: ciertamente, como Simeón deseo conocerte y verte espiritualmente como mi Señor y Salvador. Eres la luz que resplandece sobre el mundo y yo quiero ser parte de esa luz Contigo. Perdona mis pecados y haz conmigo el propósito que tienes para mí. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una nueva vida a tu lado. Amén.


Un abrazo y bendiciones.   

 

sábado, 26 de diciembre de 2020

Tú serás mi Rey también

 ¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo. 

Mateo 2:2. NVI.


Lectura: Mateo 2:1-12.  Versículo del día: mateo 2:2.


MEDITACIÓN DIARIA


La estrella se levantó para anunciar que había nacido el Rey y Salvador. Los sabios de oriente, llamados comúnmente reyes magos fueron a adorarle al sitio donde proféticamente estaba escrito: Belén de Judea (Miqueas 5:2).

El Niñito Jesús no solamente es el Rey de los judíos. Él es el Rey de reyes y Señor de señores. Sería bueno que también tú le buscaras para que se convierta en tu gran Rey. Cree por fe que la estrella está posada sobre tu casa y que Jesús está a la puerta queriendo entrar. ¿Qué le dirás? ¡Sigue! O por el contrario le cierras la puerta. Él quiere venir a cenar contigo: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Jesús está llamando a la puerta de tu vida. Permítele seguir. Oremos:


Jesús amado: yo te necesito y hoy decido abrir la puerta de mi corazón para que vengas a morar conmigo. Perdona mis pecados y hazme de acuerdo a tu santa voluntad. Gracias por perdonarme y limpiarme. De ahora en adelante Tú, Jesús serás mi Rey por excelencia. Serás mi Señor y Salvador. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

viernes, 25 de diciembre de 2020

Eso y mucho más es para ti Jesús

Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. 

Isaías 9:6. NVI.


Lectura: Isaías 9:1-7.  Versículo del día: Isaías 9:6.


MEDITACIÓN DIARIA


Todo aquel que acepta a Jesús de Nazaret como Señor y Salvador, pasa de la oscuridad a la luz. No solamente era una profecía para el pueblo de Israel. Los cristianos podemos dar fe que antes de Cristo en nuestras vidas había confusión, pesadez; había dolor, ansiedad, angustia. Después con el Señor una luz resplandece y es como si se quitara un velo de los ojos que no nos permitía ver bien (vv. 1-2). Jesús en su ministerio lo afirmó: Él es la luz del mundo y el que lo sigue no andará en tinieblas (Juan 8:12). Se nos dio un regalo con el nacimiento de Jesús. Dios Padre nos lo proveyó para librarnos del pecado a través de su sacrificio en la cruz del Calvario. ¡Tanto amor y no nos damos cuenta!

Jesús: el Rey de reyes y Señor de señores. El mundo entero tendrá que doblar sus rodillas ante Él y reconocerlo como Rey y Señor. Este Niñito nacido en Belén, también es nuestro Consejero admirable a Él podemos recurrir cuando estamos cansados y débiles porque su yugo es fácil y ligera su carga (Mateo 11:28-30). En la deidad de Cristo, en su unión con el Padre se convierte en Dios fuerte y Poderoso. Se le llamará Padre eterno. Desde el principio Él era el Verbo y todas las cosas fueron creadas por Él (Juan 1:1-4). Se le llamará Príncipe de paz: su paz no es como el mundo la da (Juan 14:27) y sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7).

¿Qué más podemos pedir? Dios Padre nos ha mandado a su Hijito para que todo el que crea en Él tenga vida eterna y tendremos todo lo que el profeta Isaías anunció aún desde quinientos años antes de su nacimiento. ¿Quieres conocer a Jesús, el niñito nacido en Belén? Te invito a orar conmigo:


Amado Jesús: gracias por venir al mundo y saber que lo hiciste por mí para darme todo lo que Eres y poder dirigirme a Ti a pedirte consejos, refugiarme en tus brazos y recibir tu paz. Te reconozco como mi Señor y Salvador personal. Eres mi Dios fuerte y Padre que me amaste desde la eternidad. Gracias, muchas gracias buen Jesús y Señor por darme tanto amor. ¡Alabo y exalto tu Nombre! ¡Gloria a Dios en las alturas!


Un abrazo y bendiciones.   

jueves, 24 de diciembre de 2020

La buena noticia: ¡nació el Salvador del mundo!

Pero el ángel les dijo: No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. 

Lucas 2:10-11. NVI.


Lectura: Lucas 2:1-20.  Versículos del día: Lucas 2:10-11.


