—¡No! —protestó Pedro—. ¡Jamás me lavarás los pies! —Si no te lavo —respondió Jesús—, no vas a pertenecerme. —¡Entonces, lávame también las manos y la cabeza, Señor, ¡no solo los pies! —clamó Simón Pedro.
Juan 13:8-9. NTV.
Lectura: Juan 13: 1-17,
Versículos del día: Juan 13:8-9
MEDITACIÓN DIARIA
Pedro, el discípulo
sencillo pero sincero siempre tenía unas respuestas para su Maestro y Señor,
muy profundas. Por lo general pasamos por alto el versículo 9 del día; sin
embargo, el Espíritu Santo me hizo entender el amor y entrega de Pedro al Señor
Jesús. Él pudo ver con ojos espirituales la Grandeza y Majestuosidad de quien
era su Maestro y le clama que entonces le lave no solo los pies, sino la cabeza
y las manos con tal de seguir siendo parte de Él. ¡Qué amor el del Señor tan
grande por sus discípulos! ¡Y qué amor tan grande el de Pedro por su Señor, al
reaccionar con tanta sinceridad! ¡Amor para dar y amor para recibir!
Reflexionemos: ¿estamos
dispuestos a entregarnos de esa misma manera a nuestro buen Señor? ¿O todavía
nos invaden secuelas de orgullo y falso poderío que nos trancan cuando el Señor
quiere tratar con nosotros en espíritu, alma y cuerpo?
Amado Señor Jesús:
gracias por esta linda enseñanza de tanta humildad y amor de tu parte y de
igual manera nos gozamos también con Pedro, para decirte que, si es por estar a
tu lado y siguiéndote, no importa, si quieres lavar todo íntegro nuestro
cuerpo. Mi Señor, queremos practicar esa misma humildad, amor y entrega que
tuviste Tú en el lavatorio de los pies a tus discípulos. Gracias, muchas
gracias bendito Señor Jesús.
Un abrazo y bendiciones.
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