sábado, 30 de junio de 2018

Hay que disciplinar de acuerdo a las leyes de Dios


La vara de la disciplina imparte sabiduría, pero el hijo malcriado avergüenza a su madre. 
Proverbios 29:15. NVI.

Lectura: Proverbios 29:1-27.  Versículo del día: Proverbios 29:15.

MEDITACIÓN DIARIA

Cada día es más difícil criar los niños y levantarlos por buen camino. Infortunadamente se han sacado de las escuelas y colegios materias como la educación religiosa, la urbanidad y el civismo. Todo esto sumado a que ahora se le da más libertad a los niños y jóvenes donde los mismos gobiernos se encargan de inculcarles un libertinaje sin que cuente para ellos los padres o maestros. Ellos ahora en todo tienen la razón y sus benefactores están marginados porque la ley los ampara. ¡Qué tristeza!
Dios dice todo lo contrario: hay que impartir disciplina y si es necesario con vara, hay que dar vara. Pero fijémonos que la Biblia nos enseña a disciplinar con amor; no con ira ni por deseos de venganza. Al niño se le debe hablar y decirle el motivo de su castigo sin rabias ni gritos; así ellos entenderán que el amor conlleva disciplina y poco a poco comprenderán que es por su bien. Por eso hay que usar una varita desde cuando empiezan a desobedecer, a rebelarse o a hacer pataletas. Recordemos que por más niño que sea, nace con el ego engendrado en su naturaleza pecaminosa. Hay que corregir al hijo porque si no lo hacemos en toda parte a donde vayamos nos hará quedar muy mal. “Disciplina a tu hijo, y te traerá tranquilidad; te dará muchas satisfacciones” (v. 17).
La verdad es que es un mandato del Señor y no obedecerlo es pecado; Dios sabe por qué nos lo ordena de esta manera. Así que tenemos que poner por encima las leyes de Dios antes que las del mundo: “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6 RVR 1960).

Amado Señor: gracias por tu Palabra que lleva hacia toda verdad. Te rogamos por padres amantes de sus hijos, deseando disciplinarlos con el amor y la dirección que Tú ordenas. La Palabra dice que Tú como buen Padre corriges a los que amas; así, de igual manera debe corregir un padre a su hijo querido. ¡Bendito eres buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 29 de junio de 2018


En los labios de los pequeños y de los niños de pecho has puesto la perfecta alabanza. 
Mateo 21:16. NVI.

Lectura: Mateo 21:12-17.  Versículo del día: Mateo 21:16.

MEDITACIÓN DIARIA

Qué lindo es saber esta verdad y más poderla comprobar en los pequeños. Es mucha dicha ver a mi nietecita de un poco más de dos añitos, cerrar sus ojitos para orar y escucharla decir: ‘Amén’. Los niños por su ingenuidad y por su sinceridad son ejemplo claro de cómo alabar al Señor. De ellos debemos aprender su espontaneidad, su dulzura y su ímpetu. Son tan auténticos que no se ponen a pensar en cómo lo hacen, si los miran, los critican o algo más; simplemente van a lo que van: si es a cantar, a cantar; si es a orar, a orar. ¡Cuánto debemos aprender de ellos! Con razón el Señor decía que debemos ser como niños si queremos entrar al reino de los cielos (Mateo 19:14). Los niños confían plenamente en sus padres. Si se bota a una piscina, lo hace tranquilamente porque sabe que su padre estará ahí para protegerlo. Él no cuestiona para hacer las cosas; y por su dependencia absoluta sabe que no puede vivir sin los suyos. Esto es lo que necesitamos, nosotros, los grandes: confianza y dependencia total del Señor.
Piensa y reflexiona sobre el modo como oras y alabas al Señor. ¿Lo haces por imitación o por seguir quizá las reglas de la tradición?, o ¿cuándo vas a tu aposento le entregas al Señor todo lo tuyo sin escatimar absolutamente nada y le adoras de tal manera que solamente es un encuentro entre tú y el Señor? Si ves que te falta seguridad, tranquilidad, sinceridad y espontaneidad para alabarle, díselo a Él.

Amado Señor: Queremos ser como niños para que brote de nuestros labios la perfecta alabanza que es la que te honra. También te rogamos Señor por nuestros pequeños; permite que nuestro ejemplo sirva de base para que ellos vayan aprendiendo lo que es amarte firmemente y sin tapujos. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 28 de junio de 2018

Somos olivos verdes que van floreciendo


Pero yo soy como un olivo verde que florece en la casa de Dios; yo confío en el gran amor de Dios   eternamente y para siempre. 
Salmo 52:8. NVI.

Lectura: Salmo 52:1-9.  Versículo del día: Salmo 52:8.

MEDITACIÓN DIARIA

En el devocional anterior hablaba de la importancia que nos reprendieran cuando actuábamos mal y decía que muchas veces hacemos lo que no queremos porque la naturaleza pecaminosa se halla en nosotros, pero que dábamos gracias a Dios por medio de Jesucristo, quien nos ha otorgado el perdón.
Hoy vemos como la misericordia del Señor es tan grande que a Él no le importa que seamos olivos verdes, con tal de disponernos espiritualmente para ir creciendo poco a poco con la plena confianza del gran amor de Dios que es eterno y para siempre. Floreceremos hasta llegar a la edad madura del cristianismo y nos comportaremos tal y como Dios desea de nosotros. Dios comenzó y terminará en cada uno, una obra maravillosa para su gloria (Filipenses 1:6). “En todo tiempo te alabaré por tus obras; en ti pondré mi esperanza en presencia de tus fieles, porque tu nombre es bueno” (v. 9). Recuerda que eres obra de Dios y de nadie más. ¡Qué maravilla! No solamente somos la mejor obra de Dios, sino que aún saca tiempo para irla perfeccionando. ¡Somo olivos verdes que van floreciendo!

