Pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y anoche me hizo justicia.Génesis 31:42b.
Lectura: Génesis
31:1-55. Versículo del día: Génesis
31:42b.
MEDITACIÓN DIARIA
Si algo hay que admirar
en Jacob fue la perseverancia. A pesar de que Labán su tío y suegro lo engañó
también muchas veces, seguía ahí cosechando bendiciones porque creía fielmente
en el Dios de sus padres que estaba con él y lo defendía (vv. 4-9). Perseveró
porque estuvo en casa de Labán por veinte años; catorce prácticamente por Raquel
y seis cuidando su ganado (v. 41). Sin embargo nunca desfalleció; persistió y
cuando llegó el momento de partir hacia su tierra, Dios no lo dejó ir con las
manos vacías, pues ya había logrado acumular muchos bienes y ganado (v. 18).
Personalmente considero
que una de las causas por las que no recibimos las bendiciones es porque no
sabemos esperar. Nos desanimamos rápidamente y queremos que todo sea para ya. La
misma tecnología nos lleva a un ritmo acelerado creyendo que con Dios es igual.
Se nos olvida que sus caminos y pensamientos no son los nuestros (Isaías 55:8),
y que para Dios un día es como mil años, y mil años como un día (2 Pedro 3:8);
nos apresuramos a ‘tirar la toalla’ sin lograr ver las dádivas generosas que el
Señor nos tiene preparadas. Todo esfuerzo tiene su recompensa y con Dios hay
que insistir, persistir y no desistir.
Amado Señor: Qué
satisfacción es saber que nunca nos abandonas y que siempre estás a nuestro
lado a pesar de las circunstancias que vivimos. Gracias bendito Dios porque
cuando pensamos que no nos escuchas es porque bien sabes cuál es el mejor
camino y el mejor momento para respondernos. Danos discernimiento y sabiduría
para saber esperar y no eludir tus favores.
Un abrazo y
bendiciones.