lunes, 17 de junio de 2024

Aprender a esperar el tiempo del Señor

 Lo cierto es que ni siquiera sus hermanos creían en él. Por eso Jesús les dijo: —Para ustedes cualquier tiempo es bueno, pero el tiempo mío aún no ha llegado. 

Juan 7:5-6. NVI.


Lectura: Juan 7:1-13.  Versículos del día: Juan 7:5-6.


MEDITACIÓN DIARIA


En el Señor también se cumplió el dicho de que nadie es profeta en su tierra (Lucas 4:24); ni siquiera los de su propia casa creían en Él. Sin embargo, el Señor sabía muy bien el tiempo en el que se revelaría al pueblo judío.


Igual nos sucede a nosotros ahora: oramos por x petición y esperamos la respuesta inmediata sin darnos cuenta de que nuestros tiempos no son los mismos de Dios. El Señor no llega tarde ni temprano, llega en el momento exacto, porque al igual que los suyos le instaban a que saliera de Galilea y fuera a Judea para darse a conocer (vv. 3 y 4), bien sabía Jesús, que cuando llegara la hora iba a glorificar al Padre a través de Él. Los llamados retrasos nuestros son también, porque en su momento, el Señor actuará para bien y para que su Nombre sea enaltecido. Aprendamos a esperar confiando en el Señor. “Ustedes necesitan seguir confiando para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido” (Hebreos 10:36 NBV).


Amado Señor Jesús: gracias por recordarnos que tus tiempos no son los nuestros. Sabemos muy bien lo que nos has prometido, sin embargo, también actuamos como los Tuyos deseando que se cumpla el tiempo nuestro, sin tener presente que no somos los dueños del tiempo y que Tú tienes el día señalado. Enséñanos a esperar con paciencia y mucha fe, con la certeza de que vale la pena esperar. Gracias, muchas gracias bendito Señor y Dios nuestro.


Un abrazo y bendiciones.

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