Tu bondad Señor no se hace esperar. Muchas gracias porque eres Tú mismo quien por tu fidelidad, terminas la obra que empezaste. Tú la completarás hasta el final; hasta el día en que nos encontremos Contigo cuando Tú vuelvas por nosotros. Gracias bendito Señor. No importa que ahora seamos aún como verdes olivos, llegará el momento en que maduraremos para glorificarte y honrarte como lo mereces.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 27 de junio de 2018

Qué bien nos hace se reprendidos con franqueza


Más vale ser reprendido con franqueza que ser amado en secreto.
 Proverbios 27:5.

Lectura: Proverbios 27:1-27.  Versículo del día: Proverbios 27:5.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Cuántas veces no caemos por cosas sencillas! Puede ser porque hacemos un mal gesto, porque decimos algo con dureza o porque simplemente sale a relucir nuestra naturaleza pecaminosa con orgullo o prepotencia. Tengo que confesar que soy muy dada a hablar sin pensar, lo cual me lleva a herir sin querer a las personas. Gracias a Dios cuando en estas circunstancias caigo, por lo general he tenido a alguien a mi lado que me haga ver el error y yo pueda acercarme a la persona herida y pedirle perdón. También le doy gracias al Señor que me ha dado la capacidad de perdonar y de pedir perdón; en verdad esto no me cuesta y sé que es un regalo más de mi buen Dios.
La Biblia dice que la sabiduría es prudencia y discreción. “Yo, la sabiduría, convivo con la prudencia y poseo conocimiento y discreción” (Proverbios 8:12), y el no actuar de esta manera nos hace necios. “Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos” (Efesios 5:15-16). Y me identifico plenamente con lo que dice el apóstol Pablo: “Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Y, si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que habita en mí”; “¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal? ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor!” (Romanos 7:18-20 y 24-25). ¡Qué bien nos hace ser reprendidos con franqueza! De lo contrario dejaríamos pasar estos hechos inadvertidos.

Amado Señor: sinceramente te doy gracias porque suele suceder que considero estar haciendo las cosas bien y cuando tengo una piedra de tropiezo fácilmente caigo. Es allí donde me demuestras que todavía me falta mucho para hacer tu voluntad y cumplir el mandato de amar al prójimo como es tu deseo. Toma Señor toda raíz de orgullo que haya en mi vida y transfórmalo en verdadera humildad. Perdona Señor las veces que he sido necia y no he dado el testimonio que esperas de mí. Gracias porque tu bendita sangre no solamente me perdona, sino que también me limpia de todo pecado. Sigue por favor Señor haciendo tu obra en mí. ¡Te alabo buen Dios y Señor mío! ¡Exaltado sea tu Nombre!   

Un abrazo y bendiciones.

martes, 26 de junio de 2018

Tu corazón: el altar dispuesto para Dios


Háganme un altar de tierra, y ofrézcanme sobre él sus holocaustos y sacrificios de comunión, sus ovejas y sus toros. Yo vendré al lugar donde les pida invocar mi nombre, y los bendeciré. 
Éxodo 20:24.

Lectura: Éxodo 20:22-26.  Versículo del día: Éxodo 22:24.

MEDITACIÓN DIARIA

Este fue el mensaje que el Señor le dio a Moisés para que lo transmitiera al pueblo de Israel. Ellos tenían que hacer continuamente sacrificios y ofrecer holocaustos al Señor, los cuales nosotros ya no realizamos porque solamente bastó un sacrificio de una vez y para siempre: el del Señor Jesucristo en la cruz del Calvario. Dice Pablo: “Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado. Así que celebremos nuestra Pascua no con la vieja levadura, que es la malicia y la perversidad, sino con pan sin levadura, que es la sinceridad y la verdad” (1 Corintios 5:7-8). Ya no tenemos necesidad de un altar como tal, donde se sacrifiquen ovejas y toros. Nosotros mismos somos templo del Espíritu Santo y nuestro altar debe ser el corazón sincero. “Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre” (Hebreos 13:15).
Esto no quiere decir de ninguna manera que, si deseas apartar un lugar especial en tu hogar para leer, meditar y aprender la Palabra de Dios, no lo puedas hacer. Además, si tienes este sitio, allí puedes hablar con Dios tranquilamente, alabarle y adorarle. Incluso clamarle y llorarle si es necesario. Conozco muchos hogares que lo tienen. Pero recuerda: tu corazón debe ser el altar dispuesto para Dios.

Amado Señor Jesucristo: ¡cómo no adorarte y alabarte en señal de gratitud por esta salvación regalada solo por gracia! Eres nuestro Cordero pascual inmolado por nuestros pecados sin haber tenido culpa alguna. Gracias buen Señor por venir a pagar el precio por toda la humanidad. Precioso Espíritu Santo, enséñanos a valorar el tremendo regalo de la salvación recibida. Que nunca dejemos de honrar y glorificar el gran Nombre de nuestro Dios. ¡Aleluya! ¡Alabado seas por siempre! ¡Toda la gloria, honra y honor son para Ti!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 25 de junio de 2018

¿Quién es para ti Jesús de Nazaret?


Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! 
Mateo 21:9.

