Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre. Alaba, alma mía, al Señor y no olvides ninguno de sus beneficios.
Salmo 103:1-2. NVI.
Lectura:
Salmo 103:1-12. Versículos del día: Salmo
103:1-2.
MEDITACIÓN
DIARIA
Terminando
el año es bueno darle al Señor todo nuestro agradecimiento y qué mejor que ofreciéndole
nuestra adoración y alabanza; hagamos un recuento de todo lo recibido en este
2024. Recordemos lo que nos dice su Palabra: “Sean agradecidos en toda
circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que
pertenecen a Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18 NTV). Esto quiere decir que
demos gracias por lo bueno y malo sucedido; no podemos dar gracias solamente
por lo bueno. Aprendamos que la voluntad del Señor es buena, agradable y
perfecta.
Así
que en estos tres días que faltan del año, dediquémoslo a alabar al Señor sin
olvidar ninguno de sus beneficios.
Amado
Señor y Dios mío. quiero alabar y bendecir tu Nombre, porque me permitiste
llegar hasta aquí con vida, con bienestar, con salud, con nuevas visiones y
deseos de seguir buscándote cada día más esperando el glorioso momento de tu
regreso o del llamado a tu lado. Gracias bendito Dios, me diste nuevos
amaneceres y nuevos rumbos para proseguir. Gracias por mi familia con la que me
has permitido deleitarme en este año. Especialmente Señor, gracias por mis
cuatro preciosos Muñequitos. Gracias porque disfrutan de buena salud y son tesoros
especiales que me regalaste para adornar mis años dorados. Gracias por los
dones con los que has dotado a cada uno de ellos. Gracias también por las
amistades y personas nuevas que llegaron a mi vida; permite que para todos
ellos, yo sea un testimonio de que vives en mí. No quiero olvidar ninguno de
los beneficios que me has regalado en el año que termina. ¡Gracias, muchas
gracias bendito Señor y Dios mío!
Un abrazo y bendiciones.
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