¡Tanto amor Señor rebaza mi comprensión!

Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición, a fin de que se manifiesten las intenciones de muchos corazones. En cuanto a ti, una espada te atravesará el alma. 

Lucas 2:34-35. NVI.

Lectura: Lucas 2:33-35.  Versículos del día: Lucas 2:34-35.

MEDITACIÓN DIARIA

Los versículos del día encierran también palabras proféticas de Simeón, respecto al Señor Jesucristo y a María, su madre. Así es; Dios permitirá la oposición, precisamente para ver la sinceridad y transparencia de los corazones de quienes lo buscan. Aparte de eso, miremos en cuanto a lo que le dice a María; muy dura esta advertencia; “En cuanto a ti, una espada te atravesará el alma”, pero María y José guardaban todas estas cosas en su corazón y se maravillaban también de todo lo que se decía del Niño.

“En cuanto a ti, una espada te atravesará el alma”; Claro, siendo Jesús su hijo, le esperaba una vida pública muy dura y una pasión y muerte incluso todavía mucho más. Nosotras las madres sabemos cuánto nos afecta cualquier dolor de nuestros hijitos; María no fue la excepción, aún su dolor fue muchísimo más profundo que de cualquier otra madre, al ver cómo martirizaron a su Hijito, hasta el punto de darle la horrenda muerte en la cruz. Creo que cada latigazo, cada clavo, cada ofensa penetraban en su corazón de madre y los sentía como suyos, al extremo de sentir que le atravesaban el alma tal como se lo pronosticó Simeón.

Amado Señor Jesús: tal vez, tus mismas palabras en la cruz dichas al discípulo amado, reflejaban también tu dolor como hijo, al ver el sufrimiento de María tu madre. Mi Señor, no solamente fue el martirio en todo tu cuerpo sino también en tu espíritu y alma. Todo lo pasaste abnegadamente por cada uno de nosotros sin merecerlo Tú. ¡Tanto amor Señor rebasa mi comprensión! Mi buen Jesús enséñanos a entender el valioso sacrificio Tuyo, para que de ese mismo modo aprendamos a llevar vidas que te enaltezcan y demuestren que te amamos. Gracias, muchas gracias, bendito Señor y Dios Salvador. ¡Te adoramos y damos gloria a Ti!

Un abrazo y bendiciones.