Lectura: Mateo 21:1-11.  Versículo del día: Mateo 21:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Me atrevería a pesar que cuando Jesús entró en Jerusalén, la gente lo aclamaba como al gran profeta que en verdad era, pero no como al Salvador de sus vidas. Quizá lo admiraban y congeniaban con Él, pero en el fondo de su corazón era eso: uno más de los profetas. Y lo digo porque estos mismos que gritaban a lo largo de la procesión, fueron los mismos que más adelante vociferaban a voz en cuello pidiendo que Pilatos lo matara (Mateo 27:20-23).
Hay muchos que son conscientes de que Jesús es el Señor, el Rey, el Salvador y sin embargo de ahí no pasan. Su posición es tan cómoda que únicamente simpatizan con su Evangelio, pero no lo toman como debe ser. Tan pronto escuchan un opositor, se van por su lado sin importarles lo más mínimo; el todo para ellos es seguir la corriente de la gente. Son la semilla que cayó en terreno pedregoso: oyeron con alegría el mensaje, pero como no tiene raíz, fácilmente se aparta de ella cuando surgen problemas o persecución (Mateo 13:20-21).
Vale la pena preguntarte: ¿quién es para ti Jesús de Nazaret? ¿Un hombre bueno, un profeta, un líder político?, ¿o en verdad el Salvador del mundo? Él vino por ti y por mí a morir en una cruz para perdonar todos nuestros pecados y llevarnos a la vida eterna. Si todavía no lo has reconocido como lo que es te invito a orar así:

Amado Señor Jesús: reconozco que eres el Hijo de Dios, muerto y resucitado para venir a salvarme. Hoy te entrego mi vida y te acepto como mi único y suficiente Señor y Salvador. Perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme y limpiarme y hacer de mí alguien nuevo. En tu Nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 23 de junio de 2018

A mi niña ya mujer


Fuerte es el amor, como la muerte, y tenaz la pasión, como el sepulcro. Como llama divina es el fuego ardiente del amor. Ni las muchas aguas pueden apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo. 
Cantares 8:6b-7a. NVI.

Lectura: Cantares 8:3-7.  Versículo del día: Cantares 8:6b-7a. 

MEDITACIÓN DIARIA

Mi Sarita: Hoy emprendes una nueva vida y ves un lecho de rosas que perfuman tu existencia y te llenan de felicidad. Sin embargo, recuerda mi Princesa que las rosas también tienen espinas y hay que saberlas manejar para no hacernos daño. El amor que Dios espera del hombre y la mujer que deciden unir sus vidas bajo su protección, está basado en el mismo amor que Él ofrece a su Iglesia. Por eso mi niña linda, el amor es fuerte y se compara con una llama divina y ardiente donde cuando existe arraigado en el corazón, no lo pueden apagar ni extinguir las muchas aguas.

Cada vez que surjan altibajos, evoca que, si el Señor está siempre ahí para perdonarnos y volvernos nuevamente a tomar entre sus brazos, de igual manera nos corresponde hacerlo con nuestro amado, porque el verdadero amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (1 Corintios 13:7). 
En mi corazón siempre estarán los besos de mariposa arraigados a mis oraciones por tu felicidad.

Dios y Señor mío: te entrego a mi hijita para que seas Tú mismo guiándola por la senda que le has trazado junto al hombre que ella ama. Cúbrelos con tu preciosa sangre y llénalos de la plenitud de tu Espíritu para que siempre caminen Contigo en el centro y ellos a cada lado aferrados de tu mano Prodigiosa. ¡Gracias bendito Señor por tu amor y tu bondad!    

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 22 de junio de 2018

Confesar para recibir perdón y limpieza de corazón


Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. 
Salmo 51:10. NVI.

Lectura: Salmo 51:1-19.  Versículo del día: Salmo 51:10.

MEDITACIÓN DIARIA

David escribió este Salmo después de haber adulterado con Betsabé. Adulterio que lo llevó a engañar, asesinar y abusar de la autoridad. El profeta Natán fue a visitarlo y le hizo caer en cuenta de su pecado. Cuando entendió la magnitud de todas sus bajezas, se rindió ante el Señor para pedir perdón y clemencia por su vida.    
Creo que si nos doliera pecar tanto como le sucedió al Rey David, seríamos más sinceros con Dios y trataríamos de enmendar nuestras acciones. Infortunadamente dentro del pueblo cristiano especialmente latinoamericano se presenta quizá el subconsciente de la religión tradicional de: peco, confieso y empato, como si el Señor fuera un títere que se mueve inestablemente y a quien podemos manejar a nuestro antojo.
Ojalá todos tuviéramos el suficiente carácter para enfrentarnos a Dios con temor reverente y sentir el dolor profundo de haberle fallado. Humillémonos para que sea Él mismo perdonando y limpiando toda maldad (1 Juan 1:9).

Amado Señor: Si entendiéramos que la apatía e indiferencia hacia Ti es la consecuencia del pecado y que al estar en esta condición toda relación Contigo se rompe, seríamos más humildes para pedirte perdón y a la vez para sentir un profundo dolor por el hecho que haberte transgredido. Enséñanos buen Dios a vivir en santidad para poder acercarnos al trono de la gracia libres de toda culpa. ¡Gracias por tu Palabra que es verdad!  

Un abrazo y bendiciones.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       

jueves, 21 de junio de 2018

Para gozar de una buena promesa

Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios. 
Éxodo 20:12.

Lectura: Éxodo 20:1-17.  Versículo del día: Éxodo 20:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Fijémonos en la importancia que Dios le da a la relación entre padres e hijos. Es tan cierta que inmediatamente después de lo ordenado para Él, es el primer mandato secular. Y es que honrar a padre y madre no es solamente ir a visitarlos o dejarle los nietos para que de paso digamos que ya los estamos honrando. El mandato va mucho más allá: se refiere a velar por los padres especialmente en la vejez diría yo, que es la etapa donde más solos se encuentran. Hay que brindarles amor, protección, compañía, y también dinero para sus gastos.
Quién obre así, tendrá su recompensa. Termina el versículo regalándonos una promesa: “para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios”. En Deuteronomio 5:16 que también habla de las tablas de la ley incluso agrega: “y te vaya bien en la tierra que te da el Señor tu Dios” (la negrilla es personal). Y si algunos creen que es una orden dada en el Antiguo Testamento, Pablo nos lo reafirma en el Nuevo; Efesios 6:2-3: “Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer mandamiento con promesa— para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra”. Dice que es el primer mandamiento con promesa. Recordemos que en el obedecer está la bendición. Sería muy provechoso para cada uno, reflexionar sobre este asunto y meditar si estamos cumpliendo a cabalidad lo ordenado por Dios.

