Entonces oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí!
Isaías 6:8. NVI.
Lectura: Isaías
6:1-13. Versículo del día: Isaías 6:8.
MEDITACIÓN DIARIA
En mis primeros albores
como cristiana cantábamos una alabanza precisamente con esta porción de la
Biblia. No sabía en ese entonces, que correspondía a un versículo bíblico, pero
me fascinaba. Creo que todos como cristianos debemos de estar preparados para ir
y llevar el mensaje de salvación. Yo te animo, si ya eres cristiano, a que te
levantes y compartas lo que el Señor ha hecho con tu vida. De esta manera se va
cumpliendo la gran comisión para esta generación, que es un mandato del Señor: “Por
tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo
lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre,
hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19-20). Pablo también nos confirma el
llamado: “En presencia de Dios y de Cristo Jesús—quien un día juzgará a los
vivos y a los muertos cuando venga para establecer su reino—te pido
encarecidamente: predica la palabra de Dios. Mantente preparado, sea o no el
tiempo oportuno. Corrige, reprende y anima a tu gente con paciencia y buena
enseñanza” (2 Timoteo 4:1-2).
Mi Señor y Dios:
en este tiempo también es necesario que envíes obreros a tu mies. Solamente
paso a decirte que aquí estoy: ¡Envíame a mí! Que nadie diga que nunca escuchó
de Ti, porque hasta la misma naturaleza habla en tu Nombre. No hay excusa mi
Señor; la tecnología que has permitido que el hombre explore también nos sirve
para hablar de Ti. Así que no hay excusa de parte y parte. Danos el denuedo
para cumplir con este mandato sea a tiempo o a destiempo. Gracias, gracias
bendito Señor y Dios.
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario