Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre, y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y presentaron como regalos: oro, incienso y mirra.
Mateo 2:11. NVI.
Lectura:
Mateo 2:1-12. Versículos del día: Mateo
2:11.
MEDITACIÒN
DIARIA.
Los
sabios de Oriente le presentaron regalos al Señor Jesús de oro, incienso y
mirra. Oro como Rey; incienso como Dios y mirra como Hombre. ¿Qué deseas
ofrecerle tú al Rey de reyes y Señor de señores? Recuerda que el Niñito Jesús
vino al mundo para salvarnos. Cuando Él fue adulto cumplió su ministerio aquí
en la tierra, con el fin de rescatarnos del fuego del infierno; por eso sufrió
y murió en esa cruenta cruz. Todo lo hizo por amor y ahí estabas tú incluido.
Jesús está llamando a la puerta de tu vida: “¡Mira! Yo estoy a la puerta y
llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como
amigos” (Apocalipsis 3:20. NTV). Si no sabes qué darle, ofrécele tu vida; el
Señor estará orgulloso de contarte entre sus amigos y de saber que, si le dices
sí, te tendrá por siempre en su reino. Te puedo sugerir una corta oración. Ten
en cuenta que orar es hablar con Dios; yo te puedo sugerir, pero si deseas
decirle algo muy personal puedes guiarte por esta, que te comparto:
Señor
Jesús: entiendo que me amas y que moriste en mi lugar. Hoy quiero pedirte
perdón por mis pecados y decirte que acepto la invitación que me haces para
venir a vivir conmigo. Te entrego el trono de mi vida que yo manejo y te recibo
como mi Señor y Salvador; hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por
todo lo que hiciste por mí y gracias por darme la vida eterna a tu lado. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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