viernes, 31 de julio de 2020

Predicar con denuedo y sin temor


Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco, y en seguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que le oían quedaban asombrados, y preguntaban: ¿No es este el que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí para llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes? 
Hechos 9:19-21. NVI.

Lectura: Hechos 9: 19-31.  Versículos del día: Hechos 9:19-21.

MEDITACIÓN DIARIA

Solo Dios puede cambiar el corazón de una persona como lo hizo con Saulo. Con frecuencia oímos frases como ‘¡qué va a cambiar! o ‘genio y figura hasta la sepultura’; pero no. Así sea el más grande pecador, Dios puede transformar su vida e incluso utilizarlo para su obra como lo hizo con Saulo.
En la lectura vemos que había recelo de parte de los apóstoles no solamente de los que se encontraban en Damasco sino también los de Jerusalén. Pablo cuando por intermedio de Bernabé se reunió con ellos, les explicó en detalle cómo en el camino a Damasco, el Señor se le había aparecido y le había hablado; e incluso cómo predicó con libertad en Damasco en el nombre de Jesús. (vv. 26-28).
Siempre he admirado el denuedo de Pablo para transmitir el mensaje de las buenas nuevas. Creo que lo único indispensable, es la actitud del corazón y dejarse guiar por el Espíritu Santo.

Amado Señor Jesús: ¡qué bonito sería seguir el ejemplo de Pablo! Tal vez, muchos llegarían a conocerte y nosotros tendríamos la satisfacción del deber cumplido. Señor, toma esta petición en tus manos y enséñanos a llevar con libertad tu bendito Evangelio. Seguro que, entre la multitud, los hay quienes tienen vacío su corazón y solamente Tú puedes saciarlos. ¡Te alabamos Señor Poderoso!

Un abrazo y bendiciones.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

jueves, 30 de julio de 2020

Se dicen profetas, pero no lo son


Así dice el Señor omnipotente: ¡Ay de los profetas insensatos que, sin haber recibido ninguna visión, siguen su propia inspiración! 
Ezequiel 13:3. NVI.

Lectura: Ezequiel 13:1-16.  Versículo del día: Ezequiel 13:3.

MEDITACIÓN DIARIA

Considero que en estos tiempos hay que tener mucho cuidado porque han resultado por todo lado ‘profetas’. Y es que no solamente se han levantado hombres y mujeres que dicen haber hablado con Dios y Él dado mensajes para la humanidad; lo triste de todo esto es que, en las mismas iglesias cristianas, los hay supuestamente capacitados para serlo, o igual: simplemente porque sí. Personalmente creo, que el Señor en su Palabra ya nos dejó todo lo que tenía que decir y lo demás se convierte como lo afirma aquí en la lectura: “Sus visiones son falsas, y mentirosas sus adivinaciones. Dicen: ‘Lo afirma el Señor’, pero el Señor no los ha enviado; sin embargo, ellos esperan que se cumpla lo que profetizan. ¿Acaso no son falsas sus visiones, y mentirosas sus adivinaciones, cuando dicen: ‘Lo afirma el Señor’, sin que yo haya hablado?” (vv. 6-7). Sí; son falsedades de las cuales ellos, tendrán que dar cuenta a Dios. Así que seamos precavidos.

Amado Señor: enséñanos a escudriñar bien las Escrituras para que podamos entender el propósito que tienes con cada uno de nosotros y a la vez, el tiempo que estamos viviendo para que no nos salgamos del contexto completo de tu Palabra. Señor, gracias porque ya todo está debidamente escrito y tu Palabra es una sola inspirada por el Espíritu Santo, para precisamente instruirnos en justicia y estar alertas en lo que otros puedan tergiversar. Danos discernimiento y que sepamos lo que tienes para nosotros en estos días difíciles para la humanidad. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 29 de julio de 2020

No dejemos que el pecado endurezca el corazón


Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón como sucedió en la rebelión, en aquel día de prueba en el desierto. 
Hebreos 3:7-8 NVI.

Lectura: Hebreos 3:1-19.  Versículos del día: Hebreos 3:7-8.

MEDITACIÓN DIARIA

Hay muchos que escuchan la voz de Dios y la toman por necedad. Sus corazones están endurecidos. Solo un paso más y entran a formar parte de la rebelión. Pero nosotros los que un día le pusimos atención a su voz y por eso estamos aquí, somos ahora parte de esa casa. De la casa en la que nuestro Líder mayor, es fiel ante el Padre como Hijo para que mantengamos la confianza y la esperanza que nos enorgullece (v. 6).
De ninguna manera dejemos que la desobediencia nos aleje de esa casa; pues no tenemos por qué poner a prueba esa confianza depositada desde el principio. Oremos para que el engaño del pecado no endurezca nuestro corazón y nos engañe.

Amado Señor: te damos gracias porque permitiste que nuestros corazones estuvieran dóciles a tu llamado. Permite buen Dios que cada día sepamos llevar con orgullo la confianza y la esperanza de las que nos hiciste acreedores. ¡Aléjanos del pecado! ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.

martes, 28 de julio de 2020

Miremos con ojos de amor y misericordia también


Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: —Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? 
Hechos 9:4. NVI.

