Son más deseables que el oro, más que mucho oro refinado; son más dulces que la miel, la miel que destila del panal.
Salmo 19:10 NVI.
Lectura:
Salmo 19:1-14. Versículo del día: Salmo
19:10.
MEDITACIÓN
DIARIA
¿Qué
es más deseable y refinado que el oro y más dulce que la miel? Miremos los versículos
anteriores: “La Ley del Señor es perfecta: infunde nuevo aliento. El mandato del Señor es
digno de confianza: da sabiduría al sencillo. Los preceptos del Señor son
rectos: traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es claro: da luz a
los ojos. El temor del Señor es puro: permanece para siempre. Las ordenanzas
del Señor son verdaderas: todas ellas son justas” (vv. 7-9). Todo lo que el
Señor nos manda, dígase ley, mandato, precepto, mandamiento, ordenanza o
reverencia nos reavivan el alma porque son confiables; traen alegría al
corazón, nos dan luz a los ojos, son verdaderas y todas justas; todo esto para
demostrarle al Señor un temor puro y reverente; todo encierra lo que es nuestro Jesús. Así que no desechemos ninguna
de ellas porque las necesitamos en nuestro diario vivir. ¡Son más deseables que
el oro y más dulces que la miel! Y convierten al Señor también en lo más
deseable y dulce que tenemos.
Amado
Señor Jesús: gracias por permitirnos conocerte al punto que Eres lo más
deseable y dulce que hemos podido encontrar. Gracias, gracias, mi Jesús.
Definitivamente sin Ti no somos nada ni valemos nada. Eres Tú quien nos enseñas
tu Palabra para vivir de acuerdo con tu verdad. Si en algún momento nos
alejamos, por favor vuelve a rescatarnos y envuélvenos en tus brazos amorosos y
misericordiosos. Por favor nunca admitas que nos separemos y que esto llegue a
suceder. Igual que David no nos dejes pecar a sabiendas ni permitas que el
pecado nos domine. ¡Oh Señor, Roca y Redentor nuestro! ¡A Ti sea todo honor,
honra y gloria por los siglos de los siglos!
Un abrazo y bendiciones.
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