Amado Señor: Gracias por enseñarnos el valor tan grande que tienen ante Ti nuestros padres. Enséñanos buen dios a reverenciarlos, amarlos, protegerlos, financiarlos y sobre todo, ofrecerles nuestra compañía. Gracias por la promesa de buscar nuestro bienestar a través de este precepto. ¡Te adoramos Señor!  

Un abrazo y bendiciones.    

miércoles, 20 de junio de 2018

La verdadera humildad


Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor. 
Mateo 20:26.

Lectura: Mateo 20:20-28.  Versículo del día: Mateo 20:26.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Cuánto cuesta hacernos siervos de los demás! Es bien cierto que se puede tener el don de servicio, pero estar dispuestos a servir constantemente e incondicionalmente no es fácil. Sin embargo, todos decimos que queremos hacer la voluntad de Dios, que queremos ser como Él. Pero entonces, me pregunto: ¿solamente en lo que nos parece queremos ser iguales? Es que estamos tan acostumbrados a dar tan poquito, que no somos capaces de entregarlo todo. El Señor dice que si queremos ser sus discípulos debemos negarnos a sí mismo, tomar la cruz y seguirlo (Lucas 9:23). Y ahí está la clave ‘negarse a sí mismo’; para nada es cómodo.
A veces el mismo deseo de sobresalir, de no querer ser uno del montón, un don nadie, nos hace olvidarnos de la humildad y sin querer, diría yo, sale a relucir nuestro ego. Y si en el trono decimos que esté sentado el Señor Jesucristo, pues prácticamente lo hemos desbancado.
Reflexionemos sobre el tema: la humildad implica despojarnos de todo lo que nos puede llevar a creernos más, a la autosuficiencia, al amor del poder o del dinero, a la fama, a la vanagloria y prepotencia,

Amado Señor: Siendo honestos y meditando en tu Palabra, entendemos cuán difícil es en verdad practicar la humildad. Enséñanos buen Señor a servir como lo hiciste Tú: dándolo todo y sin pedir nada a cambio. ¡Bendito eres Dios y Señor nuestro!

Un abrazo y bendiciones-

martes, 19 de junio de 2018

Reunidos en la Patria Celestial


Reúnanme a los consagrados, a los que pactaron conmigo mediante un sacrificio. 
Salmo 40:5. NVI.
Salmo 40:1-20.  Versículo del día: Salmo 40:

MEDITACIÓN DIARIA

 El Devocional de ayer decía que nosotros somos su pueblo escogido, su nación nueva que puede tener acceso directo al Padre por medio del Hijo y todos los que se acercan a Jesucristo son los consagrados, los escogidos para Él.  Para ser consagrado hay que aceptar el Nuevo Pacto del sacrificio del Señor Jesucristo en la cruz del Calvario. Así que, si ya Jesús es el Señor y Salvador de tu vida, vas a estar entre los reunidos en la Patria Celestial.
Dios no nos pide nada que no podamos hacer, ni acepta sacrificios humanos. No necesita nada porque es el dueño de todo cuanto existe (). El regalo más grande de Él fue haber dado a su único Hijo para salvación de la humanidad. Ahora no nos queda más que ser agradecidos con Él y ese sí es el sacrificio que nos pide: “Ofrece a Dios tu gratitud” (v. 14). ¡Cómo no estar agradecidos después de una salvación tan grande! “Quien me ofrece su gratitud, me honra; al que enmiende su conducta le mostraré mi salvación”. (v. 20)
Mi llamado es para que, si todavía no has aceptado ese regalo, lo hagas hoy mismo. Mañana puede ser tarde. Te invito a orar así:

Señor Jesús: Acepto en mi vida el sacrificio tuyo en la cruz por mis pecados. Deseo que seas mi Señor y Salvador personal. Gracias por perdonarme y permitirme estar reunido con losconsagrados en tu reino. ¡Te alabo bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 18 de junio de 2018

¡Qué orgullo! Somos su pueblo escogido


Aunque toda la tierra me pertenece, ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa. 
Éxodo 19:5c-6. NVI.

Lectura: Éxodo 19:1-25.  Versículos del día: Éxodo 19:5c-6.

MEDITACIÓN DIARIA

Estas fueron las palabras directamente del Gran Yo Soy al pueblo de Israel. Palabras que ahora son para nosotros: “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios” (1 Pedro 2:9). Palabra de Dios para nosotros los creyentes. Ellos (el pueblo de Israel), estaban frente al Monte Sinaí y no podían subir porque así lo había dicho el Señor. El pueblo cristiano, su nación nueva ya puede tener acceso directo con el Padre por medio de Jesucristo su Hijo, Nuestro Señor. ¡Cuánta gracia derramada buen Dios! Enséñanos a valorarla y acogernos a ella en cada instante de nuestra vida.
Hubo una condición para ese pueblo y de igual manera Dios también la tiene para los suyos: “Si ahora ustedes me son del todo obedientes, y cumplen mi pacto, serán mi propiedad exclusiva. ¿Deseas ser propiedad exclusiva de Dios? Obedécele. No te inclines hacia ningún lado para que no quedes tambaleando.

Amado Señor: Nos pides obediencia, y qué difícil es practicarla. Cuando menos pensamos, recibimos una fuerte zancadilla y ¡zas! Tropezamos, nos caemos, y encima te echamos la culpa. Perdona Señor nuestras ofensas y danos entendimiento para analizar tu Palabra y hacerla viva en cada uno. Gracias por tanto amor derramado. ¡Adoramos y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 16 de junio de 2018

Devolver el mal con bien


Panal de miel son las palabras amables: endulzan la vida y dan salud al cuerpo.
Proverbios 16:24. NVI.

