miércoles, 11 de diciembre de 2024

Cristo murió en nuestro lugar

Desde el cielo el Señor contempla a los mortales, para ver si hay alguien que sea sensato y busque a Dios.  Pero todos se han descarriado; a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!

Salmo 14: 2-3.


Lectura: Salmo 14:1-7.  Versículos del día: Salmo 14:2-3.


MEDITACIÓN DIARIA


“No hay nadie que haga lo bueno; ¡no hay uno solo!”, Esto es una realidad; se tiene la convicción de que tal persona o fulanito es bueno y aquí la Palabra de Dios, nos dice que ¡no hay uno solo! Y en exclamación como reafirmándolo más. Precisamente por eso tuvo Dios que enviar a su Hijo Jesús al mundo, para que Él viniera a redimirnos con su preciosa sangre. La Biblia dice: “pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios” (Romanos 3:23). El hombre fue creado para que tuviera una relación perfecta con Dios, pero debido a su egoísmo, buscó su propio camino y esa relación se interrumpió (Adán). Desde ese momento entró el pecado al mundo. Esa actitud de rebelión es evidencia de lo que la Biblia llama pecado. “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8).


¡No hay uno solo! Pero Cristo murió en nuestro lugar. Por eso es necesario aceptar y recibir a Cristo personalmente en nuestra vida, para que Él sea el puente entre Dios el Padre Celestial y nosotros. Lo podemos hacer a través de una oración; orar es hablar con Dios. Si deseas hacerlo te puedo guiar con una corta oración. Lo importante es la actitud de tu corazón que sea sincera. Dile así:


Señor Jesucristo: Gracias porque me amas; entiendo que te necesito. Perdona mis pecados; hoy decido abrirte la puerta de mi corazón para que seas mi Señor y Salvador. Ven a ocupar el trono que yo manejo y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme la vida eterna a tu lado. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: