Así nos visitará desde el cielo el sol naciente, para dar luz a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por la senda de la paz.
Lucas 1:78c-79. NVI.
Lectura:
Lucas 1:76-80. Versículos del día: Lucas
1:78c-79.
MEDITACIÒN
DIARIA
La
lectura está basada en el Cántico de Zacarías, el padre de Juan el Bautista, alabando
y reconociendo la Majestad y poder soberano de Dios. Ese sol naciente al que se
refiere es la llegada del Mesías prometido. La llegada del Señor Jesús al mundo
se compara como el primer resplandor del sol en las mañanas que da por
terminada la oscuridad, para iniciar con la luz del nuevo día. La historia de
la humanidad ha tenido básicamente dos eras: antes de Cristo (completa
oscuridad) y después de Cristo (la luz del nuevo día). ¡Y así nos visitó el sol
naciente!
Es
tiempo entonces, de darle gracias a Papito Dios por la misericordia que ha
tenido para con la humanidad al enviar a su Hijo Jesús al mundo. Ese precioso
Niño nacido en Belén de Judea, es el mismo que más tarde murió en una cruz para
pagar el precio de nuestro pecado, pero que también resucitó para darnos una
vida eterna con Él a su lado.
Amado
Dios: Gracias porque nos viniste a dar el resplandor del nuevo día para que
pudiéramos pasar de las tinieblas a la luz brillante. Gracias Señor Jesús,
porque antes de tenerte a Ti, estábamos envueltos en la oscuridad del pecado,
pero ahora vamos de tu mano por la senda de los justos creciendo cada día más hasta
que se termine el día de nuestra vida aquí en la tierra. Gracias porque continuaremos
Contigo en la luz eterna del cielo. ¡Gracias, muchas gracias, Padre Celestial! ¡Gracias,
bendito Señor Jesús! ¡Gracias Precioso Espíritu Santo! ¡Gracias Dios Trino por
tanto amor ofrecido! ¡Te adoramos!
Un abrazo y bendiciones.
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