Lectura: Proverbios 16:1-33.  Versículo del día: Proverbios 16:24.

MEDITACIÓN DIARIA

No hay lugar a duda alguna: cuando nos hablan con amabilidad, todo nuestro cuerpo reacciona positivamente. Por eso es tan importante también tener en cuenta decir palabras maravillosas como: buenos días, gracias, por favor, bendiciones. ¡Es tan poco y produce tanto bien! En Proverbios 15:1 dice: “La respuesta amable calma el enojo, pero la agresiva echa leña al fuego”. Recordemos que para pelear se necesitan dos. Así que, si alguien nos habla con ira o resentimiento, es mejor callar o responder con alguna palabra dulce porque esto desarma al hiriente.
Propongámonos desde ahora a practicar este sabio Proverbio. No dejemos que el mal genio nos domine y mucho menos que palabras insulsas nos aflijan la vida o nos creen raíces de amargura. Si lo hacemos estamos practicando devolver el mal con bien.

Amado Señor: gracias por tu Palabra que es verdad. Gracias porque Tú eres el Primer Caballero y deseas que igualmente usemos la cortesía con los que nos rodean para el mismo bienestar de todos. Enséñanos a ser prudentes y si nos hieren o maltratan no seguir el juego sino devolver con palabras de misericordia y bondad. ¡Te alabamos bendito Dios!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 14 de junio de 2018

Aprendamos de paso dos lecciones


Amigo, no estoy cometiendo ninguna injusticia contigo. ¿Acaso no aceptaste trabajar por esa paga? Tómala y vete. Quiero darle al último obrero contratado lo mismo que te di a ti. 
Mateo 20:13-14.

Lectura: Mateo 20:1-16.  Versículos del día: Mateo 20:13-14.

MEDITACIÓN DIARIA

Al leer la parábola del viñador, se puede pensar que es injusto que los trabajadores que llegaron sobre la ultima hora de la tarde, ganen igual que los que empezaron el día laborando. Pero si vamos al fondo de la parábola, aprendemos varias cosas, no solamente en el área espiritual sino en el material también. Empecemos con el material: tenemos que reconocer en un jefe o patrón su autoridad y poderío respecto a su empresa. Hay un dicho que poco cae bien pero que es muy cierto: ‘el que manda, manda, aunque mande mal’. Igual se aplica para un caso como este. Si al jefe o dueño le viene bien pagar a todos por igual, siendo su paga lo contratado, ¿Quiénes son los obreros para inculparlo por una supuesta injusticia?
Veámoslo por el lado espiritual: El Señor es el dueño de todo ese viñedo y nos ha dejado a cargo de él. Tenemos que trabajar arduamente para sacarlo adelante. Las ovejas son muchas, pero poco los obreros. Pueda que unos hayan empezado desde los años juveniles; otros desde su madurez y por último los que lo conocieron ya en los años dorados. Todos desarrollan su labor sabiendo que el Señor es Justo y Misericordioso y que, así como al buen ladrón le dijo que ese mismo día estaría con Él en el paraíso, también lo hará con los que pueden llevar diez, quince, treinta y hasta más años, pero a todos los recibirá del mismo modo en el reino de los cielos. Igual pueda que algunos hayan llevado el mensaje por décadas y otros ni siquiera lo hicieron, porque el tiempo se les acabó como en el caso del ladrón. No por esto el Señor va a tratar diferente a los primeros que a los últimos. ¿Y quienes somos nosotros para refutarle al Dios Todopoderoso su decisión? 
Aprendamos las dos lecciones. Nos ayudará a entender mejor a los patrones y a admirar cada día más la misericordia de Dios para con nosotros.

Amado Señor: gracias porque de todas maneras, lo importante es que estamos ahí presentes tanto en el trabajo material como en el espiritual que es el que de verdad vale. Enséñanos a valorar lo que tenemos y a no criticar y juzgar sin motivo alguno a los que a bien nos han dado una labor para desarrollar. Pero por encima de todo lo terrenal, queremos agradarte a Ti y cumplir el cometido esparciendo tu mensaje para la salvación de los que no te conocen. ¡Gracias buen Dios Misericordioso por utilizarnos en tu obra! ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

Esa es la riqueza para buscar


A pesar de sus riquezas, no perduran los mortales; al igual que las bestias, perecen. 
Salmo 49:20. NVI.

Lectura: Salmo 49:1-20.  Versículo del día: Salmo 49:20.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor nos sigue hablando sobre las riquezas. Este Salmo tiene apartes muy importantes de conocer para nuestra vida. “¿Por qué he de temer en tiempos de desgracia, cuando me rodeen inicuos detractores?  ¿Temeré a los que confían en sus riquezas y se jactan de sus muchas posesiones?” (vv. 5-6). “Nadie puede negar que todos mueren, que sabios e insensatos perecen por igual, y que sus riquezas se quedan para otros. Aunque tuvieron tierras a su nombre, sus tumbas serán su hogar eterno, su morada por todas las generaciones” (vv. 10-11). Bien claro nos habla el Salmista que por más dinero que tenga una persona no es más que nosotros. Así sea cuando nos veamos en problemas por escasez de dinero, hay que pensar que eso no lo es todo. Tenemos la mejor riqueza: Cristo Jesús en nuestras vidas y cuando nos toque partir, nada de aquí nos llevaremos, pero eso sí: ya tenemos asegurada la entrada a la patria celestial (v. 14c).  Entonces no nos afanemos acumulando lo que posiblemente tendremos que dejar para otros: “Somos tan solo sombras que se mueven y todo nuestro ajetreo diario termina en la nada. Amontonamos riquezas sin saber quién las gastará” (Salmo 39:6 NTV). Dice también este Salmo, algo que sucede usualmente: “No te asombre ver que alguien se enriquezca y aumente el esplendor de su casa, porque al morir no se llevará nada, ni con él descenderá su esplendor. Aunque en vida se considere dichoso, y la gente lo elogie por sus logros, irá a reunirse con sus ancestros, sin que vuelva jamás a ver la luz” (vv. 16-19). Somos muy dados a calificar a las personas por los cargos que ocupan y por sus posesiones, sin tener en cuenta que al morir todos vamos a parar a la misma fosa. Más bien, démosle gracias a Dios por habernos permitido conocerle a través de Jesucristo y entender que somos privilegiados porque fuimos comprados con la sangre preciosa del Mesías. ¡Ese es el amor que vale! La riqueza que no perecerá jamás. Esa es la riqueza para buscar.

