Es más, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo. Para las esposas, eso significa: sométase cada una a su marido como al Señor,
Efesios 5:21-22. NTV.
Lectura: Efesios 5:21-33. Versículos del día: Efesios 5:21-22.
MEDITACIÓN DIARIA
El sometimiento del que se
nos habla aquí de las esposas se basa principalmente en el respeto que le debe
tener a su esposo. Quizá a nosotras las mujeres, nos parece exagerado este
mandato porque solamente lo vemos por el lado nuestro. Yo como mujer pensaba lo
mismo, pero cuando analicé con cabeza fría, el mandato para el hombre, dije:
‘Señor esto no es nada’. Miremos lo que le corresponde a los señores: “Para los
maridos, eso significa: ame cada uno a su esposa tal como Cristo amó a la
iglesia. Él entregó su vida por ella a fin de hacerla santa y limpia al lavarla
mediante la purificación de la palabra de Dios” (vv. 25-26). El sometimiento
del esposo hacia la esposa significa amor. Hay que amar a la esposa como Cristo
amó a la Iglesia. ¿Y cómo la amó? Al punto que dio su vida por ella, a fin de
hacerla sin mancha ni arruga ni defecto alguno. ¡Tremenda obligación la que el
corresponde al marido! No solamente si es el caso, dar su vida por su esposa,
sino levantarla de tal manera que la pueda presentar santa e intachable. O sea, el marido santifica a la esposa no la
esposa a su marido. Como conclusión yo diría que sometimiento significa amor de
parte y parte.
Amado Señor Jesús:
siempre hemos creído que nuestra misión como mujeres esposas es dura, pero hoy
nos enseñas a ver que el mandato para los esposos es de mucha responsabilidad
porque sobre él recae la santificación de su mujer, Gracias porque bajo estos
parámetros es más fácil amar y respetar a los esposos. Bendito Señor; enséñanos
a ser mujeres virtuosas; ejemplares y que sepamos colaborar y respaldar a
nuestros esposos para hacerles más llevadero el mandato asignado. Muchas
gracias buen Señor y Dios mío. ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
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