Lectura: Hechos 9:1-19.  Versículo del día: Hechos 9:4.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Es tan hermoso este capítulo de Hechos! Habla sobre la conversión de Saulo de Tarso. Para mí es ver la grandeza del amor y la misericordia del Señor. Los mismos discípulos le tenían miedo a Saulo (vv. 13-14), pero por encima de ese miedo estaba el gran amor del Señor Jesús por él. “Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones” (Jeremías 1:5). Sí; el Señor tenía un propósito con Saulo a pesar de su condición como perseguidor de los primeros cristianos. Él estaba presente y aprobando el martirio de Esteban. Precisamente iba para Damasco con el fin de apresar a todos los que encontrara y pertenecieran al Camino. Pero Dios, no mira con los ojos que nosotros estamos acostumbrados a ver. Él va más allá: ve al hombre pecador, se entristece y su misericordia que jamás se agota sale a relucir. Saulo al ver la luz que lo tumbó al suelo y escuchar las palabras ‘¿por qué me persigues?’ Pregunta:  “—¿Quién eres, Señor? Yo soy Jesús, a quien tú persigues —le contestó la voz” (v. 5 en la lectura). Debió ser un momento muy impactante para Saulo.
Tal vez, haya muchos Saulos recorriendo el mundo y queriendo también eliminar a los cristianos, pero nunca menospreciemos el hablar las buenas nuevas del Evangelio a quien sea, porque no sabemos los planes del Señor para esa persona. Por eso dice en otra parte de la Biblia lo siguiente: “Pero Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos. También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es, a fin de que en su presencia nadie pueda jactarse” (1 Corintios 1:27-29). Así que no dudemos cuando nos enfrentemos a uno de estos por ahí.

Amado Señor Jesús: gracias por enseñarnos que unos son tus pensamientos y otros los nuestros. Que el pecado es pecado cualquiera que sea y que todos somos pecadores. Queremos aprender a ver a los hombres con los mismos ojos de amor y misericordia con los que Tú los ves. Gracias por mostrarnos esta verdad y permitir que nuestros corazones se llenen de bondad al hablar de tu mensaje. ¡Toda la gloria sea para Ti buen Señor!

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 27 de julio de 2020

También necesitamos un corazón íntegro


Yo les daré un corazón íntegro, y pondré en ellos un espíritu renovado. Les arrancaré el corazón de piedra que ahora tienen, y pondré en ellos un corazón de carne, para que cumplan mis decretos y pongan en práctica mis leyes. Entonces ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios. 
Ezequiel 11: 19-20. NVI.

Lectura: Ezequiel 11:1-21.  Versículos del día: Ezequiel 11:19-20.

MEDITACIÓN DIARIA

Nosotros, al igual que el pueblo rebelde de Israel necesitamos que Dios nos de un corazón íntegro y un espíritu renovado. También somos desobedientes; se nos olvida todo lo que nuestro Señor hizo y sigue haciendo por nosotros. Todavía hay orgullo, mentira, envidia, celos, contiendas. Todavía hay ídolos por encima de Dios; ídolos que tenemos que derrocar, sacar de lo profundo del corazón para que solamente abarque en su totalidad el mandato aquel que le dio el Señor Jesús a un maestro de la ley, cuando éste le preguntó cuál era el mandamiento más importante:  Amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. (Marcos 12:28-33).
Oremos para que así sea. Para que nuestro buen Señor nos de un corazón íntegro. Para que ese corazón de piedra que todavía nos carcome, sea completamente renovado y rendido a los pies de Cristo.

Amado Señor Jesús: gracias porque un día tuvimos la oportunidad de conocerte y entender que Eres el Hijo amado del Padre que vino a salvarnos de las garras del pecado. Gracias Señor porque tu Palabra es verdad y hoy, conociéndonos cómo nos conoces nos afirmas que a nosotros los de tu pueblo, nos arrancarás el corazón de piedra que todavía prevalece y pondrás un corazón de carne para adorarte y obedecerte por encima de todas las cosas. Señor, arranca, destruye, demuele, toda clase de orgullo, vanidad, envidia. Todo aquello de naturaleza pecaminosa sácalo de nuestros pensamientos y corazón; que vivamos solamente para darte a Ti, toda la gloria y honra. ¡Te adoramos bendito Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 25 de julio de 2020

¿Quiénes somos para recibir tanto amor?


Como alguien ha atestiguado en algún lugar: ¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta? Lo hiciste un poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra; ¡todo lo sometiste a su dominio! 
Hebreos 2:6-8. NVI.

Lectura: Hebreos 2:1-18.  Versículos del día: Hebreos 2:6-8.

MEDITACIÓN DIARIA

Muchas veces yo también he preguntado como David en el Salmo 8, que es sobre este pasaje que escribe el autor de Hebreos: ¿quién soy yo Señor para que me tengas tanto en cuenta? ¿Quién soy para que pienses en mí? Si; no me salen palabras para decirle al buen Dios, lo agradecida que estoy de ver cómo va encauzando mi vida hacia su propósito conmigo. Solamente Él sabe conducirme y moldearme. ¡Tanto amor Señor no merezco!
Y es que todos deberíamos reflexionar sobre estos versículos del día. Cuando leemos la Palabra de Dios y nos habla tan claro, lleno de amor y de ternura es en esos momentos que nuestro corazón se hincha de gozo y paz y nuestra mente no logra entender que se hayan borrado todos los pecados porque ya hubo alguien que pagó la deuda nuestra pendiente. Ya hubo alguien que se hizo semejante a nosotros compartiendo la naturaleza humana para anular mediante la muerte al que tiene dominio sobre ella; es decir al diablo. No vino en auxilio de los ángeles sino de los descendientes de Abraham. Sufrió la tentación y por esto mismo puede socorrer a los que son tentados (vv. 14-18). ¡Gloria a Ti Señor Jesús! Gracias por haber pensado tanto en el hombre pecador. ¿Quiénes somos para recibir tanto amor?

Amado Jesús: aún nos cuesta entender tu obra majestuosa con nosotros tan pecadores. Pero gracias porque así lo dispuso nuestro Papito Celestial para poder llegar al cielo y alcanzar la salvación prometida a la humanidad desde la caída de Adán y Eva . ¡Gracias Señor Jesús!

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 24 de julio de 2020

El legado de Felipe


Dígame usted, por favor, ¿de quién habla aquí el profeta, de sí mismo o de algún otro? —le preguntó el eunuco a Felipe. 
Hechos 8:34. NVI.

Lectura: Hechos 8:26-40.  Versículo del día: Hechos 8:34.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta fue la pregunta que el etíope le hizo a Felipe cuando se encontraron por el camino. El etíope iba leyendo el Libro de Isaías, donde habla proféticamente del sufrimiento del Señor Jesús (Isaías 53:7-8). Al hacerle la pregunta, Felipe comenzando por este mismo pasaje, le anunció las buenas nuevas de Jesús y más adelante en donde había agua, el etíope pidió que lo bautizara (vv.35-38).
Eso es exactamente lo que nos corresponde hacer: no desperdiciar oportunidades para llevar el mensaje de salvación del Señor Jesucristo. Una muy buena lección para aprender.

Amado Jesús: nos presentamos delante de Ti para que seas Tú mismo abriendo caminos tanto hacia los incrédulos como también hacia los que tienen hambre y sed de justicia y no saben o entienden que Eres el Salvador de la humanidad. Gracias bendito Señor por tu amor y misericordia para el hombre pecador. Gracias porque Tú moriste por todos nosotros y cargaste sobre tus hombros todos nuestros pecados al punto de morir por ellos en esa cruenta cruz. Gracias porque hasta la última gota de tu sangre preciosa fue derramada por remisión de los pecadores. ¡Nos compraste con tu sangre! Ahora que te conocemos, permite que sigamos el legado de Felipe y sean muchos los que lleguen a tus pies. ¡Te adoramos Señor!

Un abrazo y bendiciones.


jueves, 23 de julio de 2020

Somos responsables ante Dios si no hablamos del Salvador


Hijo de hombre, a ti te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Por tanto, cuando oigas mi palabra, adviértele de mi parte al malvado: ‘Estás condenado a muerte’. Si tú no le hablas al malvado ni le haces ver su mala conducta, para que siga viviendo, ese malvado morirá por causa de su pecado, pero yo te pediré cuentas de su muerte. 
Ezequiel 3:17-18. NVI.

Lectura: Ezequiel 3:16-27.  Versículos del día: Ezequiel 3:17-18.

MEDITACIÓN DIARIA

Tremenda Palabra de parte de Dios para todos nosotros. ¡Cuántas veces callamos! Unas por no incomodar, otras porque no lo consideramos prudente, otras igual porque es mejor no meternos o porque nos van a llamar fanáticos. Pero miremos lo que nos manda el Señor: si no hablamos y el malvado muere, somos responsables de su pecado y el Señor nos pedirá cuentas de ello. Si se le advierte y no se arrepiente, ya es cosa de la persona y hemos salvado nuestra responsabilidad (v. 19).
Considero que esta Palabra que viene de parte de Dios, es para tenerla muy presente y ponerla en práctica. Los tiempos que estamos viviendo son malos y ya es hora de levantarnos a tiempo y a destiempo para hacer reflexionar al hombre pecador, y decirle, que hay una esperanza de vida nueva para él a través de Jesús de Nazaret el Salvador de la humanidad enviado por el Padre.
Quizá tú que estás leyendo este devocional, nunca antes te han dicho que vas por mal camino. Jesucristo vino precisamente para eso: para que voltees los ojos hacia Él y dejes que sea el Señor Jesús quien tome todo el peso de tus pecados. Si es así, te invito a orar:

Señor Jesucristo: reconozco que soy pecador y que necesito de Ti. Toma mi vida; te la entrego. Gracias por haber muerto por mi pecado y darme una nueva vida Contigo que durará hasta la eternidad. En tu Nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 22 de julio de 2020

Es momento de decisión


También dice: En el principio, oh Señor, tú afirmaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. Ellos perecerán, pero tú permaneces para siempre. Todos ellos se desgastarán como un vestido. 
Hebreos 1:10-11 NVI.

Lectura: Hebreos 1: 10-14.  Versículos del día: Hebreos 1:10-11.

MEDITACIÓN DIARIA

Así es: los cielos y la tierra pasarán, pero Dios y su Palabra permanecerán para siempre (Mateo 24:35). Nosotros también nos vamos desgastando y vamos a morir. Pero he ahí la esperanza del cristiano: resucitaremos con Cristo el Señor. De hecho, cuando partamos de este mundo iremos directamente a su Presencia. En la casa del Padre hay muchas moradas y el Señor fue a prepararnos un lugar allí (Juan 14:2). Esa es la seguridad de salvación que tenemos: todo puede desaparecer pero, aunque nos lloren cuando nos toque irnos, bien sabemos para donde vamos y qué brazos nos van a recibir.
Estamos viviendo un tiempo tal vez, de principio de dolores. No sabemos a ciencia cierta para dónde va este mundo cada vez más caótico. Lo que sí sabemos a ciencia cierta y porque creemos en el Hijo de Dios como nuestro Señor y Salvador, es que Jesús vuelve nuevamente por nosotros y que después de la gran tribulación al final de los tiempos en la Jerusalén celestial todo será nuevo: “Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar” (Apocalipsis 21:1). Aquí nos confirma también que el cielo y la tierra que ahora vemos y pisamos desaparecerán. Los creyentes en Jesús viviremos por la eternidad a su lado: “Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo” (1 Juan 5:11).
Como nos damos cuenta, Dios nos está llevando a lo mismo en diferentes pasajes de la Biblia: a creer en su Hijo Jesús porque en ningún otro hay salvación (Hechos 4:12). Analicemos y decidamos si queremos una vida completa con Jesucristo o no. Si te decides por Jesús de Nazaret podemos orar así:

Señor Jesucristo: yo te necesito, te abro la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador. Perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme y limpiarme y gracias porque me darás la vida eterna por siempre a tu lado. Amén.

Un abrazo y bendiciones.

martes, 21 de julio de 2020

Oremos por la evangelización de nuestra región


Los que se habían dispersado predicaban la palabra por dondequiera que iban. Felipe bajó a una ciudad de Samaria y les anunciaba al Mesías. 
Hechos 8:4-5. NVI.

Lectura: Hechos 8:1-25.  Versículos del día: Hechos 8:4-5.

MEDITACIÓN DIARIA

Después del martirio de Esteban, todos los de la iglesia se dispersaron menos los apóstoles. Entonces Felipe fue a Samaria. Recordemos que entre samaritanos y judíos no había mucha amabilidad; al contrario, no se hablaban entre ellos. Sin embargo, el Señor usó a Felipe para que evangelizara esa región y se manifestó gloriosamente: “Al oír a Felipe y ver las señales milagrosas que realizaba, mucha gente se reunía y todos prestaban atención a su mensaje. De muchos endemoniados los espíritus malignos salían dando alaridos, y un gran número de paralíticos y cojos quedaban sanos. Y aquella ciudad se llenó de alegría” (vv. 6-8). Sí; creyeron en el Cristo que había venido, muerto y resucitado. Un pueblo que escucha la Palabra de Dios es ricamente bendecido.
Me llenó de gozo el saber que presidentes de América, estaban poniendo a Dios en primer lugar y clamando en oración. Eso es lo que necesitamos. No es un presidente el que nos va a cambiar; es directamente el Señor Jesucristo. Pero tener un mandatario que le crea a Dios es una garantía para el pueblo: “Con justicia el rey da estabilidad al país” (Proverbios 29:4a). La justicia que proviene de la mano de Dios. Oremos porque nuestras naciones conozcan al bendito Salvador y volteen los ojos al Único capaz de transformar corazones.

Amado Señor Jesús: gracias por tu Palabra que es verdad. Ponemos delante de Ti a todos los países de América para que seas Tú permitiendo que desde la cabeza (mandatarios), hasta jóvenes y niños acepten que Eres el Rey del universo y Salvador de la humanidad. Para que acepten y obedezcan tu mensaje de las Buenas Nuevas y esta tierra entera se convierta, se humille y busque tu rostro para ser sanada completamente. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 20 de julio de 2020

Humillémonos ante el Señor


Hagamos un examen de conciencia y volvamos al camino del Señor. Elevemos al Dios de los cielos nuestro corazón y nuestras manos. 
Lamentaciones 3:40-41. NVI.

Lectura: Lamentaciones 3:40-51.  Versículos del día: Lamentaciones 3:40-41.

MEDITACIÓN DIARIA

Pienso que en momentos críticos es cuando más debemos volver al Señor. Al final de cuentas si no existiera la prueba, el Señor no podría manifestarse y por consiguiente no tendríamos tampoco oportunidad de exaltar su Nombre. Las aflicciones nos permiten ver los testimonios sobre cómo el Señor trata el problema en nosotros. No siempre la adversidad se da porque estamos alejados de Dios. Este si fue el caso del pueblo judío que, desde sus gobernantes, dirigentes y ciudadanos, no creyeron la Palabra del Señor; prefirieron poner atención a charlatanes y por eso les vino la destrucción y la deportación a Babilonia.
Pero nosotros, como dice el versículo del día: hagamos un examen de conciencia y elevemos nuestras manos al Dios del cielo. Me parece que este es un momento propicio para voltear los ojos hacia el Rey del universo. Hablemos con Él; digámosle nuestras penas, pero también nuestras alegrías. Rindámonos completamente a sus pies. Pidámosle perdón en nombre de los gobernantes por nuestros países; pidamos también que sane nuestra tierra. En una palabra: humillémonos ante Él (Lucas 14:11).

Amado Dios: venimos ante Ti con un corazón acongojado por las aflicciones que nos han llegado. Muéstranos Señor con la ayuda de tu Santo Espíritu si hemos pecado y en qué te hemos ofendido. Perdona toda actitud nuestra desagradable que hayamos cometido por obra u omisión. Perdona también tanta sangre derramada en nuestro país; perdona a los que te niegan y defraudan al pueblo con injusticias sociales, corrupción y violencia. Toma nuestras vidas Señor Jesús y endereza nuestro caminar Contigo.

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 18 de julio de 2020

El Hijo glorifica al Padre para bien de la humanidad


El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la derecha de la Majestad en las alturas. 
Hebreos 1:3. NVI.

Lectura: Hebreos 1:1-9.  Versículo del día: Hebreos 1:3.

MEDITACIÓN DIARIA

El Hijo glorifica al Padre. Dice aquí que es la fiel imagen de lo que Él es y quien sostiene todas las cosas con su palabra poderosa. Recordemos que desde el Génesis se nos habla del Hijo de Dios: “Y Dios consideró que esto era bueno, dijo: Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza.” (Génesis 1:26). Bien podemos darnos cuenta que Dios dice: ‘Hagamos’, no ‘Haré’. O sea que ya estaba involucrada la Trinidad. El evangelio de Juan nos lo confirma: “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir”. (Juan 1: 1-3). Fue el Mesías prometido y anunciado también desde Génesis con el fin de restablecer la relación entre Dios Padre y el hombre pecador. Y como se humilló voluntariamente tomando la forma de siervo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz, Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobe todo nombre para que toda rodilla se doble ante Él y toda lengua confiese que Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre (Filipenses 2:5-11)
Este Señor Jesús se humilló y murió por ti y por mí. Cuando confesamos que es nuestro Salvador, Dios Padre se regocija. Si nunca antes te habías dado cuenta quién es Jesús de Nazaret y lo que vino hacer por ti, te invito para que le abras la puerta de tu vida y le permitas entrar. Oremos:

Señor Jesús: yo te necesito; te abro la puerta de mi corazón para que entres a mi vida y seas mi Señor y Salvador personal. Hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme y limpiarme. En tu Nombre Jesús, amén.

Un abrazo y bendiciones.

viernes, 17 de julio de 2020

Sigamos el ejemplo de Esteban


Mientras lo apedreaban, Esteban oraba. —Señor Jesús —decía—, recibe mi espíritu. Luego cayó de rodillas y gritó: —¡Señor, no les tomes en cuenta este pecado! Cuando hubo dicho esto, murió. 
Hechos 7:59-60. NVI.

Lectura: Hechos 7:1-60.  Versículos del día: Hechos 7: 59-60.

MEDITACIÓN DIARIA

Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, hablaba con poder y hacía grandes milagros y prodigios y por esto lo arrestaron los judíos y lo llevaron ante el Consejo (Hechos 6:5-15). Él en su defensa comenzó un recuento desde Abraham haciéndolos reflexionar en cómo eran iguales a sus antepasados en terquedad y dureza de corazón, resistiendo siempre al Espíritu Santo. Al oír esto se sintieron ofendidos y lo apedrearon hasta matarlo. 
Me impresionan dos cosas de Esteban antes de su muerte: entregar gozoso su espíritu al Señor y orar por sus agresores. ¡Qué bonito! Tenía plena certeza de su seguridad de salvación, que para él culminar su vida era el mejor regalo, al ir a la presencia de su Señor. Y al abogar en favor de los que lo estaban matando dio el mejor resultado porque quien recogió sus mantos y aprobó su muerte fue Saulo de Tarso. Sí; el que empezó persiguiendo a los primeros cristianos hasta que el Señor se le apareció y comenzó su ministerio, siendo tal vez, la persona más influyente en la conversión de los gentiles.
Esto nos enseña que por más que veamos con malos ojos a un pecador, para Dios existe el perdón y la restauración de vidas. Nosotros no somos los llamados a señalar y a condenar; ese papel le corresponde al Único sin mancha que puede hacerlo y si Él no lo hace, no tenemos que inmiscuirnos en los designios del Señor. Oremos:

Amado Señor: gracias por el ejemplo que nos dejó Esteban. Tu Palabra siempre nos enseña cómo actuar en las diferentes circunstancias que afrontamos. Queremos tener un corazón listo para perdonar a los que nos ofenden y tener la certeza cuando nos toque partir, que estaremos a tu lado por siempre. Me regocijo en saber que tu siervo Esteban al morir vio la gloria de Dios y a Ti Señor Jesús a su diestra. Permite que así sea nuestra ida Contigo. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 16 de julio de 2020

Oremos poque haya justicia en los pueblos


Cuando se aplasta bajo el pie a todos los prisioneros de la tierra, cuando en presencia del Altísimo se le niegan al hombre sus derechos y no se le hace justicia, ¿el Señor no se da cuenta?
Lamentaciones 3:34-36 NVI.

Lectura: Lamentaciones 3:31-39.  Versículos del día: Lamentaciones 3:34-36.

MEDITACIÓN DIARIA

Con razón es el dicho de: ‘arriba está quien abajo mira’. Siempre he sostenido que Dios no se queda con nada guardado sea bueno o malo. Aquí nos podemos indignar porque no hay justicia y se vulneran mucho los derechos; pero los dignatarios tendrán que rendirle cuentas a nuestro Señor, aunque crean que ellos son infalibles y nadie los puede tocar. Es bien cierto que nosotros tenemos que orar por los gobernantes, pero los mandatarios tienen la obligación de cumplir a cabalidad su gestión. Lo triste es que la mayoría son corruptos y pues de ese modo jamás llegarán a hacer justicia.
Como nos corresponde orar por ellos, orémosle al Señor por los dirigentes de nuestros países:

Amado Señor Jesús: Antes de todo oramos porque perdones la iniquidad de nuestros pueblos y vuelvan sus ojos hacia Ti. Te damos gracias por los que gobiernan nuestras naciones. Te rogamos Señor que nos mantengas en oración por ellos, para que sepan dirigirnos cabalmente y hagan justicia y haya más equidad en campos y ciudades, y por ende mejore la calidad de vida de sus habitantes. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 15 de julio de 2020

Orando los unos por los otros


Siempre doy gracias a mi Dios al recordarte en mis oraciones, porque tengo noticias de tu amor y tu fidelidad hacia el Señor Jesús y hacia todos los creyentes. 
Filemón 1:4-5.

Lectura: Filemón 1:1-25.  Versículos del día: Filemón 1:4-5.

MEDITACIÓN DIARIA

¿Cuántas personas hay que nos han hecho bien y nunca las tenemos presente en nuestras oraciones? Empezando por la que nos llevó o participó para que llegáramos a los pies del Señor. ¿Sí los recordamos en nuestras oraciones? No solamente hay que hacerlo porque el Señor nos manda en su Palabra que oremos los unos por los otros, sino también como gratitud. Y en cuanto a los discípulos hay que estar orando siempre, tal como lo hace una madre por sus hijos. Ellos son hijitos espirituales. Muchas veces se da el caso en el que el alumno supera al maestro y qué mejor que gloriarnos por ese crecimiento alabando a nuestro Dios.
Aquí Pablo como líder, demuestra un amor inmenso por Onésimo, su discípulo y se lo recomienda a Filemón. Oremos teniendo presente tanto a nuestras ovejitas como a los que nos compartieron y han edificado en la Palabra de Dios.  

Amado Jesús: te damos infinitas gracias por la persona que nos permitió conocerte y entregarte todo nuestro ser. Gracias también por los discípulos que a lo largo de esta trayectoria han proclamado su fe con vehemencia. Nos sirven de ejemplo y firmeza en el ámbito cristiano, dando testimonio verdadero de que Eres la fuente de todo honor y gloria por lo que hiciste en sus vidas, al reconocerte a Ti como único Señor y Salvador. Gracias te damos por todos ellos.

Un abrazo y bendiciones.                 

martes, 14 de julio de 2020

No dudemos en anunciar las Buenas Nuevas


¡Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres! —respondieron Pedro y los demás apóstoles.
 Hechos 3:29. NVI.

Lectura: Hechos 3:17-42.  Versículo del día: hechos 3:29.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuántas veces nos sentimos cohibidos de hablar la Palabra de Dios porque pensamos que no es el momento adecuado o porque creemos que se va a ser el ridículo, que nadie va a poner atención, etc. Si eso nos pasa aquí en Occidente donde todavía podemos compartir el mensaje de salvación, ¿qué tal que estuviésemos en países orientales, que el hablar de Cristo se paga con la pena de muerte? Se nos olvida que es un mandato del Señor, y que, si el Señor lo dijo y mandó, es Él quien nos respaldará. La Palabra de Dios nunca regresa vacía: “así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos” (Isaías 55:11); ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12). Los apóstoles se sintieron felices de que los hubieran encarcelado y azotado por causa del Nombre de Jesús (v. 41). ¿Estaríamos dispuestos a pagar ese precio por nuestro Señor?
Teniendo en cuenta lo anterior, no dudemos en anunciar las buenas nuevas de que Jesús es el Mesías prometido (v. 42); el Salvador de la humanidad. El Señor nos defenderá y eso es lo que nos corresponde hacer.

Amado Señor: enséñanos a hablar de Ti a diestra y siniestra; a tiempo y a destiempo. Llénanos de 
tu Santo Espíritu para que hablemos tu Palabra con denuedo y sin temor alguno; que el mundo 
sepa que Eres el Rey del universo y el Señor de señores de toda gloria y majestad. Gracias bendito Señor por escuchar nuestra oración.

Un abrazo y bendiciones.

lunes, 13 de julio de 2020

En momentos críticos nuestro Amado nos seduce


Bueno es esperar calladamente que el Señor venga a salvarnos. Bueno es que el hombre aprenda a llevar el yugo desde su juventud. 
Lamentaciones 3:26-27. NVI.

Lectura: Lamentaciones 3:25-30. Versículos del día: Lamentaciones 3:26-27.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor es bueno con los que en Él confían. Hay situaciones que nos llevan a la tristeza y no por ello podemos decir que no confiamos en el Señor. Él, conociéndonos como nos conoce nos dice que aprendamos a callar; entonces, “¡Déjenlo estar solo y en silencio, porque así el Señor se lo impuso!” (v. 28). Precisamente, necesitamos tiempo de intimidad con Dios y qué mejor que buscarlo cuando estamos en dificultades. Tal como nos lo dice el devocional del día: es bueno esperar callado que el Señor venga a socorrernos; es bueno esperar el momento de estar solo y en quietud para así poder hablar confiadamente a nuestro Dios. Seguro que eso a Él le agrada; es más, Dios se manifiesta en esos tiempos de quietud y de verdad, que es cuando llegamos a sentir profundamente su presencia, su amor y su misericordia.
No dudemos en buscarle en medio de la tribulación. Nos llevará, tal vez, como dice en Oseas: “Por eso, ahora voy a seducirla: me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura” (Oseas 2:14). Nos cautiva con su amor y puede ser el momento más propicio para oír su voz y escucharle.

Amado Jesús: gracias porque Tú buscas la manera de atraernos con lazos de amor y de ternura. Porque en dificultades, a veces pensamos que te has olvidado, pero no; estás ahí presente y dispuesto a escuchar todo lo que tenemos guardado en nuestro corazón y que no nos deja continuar. Sí mi Señor, añoramos esa intimidad Contigo. ¡Te amamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

sábado, 11 de julio de 2020

Buenas obras para hacer, si al Señor decimos conocer


Que aprendan los nuestros a empeñarse en hacer buenas obras, a fin de que atiendan a lo que es realmente necesario y no lleven una vida inútil. 
Tito 3:14. NVI.

Lectura: Tito 3:12-15.  Versículo del día: Tito 3:14.

MEDITACIÓN DIARIA

Bien sabemos los cristianos que no somos salvos por obras sino por la fe en el Señor Jesucristo; pero como consecuencia de conocer al Señor y tenerlo en nuestra vida, las obras deben ocupar un puesto importante. “Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras?”; “Así también la fe por sí sola, si no tiene obras, está muerta” (Santiago 2:14 y 17).
Teniendo en cuenta lo anterior, volvamos a recalcar lo de hace unos días: “Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace” (Santiago 4:17). Oremos:

Señor Jesús: gracias por tu Palabra y por enseñarnos que debemos empeñarnos en hacer buenas obras porque eso te agrada. Gracias por todas las personas que leen este devocional y hoy entienden que su salvación no tiene que ver con las obras que haga pero que, si hemos recibido el regalo maravilloso de la salvación, también nos corresponde ofrecer de lo que tenemos, al que está a nuestro lado pasando dificultades. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.  

viernes, 10 de julio de 2020

La común unión entre hermanos de la iglesia


Por medio de los apóstoles ocurrían muchas señales y prodigios entre el pueblo; y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en el Pórtico de Salomón. 
Hechos 5:12. NVI.

Lectura: Hechos 5:12-16.  Versículo del día: Hechos 5:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Muy bonito y para tener en cuenta que la Iglesia primitiva no solamente se preocupaba por predicar, enseñar y sanar sino también practicaban la comunión unos con otros.  Dice: “todos los creyentes se reunían de común acuerdo”, todos de acuerdo. O sea, no existían rivalidades ni envidias. Aparte de eso, se nota que hacían las cosas bien, tal parece eran muy organizados.
Personalmente considero que esa comunión es básica si queremos una Iglesia productiva en ovejas. Definitivamente, es el amor el que atrae y convence. Nosotros, los feligreses, somos en parte los llamados a fomentar esa común unión. No dudemos en tomar la iniciativa si es que no lo vemos. Para mí, por ese motivo, es que prefiero las congregaciones pequeñas a las mega iglesias en donde escasamente se da el saludo porque entre tanta gente no hay tiempo ni espacio y uno se pierde. Viene a ser uno más del montón.

Amado Señor Jesús: gracias te damos por tu Iglesia en general. Gracias porque es allí el sitio no solamente para recibir tu Palabra sino para empezar a practicar el amor que nos dejaste y el cual nos mandaste ofrecer. Enséñanos a darnos en las diferentes áreas al prójimo Que entreguemos un saludo, una sonrisa, un abrazo y si es necesario pan y albergue al desprovisto. ¡Te alabamos bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

jueves, 9 de julio de 2020

Su amor jamás se agota


El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. 
Lamentaciones 3:22. NVI.

Lectura: Lamentaciones 3:19-24.  Versículo del día: Lamentaciones 3:22.}

MEDITACIÓN DIARIA

Jeremías pudo decir esto a pesar de haber visto caer a su amada Jerusalén en manos del rey Nabucodonosor de Babilonia. Fue testigo de persecuciones, hambres, muertes, destrucción y desolación. Sin embargo, en lo recóndito de su corazón recuerda que el gran amor del Señor nunca se acaba ni su compasión se agota. Una verdad, para que nosotros, a pesar de las aflicciones que estemos viviendo la tengamos en cuenta. Pase lo que pase; veamos lo que veamos, el amor del Señor por nosotros sigue intacto. Tal vez, no lo comprendamos ni entendamos al vivir situaciones difíciles, pero lo cierto es que su amor jamás se termina: “¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia?”;  “Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor” (Romanos 8:35 y 38-39).
Que esta verdad sea el motor de nuestra esperanza y nos de la paz y el sosiego que necesitamos. Un nuevo día viene cargado de nuevas expectativas e ilusiones: “Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad! Por tanto, digo: El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!” (vv. 23-24). ¿A quién más iremos? ¡Solamente Tú Señor tienes palabras de vida!

Amado Señor: gracias porque a pesar de nosotros serte infieles, Tú sigues ahí a nuestro lado, aunque creamos no verte ni oírte. Gracias por tu gran amor que nunca se acaba. Nada nos puede separar de Ti y nadie puede alejarnos de tu Presencia. Vivimos encerrados para Ti, viviendo para Ti y sabiendo esperar por Ti. ¡Bendito seas por siempre buen Dios! ¡Te amamos!

Un abrazo y bendiciones.

miércoles, 8 de julio de 2020

Gracias a Dios por su amor y misericordia


Siempre deben estar dispuestos a hacer lo bueno: a no hablar mal de nadie, sino a buscar la paz y ser respetuosos, demostrando plena humildad en su trato con todo el mundo. Tito 3:1b-2. NVI.

Lectura: Tito 3:1-11.  Versículos del día: Tito 3:1b-2.

MEDITACIÓN DIARIA

Pablo le habla a Tito sobre cómo debería ser la conducta del creyente y las recomendaciones que le da, diría yo, son para que su vida cristiana sea mostrando el fruto de lo que tiene, en quién ha creído y cómo dar buen testimonio en todas las áreas que se mueve. Le hace ver lo indispensable que es hacer lo bueno, sin hablar mal de nadie; buscando la paz y demostrando no solo respeto sino también humildad al tratar con los demás. A diario se nos olvidan muchas de estas cosas y otras más. Decimos que somos cristianos pero nuestro comportamiento no es el adecuado. Siempre hay un halo de envidia y de egoísmo arraigado a nuestra naturaleza pecaminosa, que nos impide hacer el bien cuando lo sabemos hacer y no lo hacemos.
Por otro lado, con la boca pecamos mucho hablando lo que no tenemos que hablar y dejándonos llevar incluso por la ira; y ahí es cuando precisamente se olvida ser agente de paz y no de conflictos, llegando a irrespetar y herir incluso a los que tanto amamos. Pero después de que se dicen las palabras, no hay marcha atrás. ¡Ay Dios! Tal como también lo reconocía Pablo: no hago el bien que quiero sino el mal que no quiero; ¡somos miserables! Pero gracias a Dios por el Señor Jesucristo que es el Único que nos puede librar de hacer lo malo (Romanos 7:18-25). Oremos para que el Señor ponga en nuestros corazones tanto el querer como el hacer por su buena voluntad y misericordia en cada uno de nosotros.

Amado Dios: gracias te damos por el Señor Jesucristo quien vino a pagar por nuestros pecados y a ir transformando nuestras vidas a su manera. Enséñanos a llevar una vida recta para agradarte como lo deseas y a dar el testimonio verdadero que lleve a otros a los píes de tu Hijo amado Jesús. ¡Te alabamos y bendecimos Dios bueno y misericordioso!

Un abrazo y bendiciones.