En torno suyo –afirma el Señor– seré un muro de fuego, y dentro de ella seré su gloria
Zacarías 2:5.
Lectura diaria: Zacarías 2:1-13. Versículo del día: Zacarías 2:5.
ENSEÑANZA
Hoy dispuse mi corazón a escuchar a mi Dios, al que siempre clamo (Salmo 4:1) para demostrar al adversario y a mis enemigos que el Señor es mi escudo y mi gloria; Él es quien mantiene en alto mi cabeza; porque tal como lo refiere el verso 6 del mismo Salmo “Muchos son los que dicen: ¿Quién puede mostrarnos algún bien?” “Y muchos los que de mí aseguran: Dios no la salvará” (Salmo 3:2); sin embargo, el Señor me hizo entender que mi Jerusalén principal soy yo misma. A quien primero tengo que testificar es a mi propia vida, ¿si yo personalmente no estoy edificada cómo puedo seguir con el mandato? Y como Jerusalén que soy, hoy me afirma que será en torno mío un muro de fuego, y dentro de mí será su gloria. No sé si ustedes lo entiendan, pero le había pedido a Dios que hablara a mi corazón sobre algo concreto que aún no se ha definido y me dice muy claro: “¡Sal de allí, escápate!” Zacarías 2:6. Han tocado la niña de mis ojos y mi mano poderosa se agitará contra aquellos saqueadores. “¡Grita de alegría, hija de Sión! ¡Yo vengo a habitar en medio de ti! –afirma el Señor–“ Verso 10. “Así sabrán que el Señor Todopoderoso es quien me ha enviado a ustedes… Que todo el mundo guarde silencio ante el Señor, que ya avanza desde su santa morada” Versos 11b-13. Esta es la lección aprendida y la cual comparto con todos ustedes. “¡Haz Señor, que sobre nosotros brille la luz de tu rostro!”.
Un abrazo y bendiciones.