El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo”; “También se parece el reino de los cielos a un comerciante que andaba buscando perlas finas.
Mateo 13:44a y 45a. NVI.
Lectura: Mateo 13:44-45. Versículos
del día: Mateo 13:44a. Y 45a.
REFLECCIÓN DIARIA
Más parábolas del Señor
Jesús para hablarle a la multitud que lo seguía y ahora también a nosotros. El
hombre que encontró el tesoro escondido, lo apreció tanto y fue su felicidad
tal, que lo volvió a esconder; fue y vendió todo lo que tenía para poder comprar
ese campo. Y el comerciante que buscaba perlas finas hizo lo mismo y cuando encontró
una de gran valor: fue y vendió todo lo que tenía y la compró. Los que ya
conocemos al Señor Jesús tenemos la dicha de saber que somos parte del reino de
los cielos; ya lo tenemos todo. Somos dueños de tamaño tesoro donde lo que nos
espera son calles de oro adornadas con las más finas piedras preciosas. Por eso
es que tenemos que guardarlo y cuidarlo de la mejor manera.
Señor Jesús:
gracias porque un día me miraste con ojos de amor y resolviste solo por tu gran
misericordia y bondad hacerme partícipe, del más grande y especial tesoro que
es la bendita patria celestial. Enséñame Señor a ser digna acreedora de esta
joya preciosa y que la cuide y guarde dentro de lo más profundo de mi ser para
que tanto mi espíritu, alma y cuerpo se sientan placenteros y orgullosos de ser
parte de él. ¡Te amo mi buen Señor y Dios!
Un abrazo y bendiciones.