Honren al Señor, oh seres celestiales; honren al Señor por su gloria y fortaleza. Honren al Señor por la gloria de su nombre; adoren al Señor en la magnificencia de su santidad.
Salmo 29:1-2. NTV.
Lectura:
Salmo 29:1-11. Versículos del día: Salmo
29:1-2.
MEDITACIÓN
DIARIA
Este
Salmo del rey David nos llama a alabar y adorar al Señor por su grandeza y
poder. A través del Salmo vemos como la voz del Señor resuena en los mares; la
voz del Señor parte los cedros; hace brincar las montañas cual si fueran
terneras y hace saltar el monte Hermón como si fuera un buey joven y salvaje.
La voz del Señor resuena con relámpagos y hace temblar y sacude el desierto; la
voz del Señor Retuerce los robles y deja desnudos los bosques. El Señor reina
por siempre sobre el diluvio y las aguas impetuosas; el Señor fortalece a su
pueblo y lo bendice con la paz (vv. 3-11 en la lectura).
Si
no has escuchado al Señor, bien lo puedes admirar a través de su creación y de
su naturaleza bravía. Búscalo, Él se deja encontrar.
Señor
Jesús: gracias porque Tú estabas en la creación del universo; Tú sabes
exactamente cómo los animales tanto domésticos como salvajes, marinos y aves.
Se someten a Ti. Gracias porque toda tu creación habla sin parar de tu grandeza
y poder. Los cielos mi Señor, tus cielos cuentan la magnificencia Tuya. Y
¿quiénes somos nosotros que también somos tu creación, para no glorificarte y
darte toda la honra y gloria que mereces? Bendito Señor, Tú estabas desde el
principio y todo fue creado por Ti; y en Ti está la vida y la luz que prevalece
sobre las tinieblas. Toma Señor Jesús nuestro canto de adoración y exaltación.
Sólo Tú mereces todo honor por los siglos de los siglos. ¡Te amamos Dios Jesús
creador de cielos, tierra y universo entero!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario