miércoles, 2 de abril de 2025

Hay que aprender a sincerarnos con el Señor

 El Señor es mi fortaleza y mi escudo; confío en él con todo mi corazón. Me da su ayuda y mi corazón se llena de alegría; prorrumpo en canciones de acción de gracias. 

Salmo 28:7. NTV.


Lectura: Salmo 28:1-9.  Versículo del día: Salmo 28:7.


MEDITACIÓN DIARIA


Le pido al Señor que nuestra oración sea igual a la del rey David. Que a pesar de los problemas y vicisitudes que enfrentemos, siempre nuestro corazón esté lleno de gratitud hacia nuestro buen Dios. Es que es muy liberador hablarle al Señor contándole lo que nos pasa; decirle tal como nos sentimos. Al fin de cuentas para qué cambiar las cosas, ¿si Él lo sabe todo? No podemos decirle que estamos felices, cuando nuestro corazón llora. Aprendamos a sincerarnos con nuestro Señor, tal como lo hacía David.


Amado Señor Jesús: gracias por enseñarnos a ser sinceros Contigo; gracias porque sabemos que escuchas tanto nuestro clamor como nuestra alabanza y adoración. Gracias por amarnos tanto buen Jesús. Enséñanos a tenerte siempre como al mejor de los amigos; como al confidente que jamás nos defrauda y como al hermano mayor que nos lleva de la mano para guiarnos y no perdernos del camino. Gracias, muchas gracias, dulce Jesús.


Un abrazo y bendiciones.

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