Cuando Israel era niño, yo lo amé, …, pero cuanto más lo llamaba, más se alejaba de mí… Yo mismo le enseñé a Israel a caminar, llevándolo de la mano; pero no sabe ni le importa que fui yo quien lo cuidó. Guie a Israel con mis cuerdas de ternura y de amor. Quité el yugo de su cuello y yo mismo me incliné para alimentarlo.
Oseas 11:1-4.
Lectura:
Oseas 11:1-13. Versículos del día: Oseas
11:1-4.
MEDITACIÓN
DIARIA
Cambia
la palabra Israel por tu nombre. Es el Señor mismo que te ama tanto y que sufre
por tu indiferencia. “Oh, Israel, ¿cómo podría abandonarte? ¿Cómo podría
dejarte ir?... Mi corazón está desgarrado dentro de mí y mi compasión se
desborda” (v. 8 en la lectura). Si conociste al Señor y lo has olvidado, mira
cuánto te ama. El Señor espera por ti; vuélvete a Él; no lo pienses más ni le
des más vuelta a tu decisión. El Señor espera por ti porque te ama. Déjate
envolver en sus cuerdas de ternura y de amor.
Amado
Jesús: Gracias por amarme tanto. Gracias por cuidarme aún en los momentos que
menos los espero. Mi Jesús, sé cuánto sufres por mí. Gracias por amarme tanto,
caminar a mi lado tomando mi mano y muchísimas veces inclinándote para
alimentarme. Todo eso lo sé muy bien mi Señor y no tengo palabras para
agradecerte tanto. Tú Eres mi Dios que te bajas hasta mí siendo yo un simple
mortal y sin embargo me buscas vez tras vez solo por amor. Mi Jesús deseo
agradarte, hacer tu voluntad. Utilízame, Señor, para que tu obra se expanda
cada día más y sean muchos los que lleguen a tu reino celestial. ¡Te amo buen
Jesús!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario