miércoles, 29 de enero de 2025

Habla con Jesús y ábrele tu corazón

 Te pidió que le preservaras la vida, y le concediste su petición; los días de su vida se alargan para siempre.  

Salmo 21:4. NTV.


Lectura: Salmo 21:1-7.  Versículo del día: Salmo 21:4.


MEDITACIÓN DIARIA


Exactamente como el rey David, yo le pedí al Señor que me concediera la vida cuando tuve cáncer de seno y cuando me dio pancreatitis. Sé que solamente el Señor con su gran amor pudo sacarme de los lazos de la muerte. Comparto mi testimonio de vida, porque el Señor es fiel, amoroso y misericordioso; su gran amor perdura para siempre; Él es un Dios sanador.


Mira, el Señor está atento a tenderte los brazos; desea que te acerques a Él para poder demostrarte cuánto te ama y darte la vida eterna. Te ama tanto que no dudó en dar su vida por ti. Dios en su infinito amor, mandó a su Hijo Jesús al mundo para que muriera en nuestro lugar (Juan 3:16), ahí estabas incluido tú. Apocalipsis 3:20 dice: “¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos”. El Señor Jesús te está haciendo esa invitación; acéptala y permite que Él venga a morar contigo. Jesús será tu gran amigo y puedes hablarle con toda tranquilidad, tal como lo hacía el rey David. Ahorita puedes decirle con tus propias palabras que tome tu vida; yo te puedo sugerir una oración, pero si tu deseo es cambiarla, bien puedes; de lo contrario dile así:


Señor Jesús: gracias porque me amas; la verdad, no lo sabía, pero hoy lo entiendo y deseo abrirte la puerta de mi vida para que seas mi Señor y Salvador. Gracias porque moriste en la cruz por mis pecados, te pido perdón por ellos; toma el control del trono que yo manejo y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonar todos mis pecados y darme la vida eterna a tu lado. Gracias Jesús.


Un abrazo y bendiciones.

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