En efecto, cuando Salomón llegó a viejo, sus mujeres le pervirtieron el corazón de modo que él siguió a otros dioses, y no siempre fue fiel al Señor su Dios como lo había sido su padre David.
1 Reyes 11:4.
Lectura: 1 Reyes
1-13. Versículo del día: 1 Reyes 11:4.
MEDITACIÓN DIARIA
Por algo el Señor le
había ordenado al pueblo de Israel no casarse con hombres o mujeres de otros
pueblos (Deuteronomio 7:3). Con toda la sabiduría que Dios le dio a Salomón y
sin embargo su carne fue débil y pecó. Estas mujeres como era de esperarse
desviaron su corazón hacia el Señor y él empezó a adorar otros dioses
cometiendo la falta más grave de la idolatría que tanto repudia Dios. Esto le
costó la división del reino.
En el Nuevo Testamento
también hay un mandato para los cristianos y es no unirnos en yugo desigual (2
Corintios 6:14-18). Dios sabe muy bien cuánto daño puede hacernos un vínculo no
cristiano. Es difícil seguir a Cristo con un cónyuge incrédulo. Para mí,
considero que el versículo de no servir a dos señores se puede aplicar también
para esto, porque definitivamente si no se tiene el mismo sentir, no se sabe a
quién hacerle caso: si a Dios o al cónyuge.
Entendamos que cuando
Dios nos da una orden es por nuestro bien y para cumplirla. Si hay problemas en
parejas cristianas, muchísimo más las habrá en las que son a medias. Evitemos
sufrimientos; simplemente hay que obedecer.
Amado Dios: Gracias
porque tú deseas nuestro bienestar y no la calamidad, y por eso están tus preceptos
escritos. Permite que nuestros hijos y nietos abran muy bien los ojos cuando se
dé el momento de buscar el esposo(a) correcto(a) de acuerdo a lo que mandas en
tu Palabra. Gracias porque tu Palabra es verdad y si somos obedientes a ella Tú
bendecirás con toda bendición desde lo alto. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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