Amado Señor: nosotros somos los más ricos y pudientes, porque somos hijos del Rey de reyes y del Señor de señores. Nos corresponde la herencia eterna de la Jerusalén celestial con calles de oro y mares de cristal; el mejor impero que jamás se haya visto. ¡Gracias bendito Dios! ¡No somos dignos de tanta riqueza y tanto amor! Enséñanos a compartir con otros lo entregado y a no tener como un dios los bienes materiales sabiendo que todos vamos a parar con la muerte a un sepulcro nada más. ¡Bendito eres buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 13 de junio de 2018

Aprender a recibir consejos también es humildad


―No está bien lo que estás haciendo —le respondió su suegro—, pues te cansas tú y se cansa la gente que te acompaña. La tarea es demasiado pesada para ti; no la puedes desempeñar tú solo”. 
Éxodo 18:17-18.

Lectura: Éxodo 18:13-27.  Versículos del día: Éxodo 18:17-18.

MEDITACIÓN DIARIA

Está muy bien escuchar a los mayores porque ellos tienen la experiencia que aun falta a los más jóvenes. El suegro de Moisés viendo que desde la mañana hasta la noche los israelitas estaban de pie esperando que Él los atendiera, le aconsejó lo siguiente: “Elige tú mismo entre el pueblo hombres capaces y temerosos de Dios, que amen la verdad y aborrezcan las ganancias mal habidas, y desígnalos jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez personas. Serán ellos los que funjan como jueces de tiempo completo, atendiendo los casos sencillos, y los casos difíciles te los traerán a ti. Eso te aligerará la carga, porque te ayudarán a llevarla” (vv. 21-22).
Moisés atendió el consejo y lo puso en práctica. A veces cuesta delegar funciones y personalmente el Señor me ha mostrado que además de ser falta de confianza es orgullo propio. Creer que los demás no son capaces de sustituirnos es una gran falla. Todos tenemos capacidades y talentos para actuar en cualquier situación y si hay una instrucción previa con mayor razón. Pienso que esto hace parte de la humildad. Una gran amiga un día con mucho cariño me dijo que, si no recibía lo que me ofrecían, le estaba robando la bendición a ella, y así es. Aprendamos a aceptar los consejos y como cualquier consejo: lo tomamos o lo desechamos.

Amado Señor: tu Palabra es tan íntegra y completa que aún en los detalles más sencillos estás presente.  Muchas gracias por instruirnos en las cosas cotidianas. Enséñanos a ser humildes y a dejar a un lado la autosuficiencia y altivez para aprender a recibir los consejos que generosamente nos ofrecen.

Un abrazo y bendiciones.

martes, 12 de junio de 2018

La disciplina es un mandato de Dios


El que ama la disciplina ama el conocimiento, pero el que la aborrece es un necio. 
Proverbios 12:1. NVI.

Lectura: Proverbios 12:1-28.  Versículo del día: Proverbios 12:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Definitivamente la disciplina es básica en nuestro andar. Si no tenemos disciplina es difícil lograr algún objetivo o meta propuesta. Por algo el Señor lo deja escrito en su Palabra, diciendo que Él como buen Padre nos corrige para que adquiramos disciplina (Hebreos12:7 NVI); “Porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo el que recibe como hijo” (Hebreos 12:6). Y como Palabra de Dios que es, también deja ese mandato para los padres con sus hijos: “No dejes de disciplinar al joven, que de unos cuantos azotes no se morirá” (Proverbios 23:13 NVI); “Quienes no emplean la vara de disciplina odian a sus hijos. Los que en verdad aman a sus hijos se preocupan lo suficiente para disciplinarlos” (Proverbios 13:24 NTV).
Hay muchos versículos que nos hablan de la disciplina, sería una buena tarea buscarlos y ponerlos en práctica. La disciplina va formando a la persona desde su niñez y eso es precisamente lo que le dará responsabilidad y orden a su vida. Infortunadamente las cosas están como están porque primero se ha sacado a Dios de nuestras escuelas y colegios y segundo, a los niños los gobiernos ya no permiten que los padres los corrijan. Es que ahora predomina no la libertad, sino el libertinaje. Tengamos mucho cuidado con impartir disciplina y hacer las cosas como Dios las manda y no como lo ordena el mundo: “Padres, no hagan enojar a sus hijos con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina e instrucción que proviene del Señor” (Efesios 6:4). Somos los padres los que vamos a sufrir cuando veamos las consecuencias de los actos de nuestros hijos cuando sean mayores y de ellos también tendremos que dar cuentas a Dios. “Concienticémonos: si Dios lo dijo, es porque así es.
Busquemos ser disciplinados. Si te propones algún proyecto, hazlo, no te detengas. Así vas adquiriendo el hábito hasta que ya lo tomes como disciplina en tu vida.