MEDITACIÓN DIARIA


Augusto Cesar levantó un censo en todo el imperio romanos y cada cual iba a inscribirse en la ciudad donde había nacido. José era de Belén de Judea y estando allí, María tuvo el parto del Niño Jesús, pero como no hubo posada para ellos en ningún sitio, se tuvieron que acomodar en un establo. (vv. 1-7). Notemos que Dios movió todas sus fichas para que la profecía del lugar de su nacimiento se hiciera realidad (Miqueas 5.2). En esa misma región se encontraban unos pastores cuidando sus rebaños cuando un ángel del Señor se les apareció y la gloria del Señor los cubrió. Ellos se asustaron, pero el ángel los calmó con tan buenas noticias, diciéndoles que había nacido el Salvador, Cristo Jesús. ¡Sí, son noticias que alegran a quien las recibe!

Hoy la noticia es para ti en especial: Jesús nació en un humilde pesebre y siendo Él quien está de cumpleaños, el regalo es para nosotros: Jesús, el Salvador vino a reconciliar al hombre con Dios; a darnos nueva vida; a perdonar todos los pecados. No dejes a la deriva esta, que sin lugar a dudas es la mejor de las noticias. Permítele a Jesús, nacer ahora en el pesebre de tu corazón. Oremos:


Jesús amado: yo te abro la puerta de mi vida para que vengas a nacer en el pesebre de mi corazón. Perdona todos mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por venir a morar aquí conmigo; gracias por perdonarme, limpiarme y darme una nueva vida Contigo. Amén.


Un abrazo y bendiciones.  

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Toda profecía se cumple

Por eso, el Señor mismo les dará una señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel.. 

Isaías 7:14. NVI.


Lectura: Isaías 7:10-24.  Versículo del día: Isaías 7:14.


MEDITACIÓN DIARIA


Esta profecía sobre el nacimiento de nuestro Salvador fue más o menos quinientos años antes de Cristo y sucedió tal como fue predicha. Se les daría una señal: la joven quedaría embarazada y pronto tendría un hijo a quien pondría por nombre Emanuel, que es Dios con nosotros. Exactamente así si cumplió. En el devocional de ayer lo mencioné. Fueron las palabras del ángel Gabriel para José, cuando se le apareció en sueños para que no fuera a rechazar a María.

Quizá tú eres escéptico a creer en las profecías, pero Dios cumple lo que promete. Y así como fue anunciado el Mesías para salvar a la humanidad del pecado, ese mismo Jesús volverá otra vez. Otras señales también dadas por el propio Señor Jesucristo, demuestran según algunos eruditos de la Biblia, que está próxima a cumplirse. Sea porque sí o porque no, a los cristianos nos corresponde estar alerta.

Y si no tienes a Jesús todavía como el Señor de tu vida, cree que las profecías se cumplen y te insinúo voltear los ojos hacia el Salvador. Jesús nació, murió y resucitó tal como estaba profetizado. En este tiempo que estamos celebrando su nacimiento, recíbelo en tu corazón. Dile así:


Señor Jesús: te necesito y creo que viniste al mundo tal como lo anunciaron los profetas. Hoy, te abro la puerta de mi vida y te acepto como mi Señor y Salvador personal. Perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por venir a morar conmigo, por perdonarme y limpiarme. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

martes, 22 de diciembre de 2020

Invita a Jesús a morar en tu casa

Pero, cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. 

Mateo 1:20. NVI.


Lectura: Mateo 1:18-25. Versículo del día: Mateo 1:20.


MEDITACIÓN DIARIA


María resultó embarazada estando comprometida para casarse con José. José pensó dejarla porque posiblemente no creyó que María estuviese encinta por obra del Espíritu Santo. No debió ser fácil para José esa situación. Al ver el entorno de José es fácil entenderlo, porque seguramente, María era su misma vida y aparentemente tenía que dejarla.

El ángel del Señor se le apareció a José en sueños y cambió de parecer; entonces, recibió a María como esposa. También le dijo el ángel acerca de María lo siguiente: “Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (v. 21). José hizo tal como recibió las instrucciones del ángel y le puso por nombre Jesús que es el Salvador del mundo. José se convirtió en el padre adoptivo de Jesús y fue un gran apoyo para él y para María.


Amado Señor: te damos gracias porque, así como José recibió a María y a su vez a Jesús en su casa, también nosotros te abrimos la puerta de la nuestra para que vengas a morar en ella. Jesús amado, nuestro corazón está abierto para Ti. Gracias porque viniste a salvar al mundo del pecado que lo agobia. Gracias porque Eres nuestro Salvador incondicional. ¡Te amamos Señor!


Un abrazo y bendiciones.

lunes, 21 de diciembre de 2020

Jesús: el Sol naciente que trae perdón, luz y calor

Así nos visitará desde el cielo el sol naciente, para dar luz a los que viven en tinieblas, en la más terrible oscuridad, para guiar nuestros pasos por la senda de la paz. 

Lucas 78b-79. NVI.


Lectura: Lucas 1:57-80.  Versículos del día: Lucas 1:78B-79.


MEDITACIÓN DIARIA


Zacarías, el padre de Juan el Bautista sabe que Dios cumple sus promesas y por eso mismo, lleno del Espíritu se regocija en este canto cuando su hijo nace, para honrarle a Él y entender que nadie más es digno de recibir todo honor y gloria. Qué bonita la descripción: “nos visitará desde el cielo el sol naciente”.

El sol nace de lo alto; viene del cielo y nos trae el perdón de pecados. Es un rayo de luz que cobijará a todo aquel que en Él cree. Viene a dar luz a los que viven en la más densa oscuridad. No es más que el amor de Dios reflejado en su Hijo Jesucristo quien vino a salvarnos (Romanos 5:8). Hoy es el día especial para dejar que ese sol naciente venga a darnos todo su calor y resplandor. Te animo para que no desperdicies esta oportunidad que Papá Dios te está ofreciendo. Oremos:


Señor Jesús: yo te necesito. Ven a morar en mi corazón. Te acepto como mi Señor y Salvador y añoro ese sol que Eres Tú y que alumbrará mi sendero para caminar sin dificultad por él.  Perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias bendito Jesús por perdonarme, limpiarme y darme una nueva vida. Gracias porque Contigo tengo el calor, el abrigo y la luz que mi alma necesita. Gracias mi Señor.  


Un abrazo y bendiciones.  

  

sábado, 19 de diciembre de 2020

También nos regocijamos porque Eres nuestro Dios y Salvador

 Entonces dijo María: Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador 

Lucas 1:46-47. NVI.


Lectura: Lucas 1:46-56.  Versículos del día: Lucas 1:46-47.


MEDITACIÓN DIARIA


El canto de María, llamado el Magnificat en la Iglesia tradicional, es un canto de alabanza y adoración a Dios cuando María visita a su prima Elisabet. Al escuchar el saludo de María el bebé saltó de alegría en el vientre de Elisabet. Entonces María llena del Espíritu alaba a Dios con este canto. Se nota que esta joven hebrea era una mujer piadosa, reflexiva, y que conocía muy bien las Escrituras y por ende la historia de su pueblo.

Para mí es un canto poético. Resalta la bondad de Dios; su misericordia; su exaltación por los humildes dejando a un lado a los poderosos y orgullosos. Recuerda también las promesas de Dios hacia Israel y a Abraham (vv. 48-55). María expone su cántico con sinceridad; palabras que brotan de un corazón agradecido. Alaba a Dios por la elección, al haberla elegido y se alegra en Dios su Salvador que es ese Niñito que lleva en su seno.

Para reflexionar: cuando Dios obra maravillosamente en nuestras vidas, ¿sí le somos agradecidos y le exaltamos por lo que ha hecho? O, al contrario, como ya llegó el pedido nos hacemos los de la vista gorda y nada más. Siempre he dicho que se nos olvida ser agradecidos con los que nos brindan su apoyo y tenemos cerca, ¡cuánto más entonces con Dios!


Amado Señor: no solamente María puede alegrarse de Ti como su Dios y Salvador. Igual te estamos agradecidos por haber fijado tus ojos en cada uno de nosotros. Tú Eres nuestro Señor y Salvador. Nos regocijamos y te exaltamos bendito Jesús porque sin tu nacimiento no hubiese podido haber redención de pecados. Gracias bendito Señor Jesús. ¡Te amamos y adoramos!


Un abrazo y bendiciones.

viernes, 18 de diciembre de 2020

Necesitamos una dosis abundante de fe

 ¡Dichosa tú que has creído, porque lo que el Señor te ha dicho se cumplirá! 

Lucas 1:45. NVI.


Lectura: Lucas 1:39-45.  Versículo del día: Lucas 1:45.


MEDITACIÓN DIARIA


Así es: bienaventurada María que creyó y no puso peros al anuncio de ser la madre del Hijo de Dios. Elisabet su prima, había sufrido los efectos de la falta de confianza de Zacarías cuando el ángel le anunció también el nacimiento de Juan el Bautista; siendo él de edad avanzada y su esposa estéril, dudó sin tener en cuenta que para Dios no existen imposibles (Lucas 1:18 y 1.37).

Miremos la diferencia entre la fe de María y la de Zacarías. María firmemente responde convencida de que Dios tiene poder para realizar proezas mientras que Zacarías se dejó llevar por las circunstancias.