Amado Señor: gracias por enseñarnos a través de tu Palabra. No solamente queremos ser disciplinados sino también poner en práctica todas tus instrucciones al respecto, como el deber de educar a nuestros hijos. Perdónanos por la cantidad de veces que hemos desechado este mandato sin tener en cuenta que es un precepto tuyo y a la vez tu voluntad. ¡Bendito eres buen Dios! ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 11 de junio de 2018

Toda la riqueza le pertenece a Dios y es para su gloria


―Les aseguro —comentó Jesús a sus discípulos— que es difícil para un rico entrar en el reino de los cielos. 
Mateo 19:23. NVI.

Lectura: Mateo 19:16-30.  Versículo del día: Mateo 19:23.

MEDITACIÓN DIARIA

Si el mismo Señor Jesús dijo que era difícil para un rico entrar en el reino de los cielos, es porque así es. El mundo, sus riquezas y lujos son difíciles de dejar a un lado. Dios no quiere vernos pobres tampoco, pero sí desea que lo que nos ha dado, lo dejemos en sus manos; lo utilicemos en su obra. Si Dios nos da, es para saber dar también. Infortunadamente, el amor al dinero nos aleja del amor a Dios porque no podemos servir a Dios y a las riquezas. Definitivamente dice la Biblia que donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón (Mateo 6:21). El dinero no es malo; lo malo es la manera cómo lo vemos o como lo utilizamos. Además, nos corresponde ser buenos administradores de lo que Dios nos ha dado. Recordemos la parábola de las monedas de oro o llamada de los talentos en otras versiones (Mateo 25:14-30). El Señor nos pedirá cuentas de lo entregado; y si eso lo hemos administrado bien, tendremos un buen rendimiento de ello.
Personalmente, estoy convencida que no solamente tiene que ver con la riqueza material. El Espíritu Santo ha derramado en todos algún don o regalo extra. ¿Cómo lo hemos invertido para engrandecer el Nombre del Señor?
Reflexionemos sobre el tema y primero que todo démosle gracias por lo entregado. No puedes decir que no tienes nada. Tienes la vida, salud, un techo, una cama, alimento, abrigo. Quizá ¡tienes unos hijos! ¡Qué regalo tan maravilloso! Es el momento de entregarle al Señor todo lo que tenemos. Él mejor que nadie nos ayudará con su Santo Espíritu a administrarlo de la mejor manera y para su gloria y honra.

Amado Dios: Son tantas las riquezas que nos has dado que no tenemos palabras para agradecerte. Solo permite Señor que todas ellas las pongamos en tus manos para de este modo decirte: ‘gracias’ y que tu Nombre sea exaltado para que otros te conozcan y lleguen a tus pies. ¡Te alabamos bendito Dios! ¡Eres Santo y Bondadoso!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 9 de junio de 2018

Entendamos el estar quietos


Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo seré enaltecido en la tierra! 
Salmo 46:10.

Lectura: Salmo 46:1-11. Versículo del día: Salmo 46:10.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando el Señor nos dice que nos quedemos quietos, es porque Él va a manifestar su gloria a través nuestro. Por eso continúa el versículo diciendo: “¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo seré enaltecido en la tierra!”.
El Señor quiere que le seamos instrumentos en sus manos prodigiosas. Bien puede ser utilizándonos en su obra para transmitir el mensaje de salvación, como puede ser en una enfermedad física o inclusive en un decaimiento espiritual. “Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia” (v. 1). Lo importante en esto es pedir la ayuda del Espíritu Santo para que nos guíe a toda verdad y nos llene con su Presencia, de modo que sepamos discernir el tiempo y la voluntad de Dios.
Puede suceder que en ocasiones seamos como parecidos a Marta, la hermana de María y Lázaro. Estamos afanados con muchas cosas y se nos olvida lo principal: aumentar la relación con nuestro Amado Señor. Todo porque queremos que las cosas sean ‘ya’; sin darnos tiempo para recapacitar y pensar si es lo mejor para nosotros y si es eso lo que Dios nos está hablando.  Él conoce nuestro corazón, entiende perfectamente la aflicción que estamos viviendo, entonces dejémoslo actuar. Si es por una enfermedad puede mostrar su gloria (Juan 11:4). De la misma manera puede hacerlo en la parte emocional o material. De nada nos sirve ir de un lado para el otro porque tropezamos, caemos y quedaremos en peores circunstancias. El quedarse quietos cuando el Señor nos lo indica es obedecerle. Así no veamos la mano de Dios en todo este meollo hay que acatar su mandato; no nos va a dejar: “El Señor Todopoderoso está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob” (v. 7), porque nuestro buen Dios nos tiene quizá otro camino trazado y es allí en donde nos va a usar para que su nombre sea Exaltado.
Dios nos llama a la cordura y la prudencia para que Él pueda actuar. Nos llama a dejar atrás toda arrogancia y orgullo. Muchas veces creemos saber más que Dios y no escuchamos su consejo. Para mí, todo lo anterior encierra lo que es ‘estar quietos’. Oremos:

Amado Señor: muchas gracias por permitirnos entender el estar quietos y someternos a tu santa voluntad. Gracias porque Tú bien sabes lo que mejor nos conviene y tienes el tiempo perfecto para dirigir nuestros pasos por sendas seguras donde tu Nombre sea exaltado y glorificado. ¡Eres un Dios perfecto! ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 8 de junio de 2018

Buscar buenas relaciones familiares


Moisés salió al encuentro de su suegro, se inclinó delante de él y lo besó. Luego de intercambiar saludos y desearse lo mejor, entraron en la tienda de campaña. Éxodo 18:7.

Lectura: Éxodo 18:1-12.  Versículo del día: Éxodo 18:7.