¿En qué lugar estás tú? Creo sin ánimo de censurar o criticar, porque a mí a veces me pasa lo mismo, que la mayoría de las personas tenemos a Dios como un Dios débil, pequeño que no es capaz de actuar en favor nuestro, pero ¡cuán equivocados estamos! En mi caso, por lo menos, he visto su poder levantándome en dos ocasiones donde estuve al borde de la muerte y el Señor me sacó adelante sanando mi cuerpo. Sin embargo, en cosas más pequeñas he dudado de su fidelidad y poder. No nos dejemos llevar por las circunstancias. Actuemos como Abraham: “Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios, plenamente convencido de que Dios tenía poder para cumplir lo que había prometido” (Romanos 4:20-21): ‘plenamente convencido’.


Buen Jesús: venimos ate Ti para pedirte primero que todo, perdón cuando hemos dudado de tu misericordia y segundo para que coloques una dosis mayor del fruto y don de la fe, ya que sin esta es imposible agradarte. Definitivamente, nos falta mucha al dirigirnos hacia Ti. Gracias bendito Señor por esa dosis abundante que nos regalarás. Gracias porque toda tu Palabra es verdad y cada día nos llena más de Ti. ¡Te amamos Señor!


Un abrazo y bendiciones.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Una humildad ejemplar de imitar

—Aquí tienes a la sierva del Señor —contestó María—. Que él haga conmigo como me has dicho. Con esto, el ángel la dejó. 

Lucas 1:38. NVI.


Lectura: Lucas 1:26-38.  Versículo del día: Lucas 1:38.


MEDITACIÓN DIARIA


El anuncio del nacimiento de Jesús comienza así: “A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María. El ángel se acercó a ella y le dijo: ¡Te saludo, tú que has recibido el favor de Dios! El Señor está contigo”.  Lucas 1:26-28. NVI. Ante estas palabras María se sorprendió porque no entendía el saludo. Así que el ángel prosiguió anunciándole que quedaría encinta. Como ella era virgen, no entendía cómo podía suceder; el ángel la tranquilizó diciéndole que sería por obra del Espíritu Santo; que le pondría por nombre Jesús y que sería llamado Hijo del Altísimo (vv. 29-35). Y María le responde al ángel con toda humildad, aceptando la voluntad de Dios en su vida (v. 38).

Es de admirar la entereza de María; la bondad que sale de un corazón sometido a su Señor. Sin duda yo creo que María era una mujer piadosa entregada a la oración. No debió ser cualquier mujer, seguro tenía muchas más virtudes para que Dios hubiera puesto sus ojos en ella. Con su respuesta tan firme, de entender que solamente era ante Dios una esclava, contesta humildemente: “Aquí tienes a la sierva del Señor. Que él haga conmigo como me has dicho”. María no se detuvo en lo más mínimo. Consecuencias llegarían: ¿Qué pensaría José? La mujer que le pasara algo similar en ese tiempo era lapidada. ¿Le creerían que había sido obra del Espíritu Santo? Solamente se dejó caer en los brazos de su Señor y descansar en Él.

Una muy buena lección para nosotros, especialmente para las mujeres que solemos mirar con mayor proporción las dificultades. María se convirtió en el primer ser humano en aceptar al Señor Jesús en su vida. Dios permita que todos sigamos su ejemplo.


Amado Jesús: ahora que estamos ya prontos a celebrar el acontecimiento más importante de la humanidad con Tu llegada al mundo, deseamos también acogerte y decirte que vengas a nacer en el pesebre de nuestro corazón. También nos declaramos como tus siervos y te pedimos que hagas con nuestras vidas conforme a tu santa voluntad. Gracias, muchas gracias Señor Jesús por venir a morar en esta casa que es Tuya. ¡Te amamos buen Señor!


Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Eres el Hijo de Dios en todo su esplendor y gloria

 

Cuando les dimos a conocer la venida de nuestro Señor Jesucristo en todo su poder, no estábamos siguiendo sutiles cuentos supersticiosos, sino dando testimonio de su grandeza, que vimos con nuestros propios ojo”. 

2 Pedro 1:16. NVI.


Lectura 2 Pedro 1:12-21.  Versículo del día: 2 Pedro 1:16.


MEDITACIÓN DIARIA


Palabras del apóstol Pedro a sus discípulos y que también aplica para nosotros. Al conocer al Señor Jesús y ver sus maravillas en nuestras vidas, igualmente tenemos que no quedarnos callados y dar testimonio de su grandeza. No le hemos visto personalmente ni palpado como Pedro, pero sí lo hemos visto actuando en diferentes etapas de nuestra vida y hemos sido testigos de proezas que ha realizado en el área física con sanidad; en el área financiera levantándonos, en el área emocional reponiendo corazones rotos y en el área espiritual restaurando vidas cautivas.

Ante todos estos hechos ¿cómo no decir que nuestro Señor Jesucristo es real? Es la Segunda Persona de la Trinidad y como Persona murió por nuestros pecados, pero resucitó para vencer la muerte y darnos juntamente con Él una vida eterna. Como Persona, nos podemos dirigir a Él en oración y tener una relación perfecta. Jesús es nuestro mejor amigo; no dudemos de ir a contarle todo lo que nos gusta y lo que no. Contarle si estamos alegres o estamos tristes. Es hermoso descargar sobre sus brazos nuestra ansiedad y si es necesario llorar, llorar a su lado porque Jesús viene a consolarnos y no le somos indiferente.

Sí; con toda firmeza yo también digo, proclamo y exclamo que mi Jesús es real; es el Rey de reyes y Señor de señores. ¡Eres el Hijo de Dios en todo su esplendor y poder!


Amado Señor Jesús: muchas gracias por tenerte en mi vida y saber que Eres Real. Tú no Eres un cuento de hadas ni algo supersticioso, Eres el Hijo de Dios, muerto y resucitado. Hoy proclamamos que Eres el Rey de reyes y Señor de señores. Gracias por venir a morir en nuestro lugar y por tanto bien que no solamente a mí has dado, sino a tantos que se han acercado a tus pies. ¡Eres el Más Grande y Majestuoso! ¡Te amamos buen Señor y Dios!


Un abrazo y bendiciones.

martes, 15 de diciembre de 2020

Victora total con Cristo Jesús

Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 

Romanos 8:37. NVI.


Romanos 8:28-39.  Versículo del día: Romanos 8:37.


MEDITACIÓN DIARIA


Sí, más que vencedores, porque así nos pase lo que nos pase, Dios no nos dejará. Tiene un propósito con cada uno y lo cumplirá. Él va preparando todo para el bien de los que le aman (v. 28). Ya nada ni nadie puede acusarnos, condenarnos o separarnos del amor de Dios. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades; nada, absolutamente nada podrá hacerlo (vv. 33-35). Ni la muerte, ni la vida, ni ángeles o demonios, ni nuestros temores de hoy o preocupaciones del mañana; Tampoco pueden con nosotros los poderes del infierno, ni de las alturas, ni de las profundidades. De hecho, NADA en toda la creación podrá jamás separarnos del amor de Dios que está revelado en Cristo Jesús nuestro Señor (vv. 38-39). Nosotros somos de Cristo Jesús quien nos da la victoria total. ¡Gloria a Dios!

Es que este regalo de la salvación es tan hermoso, que a primera instancia no lo alcanzamos a vislumbrar. Por eso es que necesitamos del conocimiento de Dios para ir llenándonos de su Palabra e ir creciendo en discernimiento y sabiduría de su parte.


Amado Jesús: no nos cansamos de darte las gracias por habernos escogido para Ti. Gracias porque a pesar de serte infieles y pecadores aún, Tú sigues exactamente igual con nosotros demostrando tu amor inagotable. Gracias por tanto amor derramado. Pon en nuestros corazones un espíritu de obediencia para que podamos ser olor grato para Ti; para que por dondequiera que pasemos, fluya ese mismo amor Tuyo y los que no te conocen lleguen a tus pies. ¡Te amamos buen Jesús!


Un abrazo y bendiciones.

lunes, 14 de diciembre de 2020

¡Te necesito Jesús! ¡Tengo hambre de Ti!

Vienen días —afirma el Señor omnipotente—, en que enviaré hambre al país; no será hambre de pan ni sed de agua, sino hambre de oír las palabras del Señor. 

Amós 6:11 NVI.


Lectura: Amos 6:9-14.  Versículo del día: Amós 6:11.


MEDITACIÓN DIARIA


Estamos viviendo días que son malos; pero todavía faltan otros, que serán más malos. Si continuamos leyendo lo referente al devocional vemos: “La gente vagará sin rumbo de mar a mar; andarán errantes del norte al este, buscando la palabra del Señor, pero no la encontrarán” (v. 12 en la lectura).

Por eso, no nos podemos dejar coger ventaja de esos días. Hay otra parte de la Biblia que dice: “Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano” (Isaías 55:6). Y estamos todavía a tiempo de buscarlo; no hay que desaprovechar la ocasión. Hoy por hoy vivimos en el tiempo de la gracia. Esto quiere decir que Jesús vino a dar su vida por cada uno de nosotros y si le reconocemos como nuestro Señor y Salvador gozaremos de una vida eterna a su lado. Gracia, es don, es regalo. Jesús vino al mundo a ofrecernos la salvación (Efesios 2:8-9); el regalo de la salvación. ¡No desprecies ese regalo!

Quizá no haya más tiempo. Es hora de voltear los ojos a Jesús de Nazaret y hablar con Él. Te puedo guiar con una corta oración; pero si no te gusta, dile con tus propias palabras algo así:


Señor Jesús: Te necesito. Tengo hambre de Ti. Quiero entregarte mi vida para que de ahora en adelante seas mi Señor y Salvador. Perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por venir a morir por mí y gracias por permitirme buscarte y encontrarte. Amén.


Un abrazo y bendiciones-

sábado, 12 de diciembre de 2020

Llorar le hace bien al corazón

Vale más llorar que reír; pues entristece el rostro, pero le hace bien al corazón. 

Eclesiastés 7:3. NVI.


Lectura: Eclesiastés 7:1-6.  Versículo del día: Eclesiastés 7:3.


MEDITACIÓN DIARIA


Así es. No sé por qué se critica cuando se ve a una persona llorando e incluso cuando se trata de un hombre salen frases machistas como: ‘los hombres no lloran’. Aquí, la misma Palabra de Dios, valora el llanto. Claro; he sabido de personas que, aunque quieren llorar no pueden; o de otras que reprimen su llanto, quizá por conveniencia.

Creo que, si se tiene tristeza y aflora el llanto, lo mejor es dejarlo salir porque le hace bien al corazón. De ahora en adelante no reprimamos derramar unas cuántas lágrimas que eso nos va a reconfortar y va a aliviar la carga que nos pesa. Amiga mía: si quieres llorar, llora. Deja que fluya todo el dolor que tienes dentro. Pon delante de Jesús tu carga, que Él vendrá a aligerarla.


Señor Jesús: Tú mismo lloraste cuando viste que tu amigo Lázaro había muerto. Gracias porque a nosotros que somos más débiles, igual nos sucede. Enséñanos a desgarrar nuestro corazón especialmente ante Ti que Eres el que todo lo sabes. Reconforta almas y vidas deshechas por uno u otro motivo. Gracias porque tus caminos son perfectos y Tú vas adelante abriendo cerchas y quitando los rastrojos para que los tuyos puedan seguir andando sin tropezar. ¡Te amamos Señor!


Un abrazo y bendiciones.  

viernes, 11 de diciembre de 2020

Gocemos plenamente de su gracia y de su paz

Que abunden en ustedes la gracia y la paz por medio del conocimiento que tienen de Dios y de Jesús nuestro Señor. 

2 Pedro 1:2. NVI.


Lectura: 2 Pedro:1-1-11.  Versículo del día: 2 Pedro 1:2.


MEDITACIÓN DIARIA


Este fue el deseo de Pedro para sus discípulos y es el mismo que todos deseamos para los que creemos en el Señor Jesús. Y es que tenemos que saber de la maravillosa experiencia al haber acogido en nuestras vidas al Salvador del mundo. Es despojarnos de todo aquello que nos pesaba y no nos permitía obrar libremente. Jesús dijo: “y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres” (Juan 8:32). Muchos se preguntarán ¿cuál verdad? Jesús, también afirmó: “—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí” (Juan 14:6). Ya no vivimos bajo la ley, vivimos bajo su preciosa gracia; bajo el amparo y rodeados de esa gracia que es el mejor regalo que jamás hayamos recibido. No hicimos nada para alcanzarla, pero precisamente del cielo nos llegó.

Esa gracia es la que debe abundar en cada uno de nosotros porque será la portadora de la paz que nos ofrece nuestro buen Señor. No es la paz que el mundo nos da; no. Es otra clase de paz; la que sobrepasa todo entendimiento. Es la paz que experimentamos cuando nos llegan las pruebas; es la paz que podemos lograr al encontrarnos solos y apesadumbrados. Es la paz que sentimos cuando alguno de nuestros seres queridos parte hacia la eternidad.

Dios nos dio su divino poder para tener el conocimiento que necesitamos para vivir como Él lo desea (v. 3). No desperdiciemos ese conocimiento que será el que en últimas nos permitirá gozar plenamente de su gracia y de su paz a través de Jesús nuestro Señor.


Amado Señor Jesús: no nos cansaremos de darte las gracias por tanta bondad hacia nosotros. Tú, nos miraste con compasión y nos cautivaste con lazos de amor y ternura, mientras nosotros te faltábamos día a día. Derramaste tu bendita gracia sobre cada uno, para que aprendiéramos a andar por ese camino que Eres Tú mismo. Nos llevas de tu mano y sufres cuando nos soltamos y desviamos. Señor, perdona esos arrebatos y vuélvenos a tomar en tus amorosos brazos. ¡Te amamos buen Jesús!


Un abrazo y bendiciones.

jueves, 10 de diciembre de 2020

Nos espera la gloria de Dios

 

De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. 

Romanos 8:18. NVI.


Lectura: Romanos 8:18-27.  Versículo del día: Romanos 8:18.


MEDITACIÓN DIARIA


Creo que esa gloria debe ser lo máximo que nos espera. Escuchando testimonios de personas que han muerto clínicamente y han vuelto a la vida, confirman que estar allá en el cielo es indescriptible. Un señor decía, no tener palabras para describir la hermosura y paz de ese sitio. Ante esto, es cuando recapacitamos y nos damos cuenta que vale la pena luchar aquí sin importar las aflicciones. Entiendo que allá, vamos a rejuvenecer y las dolencias quedarán atrás.

Definitivamente, no tenemos que apegarnos a esta vida. Aquí, es solamente un peregrinaje; es algo pasajero. La vida de verdad, es la que nos espera al lado de Nuestro Amado Señor Jesús. La Biblia nos lo confirma: “Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo” (1 Juan 5:11). ¡Bendita esperanza!


Amado Señor: gracias por darnos la convicción de una nueva vida a tu lado y para la eternidad. Si no fuera por tu obra grandiosa en la cruz del Calvario no podríamos cantar victoria. Pero Tú, sin importar la multitud de pecados de la humanidad, te ofreciste como becerro inmolado y pagaste con tu propia sangre la redención del hombre pecador. Gracias bendito Señor, porque ahí estaba yo presente en esa muerte. Te inmolaste también por mí que soy tan pecadora como cualquiera del mundo. Gracias por mirarme con amor, ternura y compasión para darme el mejor de los regalos. ¡Te amo mi Señor! ¡Todo honor y gloria sean para Ti!


Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Ser prudentes para no herir susceptibilidades

Por eso en circunstancias como estas guarda silencio el prudente, porque estos tiempos son malos. 

Amós 5:13. NVI.


Lectura: Amós 5:4-15.  Versículo del día: Amós 5:13.


MEDITACIÓN DIARIA


Tal cual está sucediendo: los tiempos son malos. El caos mundial, la indiferencia total del ser humano hacia Dios, donde a lo bueno llaman malo, y a lo malo bueno, nos confunde, cuestiona y atemoriza.  Es lo que vemos a diario en los medios de comunicación tanto escritos como masivos, así se trate de televisión, internet o radio. El mundo está al revés: “Ustedes odian al que defiende la justicia en el tribunal y detestan al que dice la verdad” (v. 10); se pisotea al desvalido y encima de esto, los gobiernos crean más impuestos, incluso para los víveres; se oprime al justo, se exige soborno (vv. 11-12), y todo se empieza a mirar de forma natural. Definitivamente el corazón está endurecido.

Ahora con el Covid-19, es difícil hablar con las personas. Todas andan asustadas y a la vez, por esa misma razón evitando el menor contacto, ni siquiera se voltean para saludar. En medio de la crisis hay temor, incertidumbre y desconfianza. Bien nos dice el versículo del día que debemos ser prudentes. Es lo mejor para no herir susceptibilidades.

Como cristianos, nos queda la mejor arma que tenemos: la oración; y vivir pegados de la mano de nuestro buen Señor.


Amado Jesús: hoy pedimos prudencia de nuestra parte. Gracias Señor porque Tú sabrás mostrarnos el momento preciso para hablar de Ti y divulgar el mensaje de las buenas nuevas. Afirma nuestra fe y si nos das oportunidad de hablar con personas que no te conocen, permite que seamos el brazo que tendamos para dar consuelo, ánimo y confianza en Ti, Jesús.


Un abrazo y bendiciones. 

martes, 8 de diciembre de 2020

Todos unidos como Congregación de Dios

 Cuiden como pastores el rebaño de Dios que está a su cargo, no por obligación ni por ambición de dinero, sino con afán de servir, como Dios quiere. 

1 Pedro 5:2. NVI.


Lectura: 1 Pedro 5:1-11.  Versículo del día: 1 Pedro 5:2.


MEDITACIÓN DIARIA


También se les recomienda a los pastores ser amables con los que tienen a cargo. Guiándolos con el buen ejemplo (v. 3). No solo la lectura nos habla de los pastores; a los jóvenes se les recomienda acatar la autoridad de los ancianos y de todas maneras, en general, es importante ser humildes. Recordemos que “Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes” (v. 5b). Las preocupaciones y ansiedades nuestras deben de estar en las manos de Dios. Es lo mejor que podemos hacer.

Pero bueno. Tanto los pastores como los feligreses de una Congregación debemos amarnos, ayudarnos y ser solidarios unos con otros. Si hay problemas o aflicciones, el Señor se encargará de sacarnos adelante restaurándonos, sosteniéndonos, fortaleciéndonos y afirmando nuestra fe (vv. 9-10). Sin embargo, Dios deja en manos de los pastores, el cuidado de sus ovejas. Creo que es una responsabilidad bastante alta y nuestra obligación es tenerlos siempre en oración.