MEDITACIÓN DIARIA

La lectura nos narra la visita de Jetro el suegro de Moisés al desierto donde se encontraba el pueblo de Israel. El punto para destacar es el respeto de Moisés hacia su suegro: "Moisés salió al encuentro de su suegro, se inclinó delante de él y lo besó". Me parece muy importante porque es una muestra de lealtad, sumisión y a la vez de amor hacia su esposa. Las parejas cuando se casan deben de ser conscientes que las familias juegan un papel significativo en sus vidas y por lo tanto no desecharlas. Esto redundará en la buena armonía del nuevo hogar. Es necesario tenerlo en cuenta puesto que ahora se tiene a las suegras en tan malas posiciones que hasta chistes se sacan de ellas. No nos casamos con los suegros, pero sí hay que tenerlos en cuenta y sentar las posiciones necesarias desde un comienzo.
Yo sé que en las charlas pre-matrimoniales es un tema de mucha relevancia y así debe ser. Hay que aprender a respetar y a amar a los suegros junto con los demás miembros de esa casa. Por ahora oremos por los suegros y familiares de nuestro cónyuge.

Amado Dios: Tú que siempre estás pendiente de nosotros y de instruiros de la mejor manera para saber vivir en cordialidad, te rogamos pongas en cada persona que lee este mensaje, el deseo de amar, respetar y ayudar en lo posible a la familia de nuestro cónyuge. Oramos en especial por sus padres para que siempre nos vean como la persona esperada para sus hijos, y que, a la vez, nosotros los veamos a ellos como nuestros segundos padres. Señor, cuídalos y guárdalos de todo mal. Susténtalos con tu favor y que seas Tú la compañía que tanto necesitan llenando el vacío dejado en ese hogar. ¡Gracias bendito Dios!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 7 de junio de 2018

El que no perdona no puede ser perdonado


Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?
Mateo 18:21 NVI.

Lectura: Mateo 18:21-35.  Versículo diario: Mateo 18:21.

MEDITACIÓN DIARIA

Pedro le pregunta al Señor si tiene que perdonar al hermano que peca contra él siete veces y el Señor le responde que no son siete sino setenta y siete. Otras versiones hablan de “hasta setenta veces siete”.  O sea, cuantas veces sea necesario. No es fácil, pero es el mandato. El Señor aprovecha la ocasión para relatarles la parábola del siervo despiadado, donde un rey decidió poner al día sus cuentas con los siervos que le habían pedido prestado dinero y le perdonó la deuda a uno que le debía miles de monedas de oro. Sin embargo, al salir éste, se encontró con un compañero que le debía cien monedas de plata y a pesar de que el compañero le rogó que le diera tiempo para pagarle, no quiso aceptar y lo envió a la cárcel hasta que le pagara lo debido. Cuando los otros siervos vieron lo sucedido le fueron a contar al rey y el rey lo llamó: “¡Siervo malvado! —le increpó—. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también haberte compadecido de tu compañero, así como yo me compadecí de ti?” (vv. 32-33). Enojado el rey lo entregó a los carceleros para que lo torturaran hasta que pagara toda la deuda.
Este relato para hacernos ver que, si no perdonamos a los que nos ofenden, tampoco vamos a recibir perdón de nuestro Gran Rey y Señor. Esto es lo que siempre se dice en la oración por excelencia que nos dejó el Maestro, pero que se repite como loros porque en el corazón no existe esa convicción. Perdonar es una decisión y hay que decidir perdonar para no esclavizarnos por este pecado. Oremos para que aprendamos a perdonar si en verdad queremos que Dios nos perdone.

Amado Señor: venimos ante Ti para rogarte que pongas en cada uno de nosotros, la disposición sincera de perdonar a los que nos han agraviado. Señor, no es fácil en nuestra naturaleza humana hacerlo, pero recurrimos a tu gracia y misericordia para que nos enseñes, sabiendo que, si no lo hacemos, Tú tampoco nos perdonarás. ¡Te alabamos y te bendecimos!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 6 de junio de 2018

Hay que aprender a decir: 'No'


Hijo mío, si has salido fiador de tu vecino, si has hecho tratos para responder por otro, si te has comprometido verbalmente, enredándote con tus propias palabras, entonces has caído en manos de tu prójimo. Si quieres librarte, hijo mío, este es el camino: Ve corriendo y humíllate ante él;    procura deshacer tu compromiso. 
Proverbios 5:1-3.

Lectura: Proverbios 5:1-5.  Versículos del día: Proverbios 5:1-3.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor que siempre está atento y quiere lo mejor para nosotros nos advierte del peligro que hay al servir de fiador. Es difícil decir ‘no’ cuando nos piden un favor de esta naturaleza, pero si vemos que nos vamos a meter en problemas, es mejor obedecer y no hacerlo. Ahora, por otro lado, existe la posibilidad que de todas maneras lo hagamos; si es así, pues mejor estar plenamente convencidos que estamos llevando una deuda encima y si nos toca pagarla disponernos a pagarla.
Ejemplos hay por montones de amistades que se han perdido por este asunto. Incluso dentro de la misma familia han ocurrido divisiones y alejamientos por no cumplir con lo pactado. Siempre recuerdo y doy como ejemplo el matrimonio que compró la vivienda de mi mami. La señora muy amable le sirvió de fiadora con casa y todo a su hermano, el cual no cumplió y perdieron la casa. Pero ahí no terminó el asunto: el esposo enfurecido lo que hizo fue separarse de su esposa y ella quedó sin casa y sin marido. Desastre tras desastre.
Si el Señor nos advierte, lo mejor es no meternos en líos ajenos y obedecer. Oremos para que Dios nos dé la templanza de negarnos cuando se presenten estas situaciones. Hay que aprender a decir: ‘No’.

Amado Dios: gracias por tu Palabra que es verdad. Permite que siempre vayamos a ella para buscar lo que Tú nos mandas y no caer en circunstancias embarazosas. Queremos ser obedientes a Ti y cumplir tu voluntad para hacer de nuestra vida lo que te agrada. ¡Bendito eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.