Amado Señor: te damos gracias por estar siempre a nuestro lado. Enséñanos a serte fieles como lo Eres Tú con nosotros. Oramos por todos los pastores que dirigen tu grey para que ellos sean portadores de fe, amor y esperanza en Ti. Deseamos Señor, que tu Iglesia sea ejemplo de convivencia para que los de afuera, que no te conocen, lleguen a tus pies. ¡Te adoramos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Gracias Señor Jesús por tu obra redentora

 Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús. 

Romanos 8:1. NVI.


Lectura: Romanos 8:1-17. Versículo del día: Romanos 8:1.


MEDITACIÓN DIARIA


Este versículo nos afirma la seguridad de salvación. Estamos unidos a Cristo Jesús y el poder del Espíritu Santo nos controla y nos da vida, liberándonos también del poder del pecado (v. 2). Recordemos que al aceptar a Jesús en nuestras vidas entran también el Padre y el Espíritu Santo a morar en cada uno de nosotros. De hecho, es el Espíritu Santo quien va haciendo la obra regeneradora en la persona. La ley de Moisés no podía salvarnos; por eso Dios mandó a su propio Hijo y lo envió tan débil como lo somos nosotros. Lo envió para que muriera por nuestros pecados y de ese modo, su ofrenda sirvió para destruir el pecado. Dios declaró el fin del dominio que el pecado tenía sobre nosotros (vv. 3-4).

Tenemos que estar controlados por el Espíritu Santo para no estar dominados por la naturaleza pecaminosa; ya somos herederos de una vida eterna al lado de nuestro buen Jesús. Ahora que, como no estamos exentos de caer y pecamos, bien nos dice la Palabra de Dios lo siguiente: “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Juan 1:9). Nuestra relación con Dios después de recibir a Cristo en nuestro corazón tiene otro matiz. Ya le pertenecemos; ya somos de Él y el pecado no se enseñoreará de nosotros. ¡Gloria a Dios por Cristo el Señor!


Amado Señor Jesús: no tenemos palabras para agradecerte lo que hiciste por nosotros para liberarnos de las garras del pecado y obtener Contigo la salvación. Eres el Único Dios Inigualable y Misericordioso, pues nadie más ha muerto por las trasgresiones de otro. Nadie más puede decir que su tumba está vacía. Tú resucitaste para darnos vida eterna. Gracias, muchas gracias bendito Señor.


Un abrazo y bendiciones.

sábado, 5 de diciembre de 2020

Reconozcamos la soberanía de Dios

He aquí el que forma las montañas, el que crea el viento, el que revela al hombre sus designios, el que convierte la aurora en tinieblas, el que marcha sobre las alturas de la tierra: su nombre es el Señor Dios Todopoderoso. 

Amós 4:13. NVI.


Lectura: Amós 4:6-13.  Versículo del día: Amós 4:13.


MEDITACIÓN DIARIA


El Señor se dirige al pueblo de Israel a través del profeta Amós, porque a pesar de haber pasado ellos días de tribulación, en vez de voltear sus ojos hacia su Dios, lo ignoraron y siguieron como tal (vv. 6-11).  Cuando el corazón está endurecido, no entiende razones. Solo desea seguir su propio camino, así cada paso que se dé sea para tropiezo.

La Iglesia, como su pueblo ahora que es, sufre los mismos estragos de fe. Unas veces, se rebela contra Dios no entendiendo sus designios y otras hay, que ni siquiera voltea sus ojos a nuestro Dios, aun viendo que Él tiene poder para cambiar las situaciones. Un ejemplo que estamos viviendo actualmente: hay personas que se enfurecen con Dios, reclamándole por qué permitió esta pandemia donde han muerto tanto ancianos como jóvenes y niños. Sería mejor cambiar esta queja en alabanza a Dios Nuestro Señor Todopoderoso y reconocer que Él es Soberano. Recordemos a Job quien sufriendo tanto infortunio siempre se mantuvo fiel e íntegro. Ni su esposa ni sus amigos fueron para él ayuda; al contrario, le cayeron encima. Dios se le revela y le responde con manifestaciones de su poder. Job reacciona y le confiesa al Señor: “De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven” (Job 42:5 RV1960). El Señor quitó toda la aflicción de Job y lo restauró devolviéndole la prosperidad y bendiciéndolo con otros hijos e hijas.


Amado Dios: Perdona nuestra dureza de corazón e ir a reclamarte a Ti siempre que estamos en aflicción. Enséñanos a darte gracias en todo como dice tu Palabra. Señor, sabemos que Eres el Dador de la vida y que hasta nuestros cabellos están en tu mano. Te damos gracias porque a pesar de estar el mundo como está, seguimos aquí vivos y disfrutando tus dádivas. ¡Te alabamos por siempre bendito Dios! ¡Tú Eres Soberano!


Un abrazo y bendiciones.